MAUS

Comentarios sin “spoilers” sobre los dos libros que componen la obra MAUS. Un cómic aterrador sobre la historia real de la familia de Art Spiegelman.


Por: Arq. Jorge Hugo Figueroa. Tiempo de lectura estimado: 4:00 minutos

Era una tarde marplatense de invierno, a mediados de los años noventa, estaba con muchas ganas de leer un libro novedoso, alguna historia real, algo relacionado con historias de supervivencia, segunda guerra mundial… Bueno, un poco ese era el panorama, las expectativas. Entre la garúa y la neblina me encuentro pasando el umbral de una librería cercana a la clásica fuente de la peatonal.

Había ojeado varios de los libros y de pronto me llama la atención uno con aspecto de cómic que se encontraba entre la temática de relatos de no ficción. De inmediato me atrajo, no sólo las fuertes gráficas de la cubierta sino las palabras. Se trataba del MAUS de un escritor y dibujante que se llama Art Spiegelman.

Con unos dibujos de líneas en apariencia sencillas transmite la relación con su padre y las estrategias y tácticas que tuvo que llevar adelante éste para sobrevivir primero en la vida diaria y luego en un gueto. Pero también habla sobre las diversas formas que fue ideando para vender, conocer y ser aceptado por sus futuros suegros.

Spiegelman toma los cuerpos de los humanos y les coloca la caricatura de un animal. Pero no la de cualquiera al azar: A los judíos los representa como ratones, los alemanes/nazis (aquí no hace diferencia entre ciudadanos alemanes y aquellos que estaban enrolados en el nacional socialismo o incluso las propias fuerzas militares) están representados como gatos; los estadounidenses, como perros; los polacos, como cerdos, etcétera. Ahora que lo pienso, al retratar a todos los alemanes con el mismo tipo de animal, tal vez esté reflejando que en verdad el criminal Hitler no sólo asume con un gran apoyo popular (es de destacar que no asumió por medio de un golpe de estado como es común observar en diversas crónicas actuales sino que fue en medio de un gran apoyo general). La propaganda nazi comenzaba a ser muy efectiva (y de hecho sería copiada casi a la perfección por regímenes dictatoriales y democráticos). La popularidad de estos asesinos era enorme, se los veía como los grandes salvadores de la Alemania humillada tras la primer guerra mundial.

Como muestra, tengan a bien observar la anécdota de la niñez de “Artie” descripta en las siguientes dos páginas con las que comienza éste primer libro.

Además de conocer las condiciones en las que vivían en la Alemania nazi y los infinitos vejámenes, veremos que nada de eso fue gratuito. Art cuenta en detalle varias de las costumbres o manías que le quedaron como secuela a su padre.
Pasó algún tiempo, no recuerdo cuanto, y me decidí a buscar la segunda parte, no quería quedarme con la intriga de cómo continuaba ésta historia. Fui varias veces a la librería pero aún no llegaba ésta secuela. Hasta que un buen día lo encontré y como coincidió con que tenía algo de dinero extra, lo pude comprar.

Así partí raudo a mi departamento con el “MAUS II” bajo el brazo.

Si el primer libro refleja una gran crudeza, ésta segunda parte es increíble. En el campo de exterminio nazi llamado Auschwitz y también Auschwitz II (Birkenau) donde eran destinadas las mujeres.

La lectura de ésta obra la recomiendo para adolescentes y adultos. También recomiendo dejar de lado, en la medida de lo posible, todo prejuicio hacia los cómics, no es una obra ligera, por el contrario, posee un profundo estudio sobre el contexto en el que se desarrollaron los hechos. Que no los obnubilen los “dibujitos”.

En la medida que nos adentramos en la historia sabremos quiénes son estos dos personajes a los que se les dedica la segunda parte de la historia.

El MAUS II comienza con la reproducción de la siguiente noticia:

No hace mucho tiempo, quienes, medianamente, analizamos los contenidos hemos notado una expresión similar de boca de un político sumamente importante, aunque parezca mentira…

Para no enredarnos en otras cuestiones quisiera contarles que, actualmente desconozco la disponibilidad de ejemplares de ambas publicaciones aunque de seguro habrán salido más ediciones.

La historia, por dura que sea, debe ser conocida, en lo posible, por la mayor variedad de autores posibles, para evitar ser presa de las subjetividades de quienes las cuentan.

Para concluir, es muy importante también no dejar de lado los registros fílmicos (a sabiendas que son el resultado de ediciones y, por lo tanto, de las diversas subjetividades, tal como pasa con la historia contada en libros o audio libros). Hoy por hoy tenemos la fortuna de acceder de manera casi gratuita a registros de casi todos los personajes con una participación relevante e irrelevante para la historia general. Es decir, ya no son necesarios los “intermediarios iluminados” poseedores de un saber tal que dicen que está bien y que no, que es verdad y que es mentira. Con todos éstos datos será más difícil caer en las garras de las doctrinas, provengan de donde provengan.

Desde mi punto de vista, las doctrinas sirven para castrar intelectualmente a los individuos, por lo tanto, hagan lo imposible por sembrar la duda, ya que de ésta nace el pensamiento crítico y la fruta de éste son las verdaderas libertades humanas.


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