Suba de Tasas: ¿medida de urgencia o desatención al contexto?
El gobierno de Ezequiel Galli aumentó las tasas y eligió el peor momento para comunicar la medida. Aunque el Ejecutivo hizo uso de una herramienta, validada por el Concejo Deliberante, que lo faculta a actualizar los valores de los tributos y corregir el impacto de la inflación, careció de lectura política para elegir un mejor escenario situacional. Más aún si era una decisión que ya estaba tomada, desde hace meses, como lo expresó el propio Intendente.
En el Municipio le restaron importancia al contexto o directamente no lo tuvieron en cuenta. El incremento de un 25% en las tasas municipales fue informado a las pocas horas de sellar un acuerdo salarial con los Municipales y, fundamentalmente, en la antesala de la campaña electoral. La asociación entre estos dos hechos y el aumento de los servicios fue inmediata para algunos sectores de la comunidad y le simplificó el camino a la oposición para exponer sus críticas.
En el caso del arreglo paritario, porque llegó tras un fuerte conflicto que puso contra las cuerdas al Ejecutivo y le ocasionó dificultades para garantizar algunos de los servicios esenciales en el Hospital “Héctor Cura”. La gravedad de los inconvenientes derivó, incluso, en una denuncia penal de un grupo de médicos ante un presunto “riesgo sanitario para pacientes y médicos”. La salida fue un aumento salarial de alrededor de un 50% interanual, más un bono de fin de año y un premio por presentismo. Sin discutir la legitimidad del incremento que percibirán los trabajadores, está claro que el resultado de la negociación tendrá un costo económico alto para el Municipio.
La cercanía entre el aumento de las Tasas y el cierre de listas, abonó la estrategia discursiva del Frente de Todos. El concejal Ubaldo García, no anduvo con rodeos: “Una vez más los olavarrienses vamos a pagar la campaña electoral del municipio” denunció. Consideró que el gobierno local “usó una planilla de Excel y aumenta linealmente todas las tasas” a costa de los bolsillos de los vecinos.
El planteo del contador y vocero del interbloque en las discusiones sobre las finanzas municipales, buscó reforzar el argumento que ha utilizado su espacio político en los últimos dos años: acusar al gobierno de Galli de provocar un descalabro financiero para solventar gastos de campaña o de equilibrar sus malas administraciones (más de $350 millones de déficit en 2019) a través de subas de tasas y ajustes económicos en años no electorales.
“La paritaria está más que justificada y merecida para todos los trabajadores municipales. Pero no debería financiarse con la tasa de servicios urbanos. El empleado municipal cobra un 15% de aumento y tiene que pagar un 25% de la tasa en forma inmediata, ahí se ve el deterioro que nosotros condenamos. Además es importante destacar que Galli decreta un aumento a días del comienzo de una campaña electoral. Se apura para tomar la medida” continuó Ubaldo García.
Ante los cuestionamientos, el intendente Ezequiel Galli se defendió y arremetió contra la oposición. Intentó despegar el incremento tributario de la negociación paritaria y quiso presentarla como una corrección semestral automática ante las penurias de la economía nacional: “Lo teníamos pensado hace dos meses. No tiene que ver con la paritaria de los municipales y en seis meses vamos a volver a retocar las tasas” explicó durante una entrevista con Radio Olavarría.
En esta línea, también hizo declaraciones al programa radial “Desayuno con noticias”.
En diálogo con la periodista Claudia Bilbao advirtió sobre el impacto de la inflación y acusó a lo oposición de fomentar un modelo populista de ciudad: “Aumentamos por lo mismo que tuvimos que aumentar los salarios. Estamos en un país donde el presidente Alberto Fernández no da pie con bola y no puede agarrar la manija para frenar la inflación. Nosotros necesitamos corregir cada una de las tasas. Es el cuarto aumento semestral que hacemos por decreto con los números que nos da el INDEC y creo que la inflación es más alta. El municipio necesita seguir pagando salarios, combustibles, medicamentos, elementos de protección, la recolección de residuos. Todo eso ha tenido un aumento en los costos. ¿Cómo yo voy a congelar las tasas y seguir pagando las cosas con los aumentos que tienen? Es básico.
¿Qué modelo de ciudad queremos? Un modelo populista que le dice a la gente no te aumento las tasas pero las cosas no se pueden seguir sosteniendo. Las tasas deben ir corrigiéndose. No quiero una ciudad populista que le diga la vecino no te aumento las tasas pero complico la administración municipal” advirtió.
Es cierto que las razones esgrimidas por el Municipio acerca de la inflación – y su correlato en las cuentas comunales- resultan comprensibles. Incluso pueden ser asimiladas por sectores medios y populares que entienden, como nadie, el impacto de la suba de los precios en sus condiciones de vida. Pero no todo es lineal y trasladable. La capacidad de respuesta no es la misma. Basta con ver el saldo positivo de los ingresos municipales del primer semestre y la proyección anual de la recaudación que estará por encima de lo presupuestado.
Más allá de los datos duros de las finanzas y de sus posibles interpretaciones, el anuncio de este tipo de medidas requiere de lectura situacional. El incremento salarial a los Municipales y el inminente inicio de la campaña electoral ocurrieron en paralelo a la comunicación del aumento de tasas y habilitaron las dudas sobre su posible correlación. Subir los impuestos siempre será una decisión antipática para la sociedad. Lo único que puede intentar una gestión es interpretar escenarios y amortiguar el golpe.
*Hay edición extra para este domingo con el análisis del cierre de listas
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