Masiva marcha a un mes del asesinato de Fernando Báez Sosa frente al Congreso
La Plata, feb 18 (DIB).- Una multitud se concentró esta tarde frente al Congreso Nacional al cumplirse un mes del asesinato de Fernando Báez Sosa, ocurrido en la localidad de Villa Gesell a la salida del boliche Le Brique. Graciela, la madre del joven, fue la oradora principal de la movilización. Quebrada, pidió «justicia» por su hijo repetidas veces, agradeció a todos los presentes por acompañarla y reiteró que su vida «no es fácil».
La mayoría de las miles de personas que estuvieron presentes para apoyar a Graciela y Silvino, los padres del joven, se acercaron de forma espontánea con carteles con la cara de Fernando y leyendas de pedido de «paz y justicia».
A la concentración asistieron el abogado Fernando Burlando y su socio Fabián Améndola, defensores de los padres de Fernando; el padre de Pablo Ventura, el joven de Zárate que en un principio fue imputado en la causa y nunca había estado en Villa Gesell; miembros de la agrupación Madres del Dolor; Claudia Villafañe, Juan Carlos Blumberg y la hermana Martha Peloni, entre otras figuras.
Fue justamente Peloni quien asistió a Graciela, la madre de Fernando, quien al llegar a la Plaza de los dos Congresos se descompensó al bajar del coche que la trasladó desde su casa.
Entre aplausos y gritos exclamando «justicia», «asesinos», «perpetua» y «se siente, se siente, Fernando está presente», subieron al escenario central Silvino y Graciela, Julieta, la novia del joven, junto a familiares y amigos.
Al dar inicio formal al acto, se proyectó un conmovedor video con fotos e imágenes de diferentes momentos de la vida de Fernando. Muchos de los presentes se quebraron y entre las lágrimas, aplaudieron al ver al joven en pantalla.
Las palabras de Graciela
«Quiero agradecer a todos por haber venido a acompañarme porque mi vida no es fácil sin ustedes y con la ayuda de ustedes se va a hacer realidad que se haga justicia por mi hijo y por todas las víctimas de violencia. Lo que le hicieron a mi hijo es terrible, no le dieron oportunidad de defenderse, lo mataron a traición», expresó Graciela al tomar la palabra. «Era un chico decente, que amaba la vida, a su prójimo, quería ayudar a todo el mundo. Tenía un objetivo a realizar, lo que le hicieron le arruinó la vida a mi esposo, a mí y a todos los que lo queremos. Mi vida no es fácil desde que perdimos a nuestro hijo, era nuestro sostén, mi casa está vacía, cuando me levanto y miro su cama y sé que nunca volverá por lo que le hicieron, quiero justicia por mi hijo», clamó Graciela notablemente consternada.
«No saben lo que extraño cuando me decía ?chau mami?, y le decía ?chau papi?, quiero justicia por mi hijo, que paguen lo que le hicieron, levanto la mano con orgullo porque mi hijo era un chico decente y bueno, deben pagar lo que le hicieron que no quede impune. No voy a bajar los brazos hasta verlo para que mi corazón descanse. Y que mi ángel los bendiga a todos ustedes y les de la fuerza que él me da», concluyó la mujer.
Una oración
En tanto, el diácono Miguel de la comunidad Marianista, dirigió una oración, a pedido de Silvino y Graciela, para todas las víctimas de violencia. Para cerrar, pidió a todos los presentes, sean creyentes o no, del credo que fuera, rezar el Padre Nuestro, tomados de la mano. (DIB) AR
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