En Tandil y en la provincia cae el consumo de Cerveza Artesanal

Lo confirmó la Cámara Bonaerense de Cerveza Artesanal. Los datos están en sintonía con Tandil, Mar del Plata, Berisso y La Plata donde el consumo bajó 30%. “Las pymes están soportando la inflación” dijeron desde la entidad.

La radiografía es similar en muchas ciudades del país: cayó el consumo de cerveza artesanal, aumentaron los insumos, subieron los servicios, se frenaron los proyectos de inversión y aparecieron nuevos bares. Los datos que se manejan en la región hablan de un 30 por ciento de caída de la actividad.

El mercado de la cerveza artesanal creció en los últimos años a la par de los cambios en los hábitos de consumo. Fábricas, cervecerías, puestos de recarga y puestos de trabajo. Aunque la crisis económica que lleva varios meses con una devaluación en el medio que impactó de lleno en los costos de producción impactó en el sector.

Insumos

Armando March, fundador de Quarryman y titular de Harriz, señaló a El Eco de Tandil que “tenemos insumos importados cuyos precios están dolarizados, por ejemplo los lúpulos y algunas maltas. Lo mismo lo que son de producción local: se ataron al dólar, porque ellos saben que si no le compramos lo tenemos que hacer de forma importada. Por ejemplo, la malta que se produce en Tres Arroyos aumentó un 150 por ciento en el último año”.

“También sabemos lo que pasa con la energía. Por otro lado el costo de los fletes es sideral, con lo cual muchos clientes de zonas alejadas como Bahía Blanca, Buenos Aires o la zona del conurbano, dejan de hacernos pedidos”, resaltó March.

En sintonía, Matías Yanuzzio, socio fundador de Tandilia, aseguró a este medio que “este año fue duro para los que estamos en la cerveza artesanal. Los que tenemos fábrica y tenemos bar lo vimos en dos tipos de negocio diferentes la forma que afectó la devaluación”.

“Con respecto a la fábrica tenemos un porcentaje de insumos importados bastante grande. La levadura es el 100 por ciento importada, el lúpulo en un 75 por ciento y la malta en un 40 por ciento en nuestro caso”, dijo Yanuzzio.

Uno de los responsables de Tandilia afirmó también que los movimientos económicos hicieron que los proveedores “se pongan más exigentes con respecto a los pagos. Nadie está dando pagos mayores a 15 días y eso complica porque es difícil con respecto con lo que es fábrica cobrar a 15 días. Se hizo una pelota bastante grande y que está afectando”.

Trasladar el costo al precio

Ambos referentes de la cervecería local aseguraron que a pesar de los fuertes incrementos sufridos en la producción resulta “casi imposible” trasladarlo al producto final. “De ninguna manera podemos dolarizar el precio del litro, pudimos hacer retoques mínimos para no caer ni trabajar a pérdida. Pero de ninguna manera trasladamos el precio. El final de la ecuación es una pérdida de rentabilidad enorme”, resaltó March.

“No se pueden reflejar los incrementos en el precio. Hay insumos que aumentaron un 100 por ciento y eso no se puede trasladar en el precio de la cerveza final porque no se lo vendés a nadie. Son muy pocas las fábricas que lo hicieron”, aseguró Yanuzzio.

Competencia

Otro punto que incidió negativamente en los últimos meses para la baja de la actividad es la aparición de nuevas ofertas de bares en Tandil.

“Vale señalar la invasión de cervecerías foráneas en la ciudad, hay una guerra de precios en toda la plaza porque hay cervecerías que necesitan colocar su producción y hacen cosas sin escrúpulos, no todas claro, pero sobre todo las más nuevas que no tienen los códigos de los cerveceros antiguos”, criticó el fundador de Quarryman.

Por su parte Yanuzzio afirmó que “se están abriendo demasiados bares y es obvio que la demanda se va a repartir. Del año pasado a este momento hay muchos más lugares y faltan abrir dos más antes de fin de año. Ha bajado el consumo en los bares porque hay mucho más oferta de lugares”.

Corto plazo

Las inversiones también se frenaron. En el caso de Tandilia, Yanuzzio destacó que “nosotros hicimos una inversión bastante grande el año pasado por lo que no nos afectó en su totalidad la devaluación de este año. Ahora estamos tratando de que pase el mal momento”.

Similares deseos a corto plazo destacó March: “Estamos tratando de aguantar, de mantener los precios bajos para no parar la inercia de la producción, tratando de no despedir personal y esperando que en algún momento se empiece a normalizar el mercado”.

 

 

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