Inician una demanda de «mala praxis» por el fallecimiento de un chico de 14 años

Los padres de Bautista Iglesias, un adolescente de 14 años que falleció en febrero de 2023 tras una intervención quirúrgica, enviaron una publicación a En Línea Noticias que revela detalles de la demanda que se inició tras lo que se considera en principio un caso de «Mala Praxis.» En ese sentido prefieren por el momento, tras el proceso legal iniciado no dar nombres propios de los involucrados y demandados para no entorpecer el trabajo de la Justicia pero si dar a conocer su versión de los hechos.
Somos Juan Cruz Iglesias y Gisele Hernández Reyes, padres de un hijo que nos arrebataron por una mala praxis el día 18 de febrero del 2023. Esta es la historia que queremos que se conozca la que tuvimos y tenemos la desgracia de vivirla.
Ese día llevamos a nuestro único hijo Bauty con un dolor abdominal a la guardia del hospital, el pediatra de turno llamó al único cirujano pediátrico que hay en la ciudad, quien determinó que era un apéndice inflamado sin riesgo de que sea peritonitis. Nos dijo que ya que estaba ahí él, lo iba operar, pero que vayamos a CEMEDA, donde le iba a realizar la operación laparoscópica teniendo en cuenta que teníamos obra social.




La pesadilla que aun vivimos comenzó cuando nos llamó a la puerta de cirugía y nos dijeron que algo no andaba bien y que había que llevarlo de urgencia a terapia al Hospital Municipal, a donde lo terminaron llevando.
Allí, fueron 16 horas de incertidumbre, nadie nos decía nada, veíamos que pasaban, iban y venían, corrían, y nadie nos decía nada. Lo intervinieron una vez más este único cirujano pediátrico junto con otros para parar un sangrado. Hasta ahí lo único que sabíamos, no nos daban información, solo decían que todo estaba bien y que él estaba estable.
Llegado el último momento una vez más en terapia, este cirujano pediátrico a mi Gisele Hernández, me miro a los ojos, me toco el hombro y me dijo: “Tranquila mamá, todo está bien.”
Como mamá y papá estábamos juntos esperando alguna respuesta, cuando salieron dos terapistas que no habíamos visto aún, y hacemos mención de ellos porque fueron los únicos que tuvieron el valor y la calidad humana de sentarnos, mirarnos y explicarnos lo que pasó. Que Bautista había llegado muy mal de CEMEDA, que ellos estuvieron todo el tiempo a su lado porque lo único que podían hacer era intentar reanimarlo una y otra vez sin respuesta. Y que había llegado el momento de despedirnos de nuestro hijo, porque ya no tenía más fuerzas para seguir luchando. Ellos, los únicos dos, dijeron la cruda verdad, cuando todo el tiempo los cirujanos nos habían dicho que estaba bien, que estaba estable.
¿Por qué nos mintieron? ¿por qué lo ocultaron? Si sabían, desde CEMEDA, que no había nada que hacer.
En el juicio “Hernández reyes Gisele y otro contra Municipalidad de Olavarría y otros, sobre prueba anticipada” expediente numero 22859 tramitado en el Juzgado Contencioso Administrativo De Azul.
La pericia determinó la causa de muerte
Shock hipovolémico, hemorragia retroperitoneal por lesión vascular. La lesión vascular consistía en una lesión de la vena cava que le había producido la hemorragia.
Esto quiere decir que el cirujano pediátrico quizás con la participación de algunos otros de los médicos demandados (la justicia dilucidará que responsabilidad le cabe a cada uno de los profesionales intervinientes) le realizó una operación en la cual producto de una mala praxis alarmante le rompió la vena cava y posteriormente continuaron con otras prestaciones médicas erradas que impidieron pararle el sangrado y que lo llevaron a la muerte.
Ahora está en trámite un juicio por daños y perjuicio en el mismo juzgado. Que la condena a este “profesional” y a todos los que la justicia determine responsabilidad además de jurídica sea social.
Porque la justicia determinara un resarcimiento en plata que será groseramente insuficiente porque no hay plata que nos pueda reparar una angustia con la que vamos a convivir por el resto de nuestros días.
Mientras tanto, el o los médicos responsables caminarán tranquilos por la calle y lamentablemente quizás sigan operando porque tampoco existe en nuestro país un sistema punitivo eficiente que castigue a quienes por negligencia o incapacidad producen este tipo de daños irreparables.
Cuidemos a nuestros hijos para que nadie más tenga que pasar el dolor que vivimos día a día,
Levantemos las voces porque sabemos que este no es el único caso. Que el miedo no te paralice. Que la pérdida de un hijo no te quite la voz. Y recordar que no denunciar es seguir tapando complicidades.