Marechal: “Un libro para los hombres en tránsito hacia el niño”
¿Dónde va a parar un libro cuando lo terminamos de leer? Su contenido intangible vuelve a despertar la conciencia de su autor? El escritor Guillermo Del Zotto propone una reseña con entrevista. Una mirada de la obra leída junto con la imaginaria presencia de quién la escribió o con alguno de sus personajes.

Decía siempre Abelardo Castillo que Leopoldo Marechal, Jorge Luis Borges y Roberto Arlt forman la “Santísima Trinidad” de la Literatura Argentina. Y aclaraba que no importa en el orden que se los nombre. Hoy pondremos primero al autor de “El banquete de Severo Arncángelo”. Con esta novela, Leopoldo Marechal obtuvo su primera resurrección (la segunda fue cuando quisieron rescatarlo del olvido y homenajearlo post mortem, sin saber que aún vivía). En esta primera resurrección, no solamente vuelve a la vida (y a las ventas) la forma mas vigorosa de hacer novelas en nuestro país, sino que además logra un resurgimiento interno, íntimo, que lo reconcilia con su propia voz.
(Re) leer su novela en estos tiempos lleva a que logre una tercera resurrección.
-Su primer y gran maestro fue Salgari. ¿Qué pasos dio usted para llegar de “Adán Buenosayres” a “El banquete de Severo Arcángelo”?
-Lo que yo había soñado en mi niñez era una historia de niños para niños, y lo que había logrado yo en “Adán Buenosayres” era sólo una historia de hombres para hombres. No obstante, mi sueño infantil quedó en pie; y lo realizo ahora en “El banquete de Severo Arcángelo: se dirige, no a los niños en tránsito hacia el hombre, sino a los hombres en tránsito hacia el niño.

-¿Cómo cree que los lectores del futuro podrán adivinar un libro atractivo tratándose de una novela humanística, filosófica y tan profunda de la mano de su protagonista Lisandro Farías, el metalúrgico de Avellaneda?
-Es, sin dudas, una novela de aventuras. También se le puede cambiar el nombre: “de suspenso”, si usted quiere. No se olvide que lo que también quise hacer es salvar del infierno a mi héroe de Adán Buenosayres.
-Yo diría, una novela de aventuras de las ideas y del espíritu. Al mismo tiempo que una argentinidad imbatible en el lenguaje y en los modos de sus personaje. Y además un vanguardista toque del género fantástico con un poco de “Los siete locos” y un poco mas de “La invención de Morel”.
-La misma ciencia moderna, tanto en lo macrocósmico como en lo microcósmico, toca ya las fronteras de lo corporal con una realidad que todavía no entra en sus investigaciones ni tiene por qué entrar en ellas. La verdad es que ningún descubrimiento de la ciencia ha contradicho ninguna verdad revelada.
-¿Cómo le pediría a Lisandro Farías, el metalúrgico de Avellaneda, que siga impactando en los lectores?
-Que, a diferencia de mi héroe anterior, pueda mostrar sus vías de un “ascenso” correlativo desde el infierno que se la ha planteado. No darle esa oportunidad es una maldad sin gloria en la que no cayó ni Homero ni Virgilio ni Dante Alighieri. Dios quiera que pueda cumplir sus propósitos.
El Indio Solari lee fragmento de «El banquete de Severo Arcángelo»
delaltillo Ediciones. Se ofrece Taller literario y de Tutoría de la Obra en Proceso. Edición integral, publicación y venta de libros. Consultá
Facebook: Letras del altillo
Maill: [email protected]
Instagram: delaltilloediciones
Escuchá “La columna del altillo” en el programa Radioaficionados, sábados de 10 a 13 por 90.1 Radio Universidad
Los comentarios están cerrados.