Opinión / La Inseguridad un problema sin soluciones
Un repaso sobre la falta de políticas concretas para combatir la inseguridad en los distintos niveles del Estado. Una mirada sobre los hechos de violencia en el Barrio 104. ¿Para que sirven los containers que se instalan para dar más seguridad?
Dr. Martín Bonoco / Especial “En Línea Noticias”
Si bien todos deseamos vivir en un país sin desempleo ni pobreza, ello no es obstáculo para tener una buena política de seguridad pública. Argentina tiene aproximadamente 10 millones de pobres y no más de 250 mil delincuentes. El problema es que de ellos sólo 70 mil están presos y los demás, sueltos y victimizándonos.
Desde hace ya varios años los hechos de inseguridad no resultan ser ajenos a nuestra ciudad. Tampoco resulta extraño su incremento, el que resulta directamente proporcional a los intentos por aplacar el flagelo de la inseguridad de las formas más diversas, a veces de forma inútil e irrisoria.
Claramente se observa por un lado el fracaso de las fuerzas policiales en la prevención del delito, por otro lado la falta de políticas claras de seguridad a nivel de Poder ejecutivo, y como tercer eslabón la tibia actuación a veces del Ministerio Publico Fiscal que roza con la liviandad con la que se ejecuta una función social tan importante como es la de representar los intereses de la ciudadanía.
¿Cómo se justifica ello? Con el aumento de hechos delictivos, la ausencia de temprana intervención de la policía (falta de prevención), el escaso cúmulo de sentencias a la luz de la cantidad de delitos y la lentitud en muchos casos del Ministerio Público Fiscal, lo que conlleva en su totalidad a un combo fatal en la cruzada contra el delito.
Así pues, unas de las ultimas ideas para disminuir la creciente ola delictual, ha sido la creación de los PPI, es decir los puestos policiales itinerantes, una de las ultimas apuestas en materia de seguridad en la Provincia de Buenos Aires. Muchos de ellos han sido colocados a lo largo del territorio del conurbano Bonaerense, y otros en el interior, siendo que recientemente una ha llegado a nuestra ciudad concretamente al Barrio Ituzaingó, más precisamente en la Avenida Pueyrredon, al lado de la Unidad Sanitaria.
Si bien los hechos delictivos en el ex Barrio 104 viviendas datan de antaño, hubo una época donde la seguridad parecía encaminarse ante la gran cantidad de investigaciones y allanamientos tempranos realizados a veces en forma simultanea y con presencia de fuerzas especiales como el “Grupo Halcón”.
Pero lo que parecía ser, no fue, la seguridad y tranquilidad se deterioró, y la falta de prevención generó que a fines de Mayo del año 2017, un sujeto identificado como Miqueas Muñoz (19) fuera acusado de haber herido con un arma de fuego a Marcelo Diaz de 22 años en las inmediaciones de Ayacucho y Pueyrredon, situación por la cual Diaz, perdiera luego la vida y Muñoz fuera luego detenido.
Pero como si ello fuera poco, y relacionado con esta situación, Natanael Colombo y Brian Diaz fueron acusados de balear a Yamil Sanzi en calle Corrientes y Roque Sanez Peña, ello en clara alusión a una venganza por el hecho ocurrido días antes.-
Existe una relación directa entre la población a atender y cantidad de policías y patrulleros necesarios para atenderla, y cuando la relación policía – población aumenta, existen estrategias de prevención, policías en la calle inteligentemente geolocalizados, más la investigación e inteligencia criminal que debe realizar el Ministerio Público Fiscal e indudablemente el delito violento baja. Esto se encuentra probado.
Pero se observa lamentablemente más policías sin vocación, que ingresan a la fuerza por el sueldo, pero que a la vez están mal pagos y mal entrenados no. Con una buena policía entrenada y tecnológicamente orientada y equipada sí es posible bajen los índices de delito. A modo ejemplificativo, no es milagro que Puerto Madero tenga bajos índices delictuales. Es un lugar con mucha cantidad de prefectos y bien vigilada humana y tecnológicamente, mientras que Recoleta, su vecina socioeconómicamente similar, pero vigilada de forma deficiente lo triplica en robos.
En las ciudades del interior es sabido que los “medios” muchas veces no alcanzan, pero la falta de planificación y profesionalismo, conspiran contra la seguridad. Cabe como dato recordar que seis nuevos patrulleros fueron entregados por el Sr. Ministro al Municipio, días antes del recital del Indio Solari. No solamente que tardaron más de dos meses en salir a la calle, sino que luego, fueron nuevamente retirados por falta de operatividad.
¿Cómo puede combatirse seriamente al delito si los patrulleros entran y salen de circuito increíblemente? ¿Si los PPI son colocados para posteriormente ser retirados y reubicados en otros lugares? ¿Si hay escasas condenas? ¿Si las investigaciones son extensas en demasía?
Esta situación actual resulta acuciante y por el momento parece no tener respuestas en el horizonte cercano.
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