Massa afina un plan para que las naftas también tengan un techo de suba del 4%

Es el esquema de aumentos tope por cuatro meses, de diciembre a marzo, que ya rige para otros 80 mil productos. Buscan moderar expectativas y dar previsibilidad en la evolución del precio de un producto clave, que incide en el de casi todos los demás.


El gobierno nacional trabaja para trasladar a los combustibles el esquema de aumento de precios “cuatro por cuatro”, que aplica a los cerca de 80 mil productos que quedaron fuera de los Precios Justos, el pack de 2 mil artículos de primera necesidad –alimentos, bebidas y limpieza, básicamente- que congeló hasta marzo, en acuerdo con unas 102 grandes compañías del sector, que incluye a la cadena del sector con 2.500 puntos de venta de todo el país.

Aunque eso es parte central de la estrategia anti inflacionaria, en el quinto piso del ministerio de Economía, donde tiene su despacho Sergio Massa, creen que una parte importante del “ancla” de precios también tiene que ver con el comportamiento de los 80 mil productos que están en el esquema del 4 por 4: es decir, que aumentarán un 4% máximo en los próximos cuatro meses, desde diciembre hasta marzo.

Ahí, la oferta es mucho más amplia y Massa ya tiene avanzado un esquema, según supo DIB no sería obligatorio sino que pasaría por un entendimiento con las petroleras, para sumar un insumo difundido clave: los combustibles, cuya evolución afecta directamente al comportamiento del resto de la mayoría de los precios de la economía. La idea es que aumenten 4% máximo durante los próximos cuatro meses, del mismo modo que lo harán el resto de los productos de ese segmento.

El movimiento tiene una doble lectura técnica: por un lado, se trata de trazar un horizonte de expectativa de aumentos un poco por debajo de la que se venía consolidando. Hay que tener en cuenta que en el último aumento, del 11 de noviembre, fue del 6% en promedio. Es decir, dos puntos por encima del ritmo que se intenta establecer ahora. En los últimos 12 meses, las naftas subieron 62% en promedio y de lo que se trata es evitar que ese número ahora se dispare.

La otra pata del programa es llevar “previsibilidad” al funcionamiento general de la economía. En un régimen que tiene precios acordados, es importante estabilizar variables tan estratégicas como los combustibles, al menos en el mediano plazo. “Funciona como un ancla, a tono con el resto del programa, que va desde los precios justos al ajuste del gasto y el cumplimiento de las metas con el fondo”, explicó a DIB un funcionario de Economía.

En 2013, cuando se lanzó Precios Cuidados, algo así como la base conceptual de los Precios Justos, estabilizar variables que uno de los requisitos. En ese plano, no hay que olvidar las reuniones periódicas de Massa y su equipo con el gobernador Axel Kicillof, su ministro de Producción, Augusto Costa (el autor intelectual de Precios Cuidados) y el titular del Banco Provincia, Jun Cuatromo. Entre esos funcionarios el intercambio sobre las políticas a aplicar el constante.

En la misma mirada, aunque con una lógica diferente se inscribe la nueva  versión del “dólar soja”, lanzada ayer por Massa, tal como anticipó DIB el jueves. La cotización del billete verde a $230 para los productores y exportadores de soja busca acelerar las divisas y, en última instancia, fortalecer reservas para contener la corrida contra el peso, una de las claves para que no se dispare la inflación. (DIB)  

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