Semana Política: Azul y un país en “orsai”

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Sin clases y sin fútbol, los pecados capitales de una sociedad sin brújula. La gestión Bertellys le imprime ritmo a la obra pública pero hay otras urgencias. La ausencia de una política en el área social. Muerte y marginalidad. La realidad olvidada en barrios de esta ciudad. El papelón con Bromatología.


Escribe: Carlos Comparato – ([email protected])

Los brotes de ignominia que padece la sociedad argentina se la podría hurguetear en cualquier rincón pero basta con leer algunos títulos o temas que abordan los diarios y revistas de hace 24 horas. Porque no sólo el conflicto docente y el paro gremial refulgen  en el firmamento…no hay futbol!! Y este país, ubicado al final de la columna vertebral del mundo, se puede bancar cualquier cosa: gobiernos corruptos, discursos políticos mentirosos, una dirigencia rica o enriquecida en nombre del 30 por ciento de pobres,  pibes burros, desmemoria pero…que no pueda comenzar el campeonato de fútbol de primera división por una huelga de los jugadores es un pecado mortal que sumergirá al último escalón del averno a esos angelitos ingenuos que manejan la AFA.

 

El fútbol, un retrato argentino

“Sin clases, sin fútbol”, titula Página 12; “Los docentes ratifican el paro y no acatan la conciliación obligatoria”, destaca La Nación; “Ni pan ni circo” dice El Ciudadano de Rosario; “¡Qué quilombo!”, grita Crónica; “Familia muy normalizadora” con la foto de Los Locos Adams abarca toda la tapa de Olé; “Odebrecht dice que financió campañas  del PT y del PMDB” (principales partidos políticos de Brasil) ocupa lo alto de la página del diario O Globo (ya sabemos que las aguas de esa enorme cadena de coimas en la obra pública de varios países de América Latina más temprano que tarde le pegará a ex funcionarios kirchneristas y a los parientes empresarios del presidente Mauricio Macri). La revista Noticias anuncia “Así espiaban a Nisman los K” y, para terminar este resumen, El País de España nos refresca que “El caos del fútbol retrata a la Argentina” y se explaya: “La guerra interna en el fútbol argentino retrata la lucha por el poder en todo el país entre representantes del mundo político, empresarial y social. Mientras el resto del planeta discute si el mejor futbolista de todos los tiempos fue Di Stefano, Maradona o es Messi –de Pelé ya no se habla tanto- la tierra donde nacieron los tres es incapaz de organizar el torneo local.” Una síntesis impecable.

Si no estuviera todo teñido de cierta tonalidad de tragedia, Argentina sigue siendo el terreno inspirador para una comedia del neorrealismo italiano donde la exageración del malo y el bueno terminan confluyendo no sabiendo quién es quién.

 

Bertellys al galope

Hablamos de Argentina. ¿Y Azul? La gestión del intendente Hernán Bertellys viene al galope con la cuestión de la obra pública. El viernes pasado se firmaron los contratos para continuar con la remodelación del Hospital Dr. Ángel Pintos. El monto llega a los casi 21 millones de pesos y debería estar finalizada en 240 días. Pavimentación de 15 cuadras en los barrios San francisco y Villa Piazza Norte por algo más de 13 millones y con hormigón en distintas zonas de la ciudad por diez millones y obras para Cacharí que incluyen pavimentación, desagües pluviales y cordón cuneta que llega a 3 millones de pesos.

Todo se cristaliza a través del Fondo de Infraestructura de la provincia, excepto las cuadras de San Francisco y Piazza Norte que se origina de dinero que enviará el Gobierno Nacional.

 

No sólo obra pública

Está claro que la administración municipal hace eje en la obra pública y no está mal. Sin embargo, hay otras cuestiones que merecerían una mirada que no sea de costado o que quede en un segundo plano. Por fuera del papelón de la casilla de Vialidad Rural destinada para que funcione el área de Bromatología, hay un vacío que se percibe y es la cuestión social. La muerte del joven Joaquín Alberto Román y las heridas recibidas por Jorge Guillermo Todaro a la salida de un pub en la madrugada del viernes a manos, supuestamente, de Brian Javier Frías, por fuera del hecho policial en sí, envuelve un contexto social que no se puede disimular. Todos conocidos, todos del mismo barrio, Villa Suiza, un sector de la ciudad que está demandando una atención particular por parte del Municipio. Días pasados también se había registrado en el lugar un incidente con un grupo de vecinos que terminaron atacando a la policía.

¿Cuál es la realidad social que atraviesan distintos barrios de la ciudad? ¿Se naturaliza una suerte de marginalidad? ¿Se justifica de modo superficial la presencia de droga, la violencia, la falta de trabajo, la ausencia de un futuro? ¿El problema se reduce a las páginas de policiales?

 

¿Y la política social?

La actual gestión municipal no ha demostrado una clara política en el área de Desarrollo Social. Se ha volcado a la obra pública y a un marketing  de la alegría pero eso no basta si se piensa en una ciudad integrada. La crisis de una sociedad que danza sobre sus propias decadencias, no puede resultar un justificativo para que en Azul no se trabaje en serio sobre esta cuestión. El área de Atención Primaria municipal tuvo días pasados una buena iniciativa: convocó a diversos sectores para abordar la problemática de las motos, los accidentes y el tránsito en general con una idea de concientización.

La cuestión social es uno de los claroscuros de esta gestión que aún tiene que macerar la labor en diversas áreas. El caso de Bromatología, aunque se lo muestre como algo transitorio,  es patético. El mejor ejemplo de ese país “Costa Pobre” que ridiculizaba Alberto Olmedo.

El pase de Bertellys al Frente Cambiemos le abrió camino a una Comuna que estaba derruida pero, además de las cuestiones político-partidarias en sí y sus secuelas, el universo de acción requiere otro rigor de exigencias.

Sin clases, sin fútbol, el papelón de Bromatología, barrios olvidados…imágenes dispersas de este país en “orsai”.

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