Cuando leer se vuelve un desafío


Escribe: Lic. Marcela Blaufuks

Los datos hablan y así lo expresan los arrojados por la Prueba Aprender tomadas en noviembre de 2024 a una muestra de 91.042 estudiantes de tercer grado de 4.178 escuelas de todo el país. El objetivo, obtener información sobre las características de las condiciones de enseñanza y aprendizaje para construir un diagnóstico nacional y jurisdiccional de las habilidades lectoras. Siguiendo lo difundido por la Secretaría de Educación el 24,5% de los estudiantes se encuentra “en proceso” de alcanzar el nivel esperado y 3 de cada 10 están “significativamente rezagados”. La prueba contempla seis niveles de desempeño para medir las habilidades lectoras al terminar el primer ciclo de la educación primaria. El primer nivel comprende “lectores incipientes” que sólo pueden leer palabras con soporte de imagen hasta el nivel 5 que incluye aquellos que comprenden textos complejos de forma literal, inferencial y reflexiva a la vez que establecen inferencias complejas.


Del análisis presentado surge que el 45 % de los estudiantes de tercer grado logra el nivel esperado de lectura mientras que el 30, 5% queda rezagado y el 24,5% se encuentra “en proceso”. Se evidencian vinculaciones asociadas al nivel socioeconómico de los estudiantes y de las escuelas de gestión estatal y privada donde la brecha impacta negativamente en los que menos tienen. Los resultados expresan además, asimetrías entre las provincias donde se pone de manifiesto diferencias en la tarea alfabetizadora. Desde el constructivismo hasta el estructurado con conciencia fonológica, los métodos de enseñanza conviven a lo ancho y largo de la Argentina.


¿Por qué la lectura es importante?


Uno de los pilares de la Escuela es la Alfabetización y ella se convierte en la base de la Educación. Sin Alfabetización el camino se vuelve complejo donde el norte de formar ciudadanos críticos para las Democracias incluidos en un mundo laboral cada vez más complejo, se vuelve utópico.
En la era del tráfico de la información a través de múltiples plataformas, de la inmediatez informacional y la conversación más parecida a un tuit de 140 caracteres resignificar el valor de la “lectura” se vuelve un trabajo que merece esfuerzo y creatividad. Este aspecto es medido en la prueba y arroja que la lectura no se encuentra entre las actividades más desarrolladas por los estudiantes, el 50% afirma leer en el tiempo libre, mientras que ver videos cortos en redes sociales alcanza al 79,1%. Además más de la mitad de los estudiantes de tercer grado tiene un celular propio, y entre quienes no lo tienen, la mayoría utiliza el de sus padres. De esta forma 83% de estudiantes accede al celular en 3° grado.


Más allá de las opiniones pesimistas y la expresión de que “todo pasado fue mejor”, es urgente atender a la complejidad del tema para no quedarnos en la crítica y avanzar desde nuestro lugar en la superación de esta realidad que no sorprende. Para entender un poquito más, es importante comprender que desde que nacemos somos sujetos activos del lenguaje percibiendo multiplicidad de textos que nos rodean a la vez que nos convertimos en intérpretes productores de sentido y constructores de significado. Cuando llegamos a la escuela somos la experiencia abierta a una propuesta formal que supone un acuerdo político expresado en el curriculum. Así, múltiples puntos de partida expresan lo diverso a la vez que supone un desafío profesional para los maestros llegar a que todos aprendan a leer comprendiendo textos cada vez más complejos. Es necesario, en este sentido pensar una escuela que habilita el espacio para que aprender a leer suceda, contemplando la diversidad con docentes capacitados para liderar pedagógicamente el proceso.


Las familias tienen un rol importante en este camino. Acercar libros desde edades muy tempranas hace a la experiencia, enriqueciendo el vocabulario, desarrollando el diálogo que ayuda a la comprensión de los significados y ampliando el universo cultural. Los libros aportan riqueza estética, habilitan juegos del lenguaje, miradas compartidas, ritmos que fluctúan, emociones que afloran en tonos e intensidades. En ese compartir se construye el lenguaje, se enriquece el vocabulario, se comparten interpretaciones, se disfruta del otro.


En el ámbito de la escuela leer, se vuelve cada vez más independiente a la vez más complejo. La lectura es una habilidad fundamental para el aprendizaje, la comunicación y el acceso al conocimiento. Permite adquirir información, explorar ideas, expandir el vocabulario, desarrollar el pensamiento crítico y la imaginación, así como acceder a diferentes perspectivas y culturas. Además, la lectura puede ser tanto una actividad individual como social, ya que puede realizarse de manera solitaria, para el propio entretenimiento o en grupo para discutir y compartir ideas. Lo más importante es proporcionar un entorno rico en experiencias de lectura y apoyar el desarrollo de habilidades desde una edad temprana. Esto incluye leerles a los niños, ofrecerles acceso a una variedad de libros y materiales de lectura, fomentar la exploración y la curiosidad, y responder a sus preguntas e intereses sobre el mundo que les rodea.


En este sentido y avanzando en su comprensión la importancia de la lectura en la vida propicia el desarrollo cognitivo: al leer, ejercitamos la memoria, la concentración, la atención y el pensamiento crítico. Además, la lectura fomenta la creatividad y la imaginación al transportarnos a diferentes mundos y realidades. Otro aspecto esencial es la adquisición de conocimiento. La lectura es una herramienta clave para adquirir información y conocimientos sobre una amplia variedad de temas. A través de ella, podemos explorar diferentes culturas, disciplinas académicas, períodos históricos, perspectivas filosóficas y mucho más desarrollando el vocabulario y la expresión. La exposición regular a una amplia gama de palabras en contextos diversos enriquece el vocabulario. Cuanto más se lee, más palabras nuevas se aprenden y mejora la capacidad para expresarse de manera clara y precisa tanto verbalmente como por escrito. Otro aspecto de importancia es la mejora de la comprensión y habilidades comunicativas. Leer mejora la comprensión lectora y la capacidad para interpretar, analizar y evaluar la información. Además, al leer una variedad de estilos y géneros literarios, se desarrollan habilidades de comunicación más efectivas a la vez que nos vuelve más adeptos a comprender y responder a diferentes formas de expresión escrita. El fomento del pensamiento crítico, clave en la Democracia y el complejo mundo actual se desarrolla a través de la lectura que invita a cuestionar, reflexionar y formar opiniones sobre lo que se está leyendo. A través de la exposición a diferentes puntos de vista y argumentos se desarrollan habilidades para analizar y evaluar la validez de la información, lo que ayuda a tomar decisiones.


El proceso de aprender a leer es fundamental en el desarrollo individual y colectivo de una sociedad. No basta con señalar el problema sino comprometernos en su análisis e intervención. El valor de medir es actuar sobre los resultados que nos hablan de la necesidad de repensar los procesos a partir de políticas y programas. En este camino, reconocer la importancia de los maestros, su formación profesional y condiciones de trabajo es esencial. Entender la importancia de contar con entornos adecuados para el desarrollo de habilidades lectoras es además construir una cultura de lectura dentro y fuera de la escuela. Los datos hablan, podemos simplificar las respuestas o pensar la complejidad del problema para comprometernos como sociedad en encontrar caminos superadores.

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