Remo Carlotto en Olavarría por la Semana de la Memoria

Se hicieron presentes en la jornada el titular de la Comisión por la Memoria local, Carmelo Vinci; Rosana Cassataro, integrante de APDH y responsable de DD.HH. de SUTEBA, militantes políticos y público en general, sobre todo jóvenes, cuestión que llamó la atención de los organizadores.
“Este 24 de marzo nos encuentra en el marco de una discusión que abarca los derechos humanos desde su más amplio espectro” expresó Carlotto (hijo de Estela, titular de las Abuelas de Plaza de Mayo); y agregó que “esta discusión de centra en la distribución de la riqueza. Los sectores poderosos están crispados porque tienen miedo de perder sus privilegios, en manos de un espectro social mucho más amplio” sostuvo.
En este contexto, definió al Golpe de estado de 1976 como una “dictadura cívico – militar”. Dicha dictadura significó un genocidio sobre la persecución y exterminio de miles de personas, pero también representó un genocidio social, a través de la destrucción de las PyMes, la pérdida de puestos de trabajo, la destrucción de la infraestructura del Estado y los valores esenciales de la soberanía nacional; situación que terminó de eclosionar en el 2001, afirma Carlotto. “La Argentina del 2001 es la realidad concretada del país de Martínez de Hoz, que significó la pérdida de derechos” enfatizó.
El diputado planteó que los derechos humanos son juicio y castigo a los culpables y recuperación de la memoria, pero también igualdad de oportunidades para todos en este país, en especial los chicos. En este punto destacó la implementación de la Asignación Universal por Hijo, mediante la cual muchos jóvenes ingresaron o volvieron a la escuela, si bien admitió los problemas de infraestructura que ello conlleva.
Por otro lado, la disertación de Carlotto hizo hincapié en la dicotomía entre realidad virtual y mundo real. De acuerdo con el funcionario, desde ciertos sectores políticos y corporativos poderosos, se “construye” una realidad imaginaria, que no condice con los hechos reales. Los grandes multimedios corporativos, funcionales a dichos sectores, reproducen esta pseudo realidad.
El funcionario incluyó además al sistema judicial en este contexto de poder e intereses creados, y habló de “depurar” la Justicia. “Pero ninguna institución se autodepura. Tiene que existir para ello un contrapoder, y movilización popular” sostuvo.
Resaltó la importancia de trabajar por la inclusión social, a raíz del fomento de educación y empleo para todos. Además destacó la necesidad de una transformación económica, institucional, y, sobre todo, cultural, la más difícil de lograr, según argumentó.
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