Lourdes y los enfermos

El mensaje del Centro Misionero Padre Kolbe.
Alicia Holgado desde Santa Lucía.
Hoy celebramos a Nuestra Señora de Lourdes y la 29° Jornada Mundial de los Enfermos. El 11 de febrero de 1858, en una gruta ubicada en un pequeño paraje cercano a Lourdes, nuestra Madre Celestial se apareció por primera vez a Santa Bernardita, una niña analfabeta, de catorce años. La Virgen visitó a la adolescente en dieciocho ocasiones entre el 11 de febrero y el 16 de julio de ese año. Desde entonces, la Virgen de Lourdes es visitada en su gruta y se la venera en todo el mundo católico. Con fe le encomendamos nuestros enfermos y nuestras enfermedades ya que, con su infinito amor de Madre intercede ante Dios Padre; son innumerables los testimonios de sanaciones a lo largo de más de un siglo. Por esa preciosa facultad de María, 134 años después de aquellas apariciones, en 1992, San Juan Pablo II estableció ese día como Jornada Mundial de los Enfermos.
“¡Cuántas personas padecen en el cuerpo y en el espíritu! Jesús mira la humanidad herida. Tiene ojos que ven, que se dan cuenta, porque miran profundamente, no corren indiferentes, sino que se detienen y abrazan a todo el hombre, a cada hombre en su condición de salud, sin descartar a nadie, e invita a cada uno a entrar en su vida para experimentar la ternura” (Papa Francisco) . Así también nosotros los cristianos, en esta fecha particular, nos ponemos en manos de la Virgen de Lourdes para que nos oriente en nuestra entrega para con los enfermos. Es un darnos que trasciende la oración: un llegar hasta ellos, en especial a los que están solos y a los más pobres. Será una mirada, una palabra que lleguen con amor al enfermo, serán eficiente medicina en su desasosiego o desesperanza. Asimismo, si estamos enfermos, ponemos nuestra fragilidad, nuestros temores en brazos de la Virgen ofreciendo nuestro dolor para sumarlo al dolor de Jesús en la cruz.
Atento a este 11 de febrero de 2021, Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes y celebración de la XXIX Jornada Mundial de los Enfermos, en medio de la dolorosa pandemia que asola a la humanidad, el Papa Francisco nos dice: “Le encomiendo a María, Madre de Misericordia y Salud de los enfermos, a todas las personas enfermas, los agentes sanitarios y quienes se prodigan al lado de los que sufren. Que Ella, desde la Gruta de Lourdes y desde los innumerables santuarios que se le han dedicado en todo el mundo, sostenga nuestra Fe y nuestra esperanza”. Juntos renovamos nuestra confianza en María poniendo el corazón en Ella y las manos en obras por los enfermos de la comunidad donde vivimos y extendiendo la oración al mundo entero.
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