Reynaldo Warman presentó sus memorias este sábado
En un acto que se realizó este sábado en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, el periodista, locutor y publicitario Reynaldo Warman presentó la cuarta edición de sus memorias tituladas «80 Veces Gracias».
El acto que se desarrolló a sala completa, fue iniciado por las palabras del locutor Jorge Scotton quien presentó al Dr. Adolfo Rocha Campos y su esposa, Aurora Alonso quienes destacaron el trabajo de compilación de Warman en su libro.
Luego su nieta Pierina Amanzi Warman, alumna del profesor Adam Trimigiozzi, interpretó una canción en homenaje a su abuelo.
Mas tarde el arquitecto Pablo Bologna, en un piano de cola que estaba ubicado en el salón regaló muy buenas versiones de clásicos del tango de Astor Piazzola.
Por último Reynaldo Warman destacó y homenajeo a las instituciones y personas de Olavarría que con su presencia en el acto y en el libro hacen grande a esta ciudad.
En esta oportunidad se hizo entrega de ejemplares a las Damas Vicentinas de la Sociedad de Beneficencia «San Vicente de Paul», con lo cual el autor puso de manifiesto el reconocimiento a esta institución que administra el Hogar de Ancianos, de Damas y de Hombres, y cuyo producido es destinado en forma íntegra a la entidad por la tarea desinteresada que cumplen.
El Maestro Ramos una sorpresa en la presentación
Ingeniero en Minas, que llegó a una agreste zona de la provincia de San Juan para explorar un yacimiento y se quedó como maestro rural para toda la vida, nacido en Hinojo, regresa cada año a nuestra ciudad donde la gente le dona elementos muy importantes para su escuelita de frontera.
El maestro Ramos, con 31 años educando a chicos de frontera en Balde de Leyes, paraje cercano a territorio chileno, mantiene intacta su «vocación de enseñar» y muestra el orgullo por su condición de maestro rural.
Hoy tiene 21 chicos que recorren a lomo de burro, por senderos inexistentes, el camino a la escuela. Este maestro los educa y les da de comer; les enseña y los forma en un oficio, como si fuera una salida laboral.
«En mi escuela -dice Ramos con orgullo- mis alumnos aprenden a leer y a escribir, a hilar, a trenzar lazos y a hacer el pan».
Ramos se mostró agradecido con Warman y la comunidad de Olavarría y recordó a quienes desde siempre lo ayudaron a conseguir elementos de importancia para educar en una escuela de frontera, aislada de los centros urbanos.
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