Industria pyme 2025: necesidades y desafíos
Para el sector industrial pyme, el comienzo de 2025 está marcado por una mezcla de moderada expectativa de repunte en materia de producción, consumo y empleo; y cierta prudencia ante los efectos y secuelas que todavía perduran, producto de una crisis económica que golpeó al sector durante el año pasado ¿Cómo finalizó 2024 para el sector industrial pyme? ¿Qué se espera para 2025? Análisis de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA).
En líneas generales, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), 2024 cerró con un leve repunte, ya que el pasado diciembre se registró un 7,3% de crecimiento interanual. Pero, como contrapartida, y al sumar todo el año 2024, el acumulado fue negativo con un 9,8% en baja.
“En mayor o menor medida, la caída de la industria se registró en todos los rubros. Si bien en algunos segmentos o áreas se pudo observar una leve mejora en los dos últimos meses del año, en general fue un año muy duro para los empresarios del sector. Y si nos trasladamos específicamente al sector industrial bonaerense, la producción se mantuvo a media máquina durante todo el pasado año”, comentó Camilo Alberto Kahale, presidente de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA).
Los números de CAME son claros. En el acumulado anual, el impacto se advierte en todos los rubros a nivel nacional y provincial:
-El precio promedio por tonelada de las exportaciones de las pymes disminuyó un 6,3%.
-El rubro de alimentos y bebidas tuvo el mayor descenso, con un 12,3%.
-El rubro de químicos y plásticos tuvo un descenso del 12,2%.
-El rubro de papel e impresiones tuvo un descenso del 11,1%.
-El rubro de maquinaria y material de transporte tuvo un descenso del 9,4%.
-El rubro de madera y muebles tuvo un descenso del 5,5%.
-El rubro de textil e indumentaria tuvo un descenso del 4,1%.
La Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), entidad empresaria bonaerense que nuclea más de 250 Cámaras Empresariales, enumeró las principales necesidades que enfrenta el sector:
-Elevados costos de producción industrial.
-Altos gastos fijos de las industrias (laborales, impositivos y servicios).
-Los insumos clave para la producción continúan en suba.
-Dificultades para acceder a créditos blandos destinados a inversión.
-Competitividad desigual frente a las importaciones.
-Salarios insuficientes para retener personal calificado.
-Retraso en los pagos de clientes que impactan en la continuidad de la producción.
-Disminución del consumo, caída promedio anual de las ventas.
“Los costos laborales son cada vez más fuertes, los gastos fijos como alquileres y servicios son muy altos y la asfixia de los impuestos que deben enfrentar los empresarios; estas variables reales y concretas afectan la competitividad frente a las importaciones. Claramente, el empresariado industrial argentino está en desventaja al momento de competir con productos importados”, explica Camilo Alberto Kahale de FEBA.
“Haber bajado y controlado la escalada inflacionaria es muy importante, es una batalla que había que dar. Pero, al mismo tiempo, se necesita un plan que contemple la reactivación de la producción y la incentivación del consumo”, agrega Kahale.
FEBA y las cámaras bonaerenses que nuclean a las pymes de la Provincia, buscan alternativas y soluciones para acordar con el Gobierno nacional y provincial, con el objetivo de paliar los sucesivos aumentos de los costos fijos y la caída de actividad industrial. “Los industriales apuntan como principal medida a lograr en el corto plazo, la reducción de impuestos nacionales, provinciales y municipales”, asegura el presidente de FEBA.
“2025 es un año desafiante para las pymes argentinas, ya que nuestros empresarios, comerciantes y emprendedores vienen muy golpeados. Desde antes de la pandemia a la actualidad, es uno de los sectores más perjudicados y por momentos, olvidados. Aun así, el sector pyme sigue apostando por nuestro país, por la producción y comercialización nacional, y defendiendo los puestos de trabajo de miles de familias, y de futuras generaciones”, concluye Camilo Alberto Kahale.
