Juan Pablo Pompei en CoNverSo: «Hoy el sistema me valora más»


El ex árbitro internacional Juan Pablo Pompei fue protagonista de CoNverSo el ciclo de entrevistas que produce En Línea Noticias y conduce el periodista Fabricio Lucio.

Cada semana, CoNverSo se consolida como un espacio de charla en profundidad para conocer aciertos, errores, frustraciones y éxitos de personas, personalidades y personajes de Olavarría. Todos los miércoles a las 19 horas se estrena un episodio donde siempre hay tela para cortar.

Pompei – durante más de una hora de charla – habló de muchos temas entre ellos lo que pasa con el fútbol en la adolescencia y el rol de los padres y madres.

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«En el fútbol hoy hay una generación que se cree que todos van a ser Messi, yo los admiró a esos papás que tienen la suerte de poder ir lunes, martes, miércoles, jueves y viernes a ver los entrenamientos de los hijos. Yo paso por un club y veo que la calle Cerrito está un lunes a las cuatro de la tarde todos los papás sentados y mirando un entrenamiento. Mi papá no fue nunca a verme a un entrenamiento y no lo sufro, no tengo un trauma», contó Juan Pablo Pompei para contextualizar su mirada sobre el rol de los padres y los jóvenes futbolistas.

Tras eso contó una de sus tantas anécdotas donde relató el testimonio de un joven futbolista que frente a sus compañeros y una psicóloga en un evento realizado años atrás en un club de la ciudad expresó que lo ponía mal que su papá le grite mientras jugaba. «Si el pibe se pone mal por eso algo estamos haciendo mal como padres, algo estamos haciendo mal», se lamentó.

Siempre en el análisis sobre el desarrollo del fútbol de inferiores, Pompei dijo: «yo sé que todos queremos que los chicos sean Messi, pero Messi hay uno. Yo veo que hay demasiadas pruebas» y reflexionó, «doce años que el nene se vaya a Buenos Aires a vivir solo a una pensión. No es muy chico todavía. Después si a ese chico le va mal, a los catorce vuelve cómo absorbe ese fracaso.» Tras eso recordó, «los Alves se fueron a los 16, Paternó se fue a los 16, a los doce años, hoy, son unos nenes. Llevarlos a Buenos Aires, solos a una pensión, con el submundo que es Buenos Aires, yo estoy en Buenos Aires y no están las cosas lindas en Buenos Aires. Después pasa esto de los abusos de menores en las concentraciones, no son muy chiquitos.»

Siguiendo en su minucioso análisis reiteró que en la actualidad hay muchas pruebas de jugadores en Olavarría y dijo, «vos te crees que todos llegan. Yo algo de fútbol entendiendo: quién era un fenómeno en la 2001, Pedro De la Vega, llegó De la Vega. Quién era otro fenómeno, Janson. Y llegó Janson y en la 85 era Abelairas.»

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«Yo veo que hay una presión desmedida en los chicos», resumió su análisis dejando en claro que eso mismo sucede entre los nuevos y jovenes árbitros. Siempre en relación a los nuevos árbitros agregó que no hay formadores dado que «somos pocos locos que nos retiramos y seguimos dando clase», dijo.

«Al principio de la carrera me llevé mal con la presión»

Juan Pablo Pompei – en otro tramo de la entrevista – habló de cómo transitó la presión de ser árbitro desde sus inicios hasta el momento en que le tocó dirigir partidos internacionales.

«Al principio de la carrera me llevé mal con la presión. Yo veía que me había puesto una meta y veía que no iba a llegar, la critica que siempre me hago es que no me valoré. Me valoré de grande y hoy el sistema me valora más de lo que yo pensé que era. Hoy el sistema me dice: ojalá hubiera diez tipos como vos en el arbitraje. Entonces digo, algo bien he hecho», contó.

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Tras eso confesó cuándo fue el momento en que más disfrutó de ser árbitro: «Lo disfruté mucho desde los cuarenta en adelante. Es como que me liberé, como qué logre mi objetivo y estaba donde quería estar. La gente me quiere, la gente me reconoce, no le tengo que rendir cuentas a nadie. Ahí lo empecé a disfrutar. Pero hasta que llegué a árbitro internacional era un martirio, vivir pendiente de lo que ponía el Olé, lo que decía Mariano Closs. En un momento dije, ya está. Estoy haciendo lo que a mí me gusta, me pagan por hacer lo que a mí me gusta, estoy donde quise estar, tengo que disfrutar. No me quedó ninguna deuda pendiente, la única deuda pendiente, ni siquiera fue dirigir un Boca – River, es no haber ido a un Juego Olímpico. Cambiaron los sistema de FIFA, bajaron las edades y no se me dio. Pero la verdad, después de los cuarenta, disfruté y los últimos años era una felicidad ir a dirigir.»

«José nunca pudo»

Juan Pablo Pompei es hijo de árbitro, hermano de árbitro y padre de árbitro, por eso en la entrevista no faltaron momentos en que mencionó la relación con su padre y su hermano y hoy con su hijo Valentín, que desde muy joven ya ha sido contratado por AFA.

Sobre la no llegada de su hermano José María a AFA dijo, «José nunca pudo. Primero porque no se podía y después cuando pudo, eran muchos requisitos. José María no tenía secundario terminado, él hizo hasta tercer año, era medio vago. Después hizo un curso de soldador pero en AFA no se lo avalaron. No la vio. Y él estaba muy bien en una cementera, en un cargo jerárquico. Valoró la familia y no vio el camino. La gran frustración de su vida fue no poder dirigir en Buenos Aires.»

«Ya cuando yo empecé a dirigir en AFA, él se retiró», señaló en referencia a su hermano y dijo, «Yo tenía que llegar a donde no llegaron papá y José María: ser árbitro internacional.»

También habló de su padre y dijo, «él dejó la vida por el arbitraje. Fue su vida

No dudó en afirmar que su carrera como árbitro fue «saldar una deuda» para con su hermano y su padre.

También habló de su hijo Valentín, «empezó a dirigir Primera a la edad que yo estaba empezando a dirigir en la Liga.»

El menor de los Pompei ya está contratado por AFA y Juan Pablo reconoce que ha sido duro con él: «cuando le fue mal en Ferro-Estudiantes le dije de todo, estuve como un mes sin hablarle y el otro día me lo recriminó. Encima querés que te felicite, le digo. Soy muy severo, por eso no voy a verlo. Hago mi autocrítica, pero el día que me hizo caso la rompió, la otra vez que dirigió Embajadores – Racing. Yo creo que él busca diferenciarse de mí, como yo no era un árbitro permisivo y era poco dialoguista con los jugadores. Eso yo lo hice mal, pero tampoco te pases de la raya.«

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