Conocer la Historia de la ciudad: Los comienzos del cine en Olavarría

Escribe Cr. Adolfo Hipólito Santa María

El  cine como espectáculo en el mundo comenzó el 28 de diciembre de 1895, en un salón del Grand Café de París, y consistió en un documental presentado por los Hermanos Lumière, donde, entre otras imágenes, aparecen las de los trabajadores de una fábrica propiedad de los mismos Lumière, y la de un tren que velozmente se acercaba provocando que algunos de los espectadores reaccionaran con pánico creyendo que el tren los atropellaría.

Poco después de 1900 se comenzaron a realizar en Olavarría las primeras proyecciones de forma muy precaria.

En 1906 se realizó una exhibición en el salón de la Sociedad Italiana Francisco Crispi, en la calle Dorrego, donde hoy se encuentra el edificio de la Biblioteca 1° de Mayo.

Para hacer funcionar al equipo se utilizó una dínamo de una máquina trilladora, propiedad de Juan Baldana, padre del que después fuera director del diario El Popular, y en otras de las proyecciones se utilizó la electricidad que les facilitó el Molino La Clara.

En este mismo año “se realizaron proyecciones en  el local de la cervecería de  Claudio Meyer, instalado en Alsina y Belgrano (hoy local ocupado por una heladería), donde los con­currentes podían observar ‘las vistas’ entre sorbos de espumosos vasos de cerveza” (1).

Al año siguiente,  Balbino González  en  el salón comedor del Hotel  Central, ubicado en la esquina de San Marín  y Rivadavia, exhibió figuras animadas ante un reducido número de per­sonas. Después las realizaría la firma Rivadeneira, Lettieri y Cía., con escaso éxito. En este mismo año, Claudio Presa en el Hotel Colón de la calle General Paz, entre Vicente López y Rivadavia, intentó con equipo propio poner al alcance del público las úl­timas novedades de la «fotografía con movimiento».

Después de estos ensayos vendrían los hermanos Montalvo, quienes instalaron en la calle Vicente López, entre Belgrano y Dorrego, el cine-bar El Edén, en el que para presenciar la función era indispensable la consumición obligatoria. «Los espectadores se ubicaban junto a las mesas y ahí se bebía y se fumaba, sin considerar incorrecto mantenerse con el som­brero puesto. Para esa fecha, las familias asistían a la función y las niñas y los jóvenes cubrían la «con consumición  obligatoria» frente a un platillo de pa­pas fritas o de aceitunas.»(2)

En 1910, surgió el cinematógrafo de Pedro Medi­na en la esquina de Pringles y Dorrego, que tenía idénticas particularidades que El Edén.

En 1913, se proyectaron películas en el local de la Sociedad Italiana Menotti Garibaldi, ubicado en la calle Dorrego, entre Rivadavia y Moreno, donde actualmente está la sede de la sociedad italiana, realizadas por la empresa de José María Ventre.

Cine Teatro Menotti Garibaldi

También en este lugar comenzaron las funciones teatrales, y por él desfilaron compañías de ópera, músicos de renombre, ilusionistas y acróbatas. Después se convertiría en un cine bar y más tarde en cine.

Cine El Águila

 Al cine El Edén le siguió El Águila en el mismo lugar, con diferentes propietarios: Ventre y Cía, Ventre y Perrone y Ventre y Canevello. 
En el comienzo, la parte musical estaba a cargo de un pianista que trataba de acompañar los movimientos de la película. Luego, un conjunto de músicos ar­monizaba al iniciarse la función y en los intervalos de la misma.
El 24 de febrero de 1915, se inauguró el Cine Perrone en la calle General Paz y Vicente López, y poco después, en sociedad con Petrella instalaron en ese mismo lugar el Cine Bar Paris. El 18 de octubre de 1918, en dúo con José Razzano y el guitarrista José Ricardo, actuó Carlos  Gardel, actuación que repetiría el 17 de mayo de 1933, esta vez acompañado de Horacio Pettorossi, Guillermo Barbieri, Ángel Domingo Riverol y Julio Vivas.

Cine Paris

El 14 de noviembre de 1924, se proyecta en el Cine Paris la primera película sonora, que se constituyó en todo un acontecimiento para la ciudad.

Afiche de la primera película parlante proyectada

EL CINE TEATRO MUNICIPAL

El 1 de mayo de 1875 asume como gobernador de la provincia de Buenos Aires el Dr. Carlos Casares. En beneficio del pueblo de Olavarría, el 17 de noviembre de 1875, el nuevo gobernador daría la comisión al agrimensor Juan Coquet para que trazase el ejido. 

El trabajo fue rectificar lo realizado unos años antes por el ingeniero Juan F. Ceztz.

La mensura la inició el 3 de febrero de 1876 y la finalizó el 28 de mayo de 1877. Y el 3 de agosto de 1877, el P.E de la provincia prestó su aprobación.

Como resultado integró 16 leguas al nuevo partido a crearse, y para que las manzanas que tenían frente sobre la ribera del arroyo no resultaran irregulares, dejó un espacio libre de 35 metros sobre el arroyo dando lugar al hoy denominado Parque Mitre.

La mensura dividió la traza del pueblo en ciento veinte manzanas de 86,6m. y reservaba cuatro manzanas para Plazas y edificios públicos, las comprendidas hoy entre las calles Vicente López, General Paz, Dorrego y Moreno.    La idea de hacer un teatro se remonta a 1895. El 4 de octubre de 1895, el Concejo Deliberante resolvió comunicar al intendente que en la sesión de la fecha se acordó reservar el solar norte de la manzana donde se encuentra la Casa municipal, cuyo frente es sobre las calles Vicente López y Belgrano, el mismo lugar donde hoy está el Banco de la Nación Argentina.En 1925 se decidió llamar a licitación para construir un teatro. En enero de 1926 el estudio de del arquitecto F. Marseillan, presenta un anteproyecto para la construcción del mismo. 
Poco después lo haría la firma de los arquitectos Martinoia y Fritzsche, proyecto que finalmente resultaría aprobado el 20 de mayo de 1927. La suma a invertir ascendería a 250.000 pesos moneda nacional. Al votarse el proyecto, los representantes del Partido Socialista y el Partido Conservador, acompañaron el proyecto con la salvedad que la obra más urgente era la construcción de un mercado municipal. La construcción del teatro en ese lugar finalmente no se realizó. La crisis económica de 1929 y el golpe militar de 1930 hicieron que se postergara el proyecto de construirlo. La prioridad para los nuevos ocupantes del Palacio Municipal serían la construcción del Mercado Municipal en 1932 y el nuevo edificio de la municipalidad en 1934.

Proyecto de la firma F. Marseillan

Proyecto de la firma Martinoia y Friztche

Finalmente, la construcción del teatro municipal se inició en 1940, con un nuevo proyecto, en la esquina de las calles San Martín y Rivadavia, frente a la Plaza Coronel Olavarría.  

El edificio de estilo arquitectónico Art Deco, consta de un amplio hall de acceso y una estructura de tres pisos: plateas, pullman y súper pullman. Un escenario de 13m x 8m, y una capacidad para 1020 espectadores.  El Cine Teatro Municipal se inauguró el 7 de julio de 1940, arrendado a la firma Gutierrez y Landeta, ese día se proyectaron dos películas: «Llegaron las lluvias», con Myrna Loy y Tyrone Power, y «Los muchachos se divierten», con Sofia Bozán, Alicia Barrié, Carmen del Moral y Enrique Serrano entre otros.

Edificio del Cine Teatro Municipal

       Interior del Cine-Teatro 

Después vendría el Gran Cine Olavarría, sala que se inauguró el 16 de agosto de 1961. 

El cine en Olavarría,  como un gran entretenimiento social, tuvo sus años  de apogeo  hasta los años 70; con la llegada de los video club y las consecuencias de las  crisis económicas en nuestro país, a  finales de los años 80 quedaba en Olavarría una sola sala de cine y, en 1989, por seis meses  no hubo cines en Olavarría. En 1999,  se abren salas de cine  en el  Hipermercado Toledo  (actual Walmart). 

El Gran Cine Olavarría cierra sus puertas en 2005, la última de las salas históricas de la ciudad. En 2014, donde funcionaba el Cine Paris, se inaugura el Complejo Paris, con tecnología digital y  3D.

Notas
(1)Ayer ..La Hora Actual, página 20.
(2)Ayer ..La Hora Actual, página 20.
Bibliografía
Álbum de Olavarría – 1867-25 de noviembre -1947
Anuario del Diario La Democracia de 1941
Arena, José – Ayer La Hora Actual – 1964
Diario El Popular de Olavarría
Jordán, José V. – Pequeñeces – 1929
Revista Fortaleza. Número 2 – 1976

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