Nosotros y la Rusia de Putin


Escribe: Carlos Paladino.

La relación con Rusia, es siempre, tema de resquemor, de escozor, en cualquier individuo dueño de un espíritu amante de las virtudes de la libertad; pero, ahora y ante el evidente retraso de las vacunas Sputnik V – especialmente de las segundas dosis -, se activó la angustia de contagiarse y/o, contagiar a los seres más cercanos e, inmediatamente, se despertó el entrecejo que siempre aflora, cuando de vinculaciones entre los dos países, se trata. La anchura establecida en las relaciones entre Argentina y la Rusia de Putin despiertan la atención y predispone al malhumor de unos cuantos. Hizo falta el incumplimiento de Rusia en la entrega de vacunas para asociarla, ideológicamente, con los temores, los prejuicios que ocasiona la articulación con gobiernos comunistas. Este asunto de las nuevas relaciones bilaterales entre las naciones mencionadas, si bien tienen sus antecedentes, se potenciaron en 2015, con la señora Cristina F. de Kirchner; se trata de una planificación estratégica de contraprestaciones que, hasta hoy estuvieron postergadas. Al menos, así lo creemos. Un asunto lleva a otro asunto. Las gestiones por la fabricación en serie de la vacuna Sputnik V en nuestro país, trajo aparejada la probabilidad de lograr otro tipo de acuerdos de mayor importancia y rentabilidad. Inversiones en emprendimientos de excelencia; de medios técnicos y de equipamiento para las grandes construcciones; obras muy preciadas y necesarias, proyectadas en su tiempo y dilatadas en su implementación.

Los antecedentes a la cuestión que hoy se plantea, los encontramos en RT en español; el primer canal de televisión ruso que inició sus actividades en diciembre de 2009. Llega a más de 10 países de América Latina. Sus noticias se han expandido, gracias a la información recopilada de sus corresponsales. Los hay en Buenos Aires; Caracas, La Habana; México; Miami. También, en Washington y Madrid. Tal vez, algunos más. El medio conversó con la mandataria argentina, el 23 de abril de 2015, en un reportaje que tituló “Histórica entrevista a Cristina Fernández de Kirchner”, en que dijo, entre otras cosas; que “en la negociación”, se había concretado con Putin, “11 acuerdos en beneficio de ambas partes”. Asimismo, y respondiendo a una pregunta del conductor del programa, explicó que ni Rusia ni Venezuela representan un riesgo para América. Antes de finalizar su período presidencial, el 21 de octubre de 2015, en otro reportaje concedido al mismo RT, se refirió a la importancia que originaba la colaboración mutua entre Argentina y Rusia. La “confirmación y la decisión por parte del presidente Putin y de quien les habla, que esta asociación estratégica integral entre la Federación de Rusia y la República Argentina va a seguir” …Yo creo que esto va a ser así, porque nuestra fuerza política va a seguir conduciendo los destinos del país”.

¿De haber ganado las elecciones el peronismo, el ex presidente Daniel Scioli, estaba al tanto del compromiso contraído por la presidente con Vladimir Putin y, a la vez estaba de acuerdo, o acaso ya tenía en mente seguir gobernando en las tinieblas, como lo hace con el Señor Alberto Fernández? Es una pregunta que surge. En la entrevista, ponderó a Putin, por el discurso “estupendo, muy sensato y sincero”, pronunciado en la Asamblea General de la ONU, donde, además dijo que estaba dispuesto a “combatir cualquier tipo de terrorismo” Cristina Kirchner no es una persona que se amilane ante un micrófono; al contrario; entonces, dio punto final al análisis; “La decisión de él (Putin), lo ha convertido en un líder global en materia de lucha contra el terrorismo, a la vista de todo el mundo” (¿?) A ésta; su particular opinión, añadió; “que, si se quiere combatir en serio el terrorismo, lo primero que tienen que hacer todos los países de la ONU, es reconocer al Estado de Palestina, como un Estado soberano”. Al respecto, basta recordar la crítica de la embajadora de Israel en la Argentina, el 12 de mayo, atenta a la posición tomada por nuestro gobierno en la confrontación acontecida entre el grupo Hamas y Tel Aviv. El comunicado de la cancillería argentina, condenó el hecho de violencia e hizo un llamado al “cese al fuego”, pero, dejó asentado el “uso desproporcionado de la fuerza” usada por Israel en la contienda. La observación argentina marca un precedente más, a la hora de formalizar futuros acuerdos entre las naciones. La señora presidente, puso fin a la entrevista, expresando al interlocutor de RT que; “estamos muy contentos (los argentinos) de escucharlos” Las noticias de RT eran un nuevo predicamento en el concierto discursivo político de América Latina.

Formaría parte de los cuerdos, la construcción de la sexta central nuclear argentina a levantarse en Neuquén. La represa Chihuido I, es una obra importante que acarrearía muchos beneficios en el área de los combustibles, más allá, de la creación de 6 mil puestos de trabajo argentinos. Otra obra de magnitud. podría ser el tren Nordpatagónico, un transporte que conectaría el puerto de Bahía Blanca, con otros puertos chilenos. Asimismo, ampliaría el radio de influencia de Vaca Muerta. Se habrían de invertir, 1 mil millones de dólares y, 1 mil puestos de trabajo. Argentina, a cambio, exportaría alimentos y vinos a la Federación Rusa. “Los acuerdos con Rusia empezaron a enhebrarse en 2008, se formalizaron en 2015 y se paralizaron…en la gestión de Mauricio Macri” Así reza la información. Indudablemente, mucha inversión extranjera, en obras muy importante, supeditada a las reuniones definitivas entre los presidentes de los dos países. La producción de las Sputnik V, en Argentina, irían atadas al resto de las negociaciones.
Esta breve reseña busca denotar la fuerte vinculación construida entre el gobierno de la presidente Cristina Kirchner y su igual Vladimir Putin. No es una alianza desconocida y ocultada a la gente. Que nos guste o no, pasa por otro tamiz; pasa por saber si nos conviene una ceñida amistad con un país con los rasgos sobresalientes de un estado autocrático. Vladimir Putin fue el primer presidente en felicitar al nuevo mandatario de Irán, ultra conservador, distante del sentir republicano, al que le propuso afianzar las relaciones bilaterales en determinados asuntos. Putin preside su nación hace más de 20 años, pese a ello, y con estudiados artilugios, amplió la posibilidad de continuar su liderazgo por 2 períodos más. De así quererlo, estaría en condiciones de gobernar hasta el año 2036. De este modo, superaría los años de máxima tiranía en manos de Joseph Stalin, padecidos por el pueblo de Rusia. Cristina Kirchner está jugada con Putin, en eso hay que reconocerle su lealtad al compromiso contraído. Recibió el agradecimiento de aquel, por la postura adoptada en la “cuestión de Krimea”, cuando en 2014, en la península comenzaron las protestas por su independencia de Ucrania. El apoyo fue dado en un marco internacional complicado, en que el G-8, pretende constituirse en G-7, excluyendo a Rusia del grupo. Hay otros elementos que podrían añadirse a los argumentos citados referidos a la alianza Rusia-Argentina; pero, el espacio no lo permite.

Sabemos que no somos los únicos en sufrir la falta de abastecimiento de vacunas, la demora, también la adolece gran parte del mundo; lo que ignoramos. es si los acuerdos con Putin, – aparentemente pausados – obran como condicionantes en el tema vacunas Sputnik V. De ser así, de que vale la alianza en ciernes con un Estado que apela a usos dictatoriales, antidemocráticos, autoritarios, si cuando lo necesitamos nos ladean como “chiripa pa’mear” Una alianza muy positiva, llevada a cabo por aquellos que anhelan perdurar “aeternum” en el sitial del poder absoluto y a los que les conviene, por muchas razones, incursionar en ese tipo de régimen político.

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