Nuestra Señora de Loreto
Una antigua tradición, -corroborada por investigaciones históricas-, afirma que la Santa Casa de Loreto es la casa de Nazaret, donde nació María, tuvo lugar la Anunciación, donde vivió la Sagrada Familia al regreso de Egipto, en la que Jesús compartió 30 de sus 33 años junto a la Virgen y San José, donde luego los primeros cristianos celebraban la Santa Misa.
En el año 1291 cuando los cruzados fueron expulsados de Palestina, las tres paredes de piedra que formaban la casa fueron transportadas por los Ángeles a Dalmacia. La Virgen reveló este misterio a un sacerdote muy enfermo, quien sanó inmediatamente. Las paredes de piedra se apoyaban sobre una gruta excavada en la roca, es la gruta que se venera en Nazaret, en la Basílica de la Anunciación. Asimismo, hay documentos que indican que el responsable del traslado fue Nicéforo Ángelo, comerciante del siglo XIII, miembro de la familia Angeli, gobernadores de Epiro.
Tres años más tarde, el 10 de diciembre de 1294, la Santa Casa fue trasladada a la rivera opuesta del Adriático, a un bosque de laureles en Italia, de allí el nombre de Loreto. Los habitantes del lugar veneraban la imagen de la Virgen María y el Niño en su interior, otros llegaban para asaltar a los peregrinos, por ese motivo ocho meses después, los Ángeles situaron la Casa en una colina, como se originó una disputa por la propiedad de la Casa, nuevamente fue trasladada a un monte de piedras donde permanece en el presente, situada dentro de la Basílica que para ella se construyó. San Juan Pablo II definió al Santuario de Loreto como “El auténtico corazón mariano de la cristiandad”.
Esta advocación mariana fue introducida en América por los Jesuitas hacia 1589. En nuestro país, según la tradición oral, a fines del siglo XVI una tropa de carretas llegó al paraje Capilla Vieja en Santiago del Estero, luego de hacer un alto, al intentar retomar el camino, una carreta quedaba inmóvil, al sacar un pequeño cajón, la carreta marchaba sin dificultad. En el cajón se encontraba la imagen de Nuestra Señora de Loreto, se interpretó que el deseo de la Virgen era permanecer en el lugar, la imagen quedó al cuidado de la india Lula Paya que vivía en un rancho cercano. Nuestra Señora de Loreto era venerada como Madre Milagrosa.
En 1903, por gestión del párroco Prudencio Areal Alonso, el Papa agregó este Santuario de Nuestra Señora de Loreto a la Santa Casa de Loreto; por lo que adquirió la jerarquía de todos los demás santuarios del mundo y en 1943 el gobierno nacional la designó Patrona de la Aviación Militar.
Colaboración de las Misioneras de la Inmaculada, Padre Kolbe