Comienza el juicio oral por un siniestro vial que derivó en las muertes de cuatro personas
La olavarriense Elda Donatelli estará a cargo de la defensa del imputado.
Fabián Sotes / Diario El Tiempo – Foto: Diario El Tiempo.
A partir de este miércoles, en uno de los juzgados correccionales con asiento en el Palacio de Justicia de Azul se iniciará el debate que tiene como imputado a un joven que es señalado como el responsable a título penal de un siniestro vial que en febrero de 2019 se produjo sobre la Ruta Nacional 226, cuando el auto que guiaba chocó contra otro.
Aquella violenta colisión derivó en que cuatro de los ocupantes de ambos vehículos murieran. Entre ellos, la abuela y un tío del azuleño que dentro de tres días comenzará a ser juzgado.
A ese debate llegará acusado de los delitos de homicidio culposo y lesiones graves culposas, en concurso ideal. En ambos casos, agravados «por la conducción imprudente de un vehículo automotor y por la cantidad de víctimas», teniendo en cuenta las personas que fallecieron y quienes sobrevivieron en aquel siniestro vial.
Cuando el choque entre ambos autos se produjo sobre la Ruta 226 en horas de la noche del 24 de febrero de 2019, en el tramo que une a esta ciudad con la de Tandil, el conductor del rodado que dentro de tres días comenzará a ser juzgado había sido identificado como Santiago Ferrarello. Pero tiempo después ese joven dejó de usar su apellido paterno, por lo que legalmente ahora se llama Santiago Luetken y Ferrari. Bajo esa nueva identidad será sometido a este juicio oral, luego de que también se fuera a vivir a una ciudad del sur del país en la que actualmente reside.
A desarrollarse en el Juzgado Correccional número 1 que está a cargo del magistrado Aníbal Álvarez, el debate tenía en un principio fecha prevista de realización para noviembre del año anterior. Pero en ese entonces fue postergado por un pedido que formulara Eduardo Víctor Lapenta, el abogado que para aquella época era el defensor Particular de Santiago Luetken y Ferrari.
Ahora, al joven lo patrocinará en este proceso la abogada olavarriense Elda Donatelli; mientras que representará al Ministerio Público Fiscal Cristian Citterio.
Además, bajo la figura del Particular Damnificado y en nombre de los familiares de las dos mujeres que iban en el otro auto siniestrado y también murieron, están presentados en esta causa los letrados Juan Ignacio Gayani e Ignacio Turón Molina.
Según lo informado, en un principio han sido previstas las realizaciones de dos audiencias -a llevarse a cabo este miércoles y jueves- en la previa a lo que será, tal vez durante el transcurso de la semana próxima, el anuncio del fallo para el joven azuleño procesado por lo que fuera aquel grave siniestro de tránsito.
Un violento choque
Santiago Luetken y Ferrari regresaba desde Tandil a esta ciudad cuando el domingo 24 de febrero de 2019, sobre la Ruta Nacional 226 y en jurisdicción del Partido de Azul, protagonizó este siniestro vial.
El kilómetro 217 de la mencionada ruta fue el lugar donde el Fiat Palio que manejaba chocó contra un Peugeot 207.
Aquella noche, en ese otro rodado siniestrado viajaban un hombre, su pareja y una joven estudiante. Ambas mujeres, además de la abuela y un tío del acusado por estos homicidios culposos, se convertirían en las víctimas fatales de la violenta colisión.
Micaela Acosta tenía 19 años cuando falleció. El deceso de esa estudiante universitaria azuleña -que aquella noche, a través de un viaje compartido, iba a Tandil porque tenía que rendir una materia de la carrera que estaba cursando- se produjo mientras permanecía internada en el Hospital Pintos. Y lo mismo había sucedido en ese centro asistencial municipal con una docente llamada Guillermina Antonella Vitale (38).
Esa mujer que también murió era pareja del conductor del Peugeot 207. El único de los sobrevivientes del choque entre las tres personas que viajaban en ese auto: un profesor de Educación Física llamado Marcos Martin Fernández.
Acosta y Vitale, estando internadas en el Pintos, murieron durante las primeras horas del 25 de febrero de 2019. La primera de las víctimas fatales que tuvo el siniestro vial fue la abuela de Santiago Luetken y Ferrari. Se llamaba Olga Beatriz Petersen y tenía 78 años de edad.
Mientras que aquella noche en que el choque se produjo el nieto de esa mujer y un joven amigo suyo -llamado Luis Miguel Prezioso- resultaron con diferentes lesiones por las que tuvieron que ser traídos al Hospital Pintos, lo mismo sucedió con el tío de Luetken y Ferrari, quien también viajaba de regreso a Azul desde Tandil en el auto que guiaba el imputado.
Ese hombre, un docente que se llamaba Flavio Emilio «Mandarina» Ferrari, tenía 54 años cuando su deceso se produjo el 16 de marzo de 2019; mientras todavía permanecía internado en el Hospital Municipal «Dr. Ángel Pintos» a causa de las lesiones que sufriera durante aquel siniestro vial que el mes anterior lo había tenido entre los heridos.
El joven que comenzará ser juzgado dentro de tres días, en el marco de ese sumario penal que lo tiene como acusado y que en su momento instruyera -mientras estaba a cargo de la UFI 13- el hoy juez de Garantías del Joven Javier Barda, había sido citado a indagatoria el 29 de agosto de 2019, es decir, seis meses después a que este siniestro vial sucediera.
En aquella audiencia a tenor de lo que establece el artículo 308 del CPP había declarado, acusado de ser el responsable de ese hecho por el que ahora será sometido a este juicio. Un proceso al que llega en libertad.
De resultar condenado, el veredicto para Luetken y Ferrari derivará en la imposición de una pena que va desde los tres a los seis años de prisión.
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