En un accidente se mató el empresario agropecuario Pedro Somma
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Un accidente de tránsito fatal en la Ruta Nacional 5, a la altura del kilómetro 113, cobró la vida del empresario de la carne Pedro Somma, de 66 años. El siniestro ocurrió alrededor de las 5.30 de la madrugada del último viernes, cuando la camioneta en la que viajaba Somma desde Chivilcoy hacia el Mercado Agroganadero de Cañuelas para comprar hacienda chocó contra el acoplado de un camión que iba en el mismo sentido. La noticia causó gran conmoción en el sector agroindustrial y, especialmente, en la industria de la carne, donde Somma era una figura destacada a nivel nacional.
Somma fue declarado muerto en el hospital de Chivilcoy. El empresario salió despedido de su Volkswagen Amarok, que, al igual que el camión con acoplado cerealero terminó en la banquina. Su chofer, Marcelo Eduardo García, de 52 años, resultó ileso.
Según publicó La Razón de Chivilcoy, el perito interviniente, Jorge Lasala, comentó que “la camioneta derrapó hacia la banquina, dónde luego de dar varios vuelcos finalizó sobre la zona de préstamo apoyada sobre su techo a unos 120 metros de la zona de impacto y como consecuencia, el conductor salió despedido del habitáculo recibiendo múltiples lesiones que le provocaron su deceso al llegar al hospital de Chivilcoy; en tanto el chófer del camión resultó ileso”.
Un referente
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Pedro Somma era un empresario de la industria frigorífica oriundo de Chivilcoy. Era socio del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC) e integraba la Comisión Directiva de la entidad.
Poseía dos plantas de faena, Santa Yulia y Bancalari, tanto para el consumo interno como la exportación. Además tenía junto a su hermano José un campo y un feedlot en Arrecifes.
Distintas consignatarias de hacienda destacaron que Pedro Somma era “un referente indiscutido en el sector” y una persona “muy querida”.
“De mucho carácter, pero con mucha cintura de saber que el día de mañana íbamos a volver a encontrarnos para hacer negocios. Era un trabajador incansable, de esas personas que no paran de trabajar, que son 24 por 24. Aun así se sentaba a disfrutar, a hablar de todo. Siempre su pensamiento era de seguir creciendo, que toda la industria tenía que crecer. Se va un grande, de los que a veces uno piensa que no son reemplazables”, expresó Fernando Sáenz Valiente a La Nación. (DIB)