La semana política en Azul / Una dirigencia color Azul

El tobogán de la política se llevó puesta una generación. La irrupción del anti líder. La estrategia macrista del no discurso. ¿Si los maestros ganaran bien, la educación sería mejor?


Escribe – Carlos Comparato  – ([email protected])

 

Los disparadores políticos y sociales no siempre tienen el libreto armado. Se dan determinadas circunstancias que se van concatenando para recrear la escena que motiva el  desorden o, en todo caso, el germen de un nuevo orden. Los ciclos políticos y económicos en Argentina tienen fecha de vencimiento y, es tal la conducta adolescente de quienes gobiernan, que siempre se crea la sensación del abismo. ¿Será sólo por la economía?

Hoy está Mauricio Macri, el primer presidente elegido por el voto que no viene del peronismo o el radicalismo. Una derecha que accede al poder con nutrientes de peronistas y radicales y que tuvo la habilidad de saber leer el final del proceso kirchnerista, marketing y medios mediante, pero irremediable al fin.

Aquí se plantea una enorme crisis del discurso político. Porque es cierto que Macri no se destaca por sus dotes de orador (habla mejor en inglés que en castellano dijo en forma irónica un analista) y se nutre de obviedades, más allá de haber instalado el debate por el aborto y algunas cuestiones sobre la igualdad de género en oportunidad de su alocución en la apertura de la Asamblea Legislativa. La estrategia es el no discurso porque enfrente hay una gran crisis de lo que se podría denominar el amplio campo del pensamiento progresista, sin dirección y sin referentes nuevos que le den oxígeno para disputar el poder. Hoy hay más pasado que futuro en esa mescolanza que se observa diariamente. La contraofensiva progresista contra el gobierno de los ceos se limita a los cantos en algunas canchas y subtes, entre otros sitios, como el hit del verano: “Mauricio Macri LPQTP”. Hasta ahí llegamos. ¿Eso es todo?

 

Locos con carnet  

Para colmo, el contexto mundial es de una escalada de locos con carnet en una disputa para ver quien tiene el misil más largo (la letra de la canción de Joan Manuel Serrat  apunta a otra cuestión…).  Donald Trump cierra cada vez más la economía estadounidense y la crisis del capitalismo hace suspirar a los viejos nacionalismos europeos. En síntesis, navegamos hacia la incertidumbre del planeta, justo cuando Argentina se quiere acoplar a ese tour de “conciencias desdichadas”, al decir del antropólogo Marc Augé.

El vértigo hace que lo efímero ocupe el espacio y el tiempo, ese viejo dilema del hombre, y el nihilismo aparece, entonces, con cierta atracción. ¿En qué y en quién creer? Aparece allí la ausencia de líderes o, viéndolo de otro modo, la figura del anti líder. ¿Cómo construir una sociedad desde ese páramo? Esa idea de lo efímero hace que se degluta a la dirigencia política como una suerte de Pokemon.

 

Azul y la ruptura   

¿Azul no padece ese síndrome? La vulnerabilidad y volatilidad de los dirigentes entró  en el tobogán hace tiempo. Se rompió un orden, producto de su propio agotamiento y de la elusión de los partidos políticos. ¿Cuándo se otea el horizonte, que se avizora? La crisis de Fanazul resultó un buen ejemplo. Hay una generación dirigencial que, prácticamente, fue salteada. El pragmatismo, a partir de la crisis de pertenencia, se la llevó puesta. Ya se ha dicho, eso explica la aparición de una suerte de anti líder como Hernán Bertellys que, encima, desgranó militantes para su orilla desde el peronismo, radicalismo y el GEN, entre otros.

Ese salto, prácticamente, no dio tiempo a una renovación dirigencial ordenada. El peronismo intenta rearmarse con una nueva conducción y la activa presencia del kirchnerista Unidad Ciudadana que, además tiene tres representantes en el Concejo Deliberante. El problema, al igual que en el resto de los partidos, está hacia arriba y es la incertidumbre sobre su conducción. Sobre cómo resolverá un nuevo liderazgo.

Al radicalismo, tironeado en su alianza con el PRO en Cambiemos, le aparecen las voces cuestionadoras. Algunos sienten que se pasaron ciertos límites pero el problema es qué futuro tendría la UCR fuera de sus actuales socios. El GEN de Margarita Stolbizer atraviesa el divorcio con Sergio Massa. Aún no llegó a la división de bienes pero, por las dudas, ya hay reuniones con gente del socialismo y el propio Ricardo Alfonsín.

 

Un 2018 complejo  

Este 2018 aparece complicado para las administraciones municipales. A la inviabilidad económica de muchas comunas, entre ellas las de Azul, se suma el apriete en el cinturón que ejerce la gobernadora María Eugenia Vidal. El municipio local está intentando un achique en sus gastos corrientes, tarea nada sencilla pero, a la vez, imprescindible. ¿Se bajó el ritmo de la obra pública?

 

 El teorema educativo    

Este lunes deberían comenzar las clases y, para repetir el folklore de hace muchos años,  hay un paro convocado por los gremios docentes. Es el mejor ejemplo de la incapacidad del Estado, que ya suma décadas, para poder resolver el problema y cambiar el eje. Todos se llenan la boca tomando a la educación como el  sustento primordial para el desarrollo más igualitario de un país. En Argentina reina la decadencia porque los sistemas que se intentaron aplicar fueron laboratorios de ensayos fallidos. Y estamos hablando, sustancialmente, de los niveles primario y secundario. Mientras, crece la matrícula en los establecimientos privados. ¿Si los maestros ganaran mejores sueldos, la educación sería mejor? Acá todos corren el riesgo: que el  Estado y los gremios sean parte de esa decadencia.

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