ECONOMÍA/ Gabriel Schmale
En su habitual columna económica, el contador Gabriel Schmale habló de los datos brindados por el INDEC que una vez más marcaron 0.7 de inflación en febrero con algo más: que la canasta básica alimentaria en Argentina no aumentó nada.
Recordamos que desde 4 años atrás, hay un quiebre entre las mediciones privadas y provinciales. “Se rompió el termómetro”.
Schmale sostuvo que la intervención del INDEC hizo reducir de noventa mil a menos de treinta mil los precios relevados en los distintos negocios. Redujo la cantidad de productos y servicios. Como si nosotros en lugar de consumir una variedad de productos pasamos a consumir un tercio de esa variedad.
El consumo se mantiene como uno de los motores de la economía. Pero poco a poco se va desgastando producto de la inflación.
Por efecto de la inflación, los salarios se están quedando sin combustibles. El salario se frenó un poco antes de lo que se esperaba. Una vez que se definan las paritarias esta situación se va a revertir. Esto podría estar adelantando el aumento salarial.
La compra de electrodomésticos y muebles esta cayendo. El consumo si se mantiene firme en alimentos y compra de primera necesidad indudablemente le voy a restar a la compra de las demás cosas.
Cuando hay inflación lo que sube, son los niveles de pobreza ¿porque persisten altas tazas de pobreza luego del alto crecimiento en Argentina? El 25 por ciento de los ocupados informales, es decir, un cuarto de los que trabajan en negro son pobres, mientras que los trabajadores en blanco se reducen a apenas el 5 por ciento.
Si se admite la asociación entre trabajo en negro, productividad y pobreza puede comprenderse porque en este último tiempo persiste un alto crecimiento económico, caída del desempleo y aumento de pobreza.
El contador fundamenta la noticia en la siguiente nota:
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