Recitales: entre un 2023 de abundancia y un 2024 que podría marcar el «fin de fiesta»

(Por Hernani Natale). Como una prolongación del 2022, cuando tras dos años de cierres y de aforos limitados por la pandemia de coronavirus los recitales en nuestro país experimentaron un unánime lleno total, sin excepción del nombre del artista ni el reducto donde actuaba, el 2023 sin dudas será recordado en esta materia como una etapa en donde este fenómeno se extendió y se exacerbó al máximo, aunque el panorama político, social y económico pareciera preanunciar que los próximos meses podrían marcar el final de esta «primavera musical».

Además de algunos fenómenos que acapararon la atención pública, como las inolvidables jornadas de octubre que marcaron el debut en la Argentina de Taylor Swift -acaso el evento artístico del año-, o de la amplia variedad de artistas internacionales que visitaron nuestro país; más de una decena de figuras locales se animaron a encarar con éxito conciertos en estadios.

Con la mencionada Taylor Swift como visita más relevante, el público argentino colmó recintos para ver durante 2023 a The Weeknd en sus últimas presentaciones bajo ese nombre artístico, el esperado regreso de The Cure y Blur en el marco del Primavera Sound, la probable despedida de Roger Waters y Deep Purple, el adiós definitivo de Kiss, y la primera vez por estos lados de Billie Eilish y Lil Nas X en Lollapalooza Argentina.

La andanada de visitas internacionales, que sobre el final de año adquirió un ritmo de «paliza», incluyó también a Red Hot Chili Peppers, Pulp, Rod Stewart, Steve Vai, Kraftwerk, Enrique Bunbury, Alicia Keys, Motley Crue, Def Leppard, Black Crowes, Steve Hackett y Marky Ramone, entre tantos. El Primavera Sound también acercó a Pet Shop Boys y Beck, mientras que Lollapalooza hizo lo propio con Twenty One Pilots, Drake Rosalía y Tame Impala.

La diversidad de géneros se pudo apreciar con las actuaciones de figuras tan disímiles como Snarky Puppy, Ricardo Arjona, Marc Anthony, Luis Miguel, Caetano Veloso, Ricky Martin, Carlos Vives y Rubén Blades, por citar apenas algunos.

Todos ellos ofrecieron conciertos en el contexto de estadios -en su mayoría, canchas de fútbol-, o grandes arenas como el Luna Park o el Movistar del barrio porteño de Villa Crespo.

Pero si resultó asombroso el lleno absoluto y la desbordante demanda de tickets ante la presencia constante de figuras internacionales de distintos estilos, más aún sorprendió la gran oferta de shows de estadios por parte de artistas locales con igual o, incluso en algunos casos, mayor éxito.

Fito Páez, Divididos, Airbag y Ciro se animaron, por caso, a encarar un Vélez, Duki llenó dos River, Babasónicos colmó el Campo Argentino de Polo, Miranda! y Los Fabulosos Cadillacs coparon Ferro, Ysy A estalló Huracán y Tan Biónica sacudió a la escena local con dos Vélez, dos estadios de La Plata y un River.

Aunque, por supuesto, harían falta estudios más profundos y que apunten en varias direcciones, una rápida lectura arroja que el fenómeno de localidades agotadas responde a la prolongación de cierta inercia del furor por el regreso a la presencialidad experimentado en 2022, que empalmó con la fiebre consumista desatada en los últimos meses por el sostenido incremento inflacionario.

En ese contexto, aún como coletazo a este presente, hace apenas unos días María Becerra agotó dos River para marzo próximo, Emilia Mernes se animó a un Vélez para octubre tras cerrar diez fechas con lleno total en el Movistar Arena, No Te Va Gustar celebrará 30 años de historia en Vélez y Las Pastillas del Abuelo prepara un Ferro para abril.

En el plano internacional, dos de las visitas más resonantes para 2024, en realidad, se trata de shows que fueron postergados en su momento y ahora logran concretarse: Megadeth, que en 2019 canceló por el diagnóstico de cáncer recibido por su líder Dave Mustaine; y Morrissey, que en octubre pasado también alegó razones de salud para reprogramar su concierto para febrero próximo.

También se confirmó a Slash, quien actuará en el Movistar y participará del Cosquín Rock; Interpol, Tom Jones, Jonas Brothers, Louis Tomlinson, David Guetta, los españoles Estopa y Manu Chao.

En el marco de Lollapalooza Argentina, que se celebrará en marzo en su tradicional escenario del Hipódromo de San Isidro, llegarán Limp Bizkit, The Offspring, Blink-182, Arcade Fire, Sza y Sam Smith, entre otros.

La realidad es que no abundan los nombres desorbitantes en lo referente a las visitas internacionales para el año que se inicia y, si bien es prematuro plantear un panorama definitivo debido a que la grilla de shows se irá armando con el correr de las semanas, la perspectiva económica no da lugar al optimismo.

Es que cuando creíamos que había una especie de revival de los `90 en materia de riqueza de presencia de figuras mundiales, algunas señales en particular pusieron al público argentino de cara con una dura realidad. Acaso la más fuerte fue cuando semanas atrás, el empresario Daniel Grinbank reveló la imposibilidad de traer a Paul McCartney en el marco de la gira latinoamericana realizada en noviembre y diciembre por el eterno exbeatle, que incluyó seis fechas en Brasil.

«Paul McCartney exigía cobrar todo antes de ser anunciado», escribió el famoso promotor en su cuenta oficial de X, en un ida y vuelta con algunos usuarios en el que negó que la actividad contara con el beneficio del dólar oficial para negociaciones con artistas extranjeros. «Todos los que están trayendo artistas internacionales están con deudas que pagaran en algún momento generándoles tremendas perdidas por más que llenen estadios», amplió.

Esta explicación, sumado a que en pocas semanas más seguramente los bolsillos de los argentinos comenzarán a flaquear por las últimas medidas económicas y obligará a direccionar mejor los gastos mensuales, permiten avizorar el posible fin del fenómeno de los estadios llenos y la merma de figuras de primer nivel en nuestro país.

Es cierto que aún queda por revelar la grilla de la tercera edición del Primavera Sound, prevista para noviembre próximo. Que en el debut de este encuentro musical en nuestro país hayan estado Jack White, Pixies, Arctic Monkeys y Bjork, entre otros; y que este año haya contado con The Cure, Blur, Pet Shop Boys y Beck, entusiasma a cualquiera.

Por fuera de eso, solo resta esperar la respuesta del público ante eventuales nuevos anuncios de shows para ver si la agenda seguirá cargada de nombres de primer nivel y si persisten los carteles de «localidades agotadas», o si, por ejemplo, los diez River de Coldplay en 2022 o la gran demanda en estadios para ver figuras locales en 2023 fue un espejismo en una coyuntura particularmente favorable para los shows.

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