La Decana de la FACSO acusó al gobierno de Milei de poner «bajo sospecha a la universidad pública”

En la previa de una Marcha Federal Universitaria, que tendrá impacto directo en Olavarría, la decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Gabriela Gamberini acusó al gobierno de Javier Milei de poner «bajo sospecha a la universidad pública.»

El lunes, el gobierno nacional intentó instalar la existencia de alumnos fantasma en las universidades nacionales.

«No sabemos si van a tomar clases o qué hacen dentro de la Universidad», dijo la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que se hizo eco de las declaraciones de su secretario de Educación, Carlos Torrendell.

«Del total de alumnos registrados en sistema para 2022 (1.749.136), sólo el 40,6% era alumno regular (710.466), el 20% tenía 1 materia aprobada o menos (367.299) y un llamativo 38,4% de alumnos sobre los que no se tiene información (671.372)», escribió en su cuenta de X (ex Twitter) la ministra de Capital Humano.

Esas acusaciones del gobierno nacional tuvieron eco en Olavarría ya que la decana de la FACSO, Gabriela Gamberini decidió responder sobre el tema.

Gamberini expresó, «tenemos un sistema de información universitaria que es accesible a cualquiera. Y seguramente se refieren a la transición entre el secundario y el primer año universitario donde hay una tasa de deserción importante. Hay muchos que se cambian de carrera, de facultad o dejan de estudiar. Hay un número que trabajamos y de un 50% que teníamos hace algunos años hoy estamos en un 38%.»

La Decana de la FACSO denunció una “operatoria del gobierno al plantear situaciones que ponen en duda o bajo sospecha a la universidad pública.»

Siempre en la misma línea, Gabriela Gamberini expresó: “hay un sistema para inscribirse en la universidad que lo completa la persona que desea anotarse. No hay una manipulación de datos por parte de la institución. Primero fueron las auditorías que pone bajo sospecha a una universidad que permanentemente está siendo auditada y solicita ser auditada. Después fue lo del adoctrinamiento, con fuertes cuestionamientos a las universidades pero como damos muestras de pluralidad quedó corrido el planteo. Ahora vienen con los estudiantes que no están. Tenemos que construir discursos que puedan impugnar las falacias y las mentiras porque no le hacen bien a la universidad y al sistema científico” concluyó.