Caso Ortega: se afirma la coartada policial

Los testimonios de los policías que declaran en la causa que se le sigue al  policía Juan Coria por la muerte de «Tito» Ortega toman fuerza tras la segunda jornada de juicio oral en el TOC 1 de Azul.

Es que los policías relataron el episodio de manera casi igual en cada uno de los relatos que brindaron, con un agravante: los testigos presenciales de Ortega, su esposa y su padre, no vieron el momento en que Coria disparó a la victima.

La mujer, cerró los ojos «unos segundos» y el padre estaba mirando hacia otro lado cuando se produjo el disparo. Los policías dicen que Ortega se paró y apuntó a la cabeza al oficial Barbesín, girando 90 grados y apuntando a la cabeza a Coria quien le disparó con su arma reglamentaria.

Jorge Alberto Soriani, el perito oficial que estuvo a cargo de la prueba de autopsia. Explicó que por «la poca desviación» del disparo que recibió la víctima «es muy probable que Ortega haya estado parado» aunque no descartó del todo que pudiera «estar sentado». También brindaron testimonio testigos de parte. El martes serán los alegatos.

Este martes se realizó la segunda audiencia en el juicio que se le sigue al policía de la Comisaría Primera, Juan Coria, acusado de asesinar de un disparo a Jorge «Tito» Ortega, el hombre de 33 años que murió en noviembre de 2013 cuando amenazaba con suicidarse, en calle 118 y Rivadavia, a la vera del arroyo Tapalqué.

En la primera parte de la jornada se escucharon en su gran mayoría los testimonios de policías y testigos de la defensa, a excepción de la palabra de Jorge Alberto Soriani, el médico oficial que estuvo encargado de efectuar la prueba de autopsia al cuerpo de Ortega.

El profesional indicó que en casos donde hay policías involucrados no pueden trabajar personal de Policía Científica por «una resolución de la Corte» pero advirtió que no hay otro cuerpo médico forense que cuente con los elementos necesarios para este tipo de pruebas.

Afirmó que el orificio de entrada de la bala fue «en el tórax debajo del hígado» y precisó que el ingreso se produjo «de adelante hacia atrás y de arriba hacia abajo» con una desviación «de 8 a 10 centímetros» instancia que indica que el policía que disparó, Juan Coria, estaba a una distancia «más alta que la víctima» no solo por su alta estatura sino porque la superficie del terreno «era más elevada» respecto a la posición de Ortega.

Sostuvo que por «la poca desviación» del disparo que recibió la víctima «es muy probable que Ortega haya estado parado» y manifestó que la muerte se produjo a causa de «una hemorragia masiva». Si bien consideró que «pudo estar sentado» señaló que esa situación «era muy difícil».

Durante el debate se marcó una contradicción entre la pericia escrita y su testimonio oral ya que en el documento inicial planteaba que la trayectoria de la bala se pudo haber desviado en una costilla hacia abajo y en su testimonio oral planteó que no hubo desviación.

El profesional explicó que las contradicciones se debieron a que en la pericia escrita «había errores de redacción».

El primer testimonio del día fue el del Licenciado Martín Testoni, psicólogo judicial y encargado de efectuar la pericia psicológica al policía Juan Coria. Aseguró que el acusado «tenía parámetros normales» y que «no presentó signos de agresividad o impulsividad» y dijo que «antepone el pensamiento sobre la acción».

Luego declaró el policía de la Comisaría Primera, Marcelo Quinteros y contó que conoce a Juan Coria desde «hace 7 años».

Manifestó que durante su formación «nunca recibieron instrucciones para abordar situaciones de suicidios» y relató un episodio ocurrido en el que una persona «se estaba por ahorcar» y donde Coria «lo ayudó a salvarse».

Señaló que en ese momento «no hubo reconocimientos de las autoridades» y ubicó temporalmente al hecho «unos días antes» a la fecha en la que se produjo la muerte de Jorge Ortega.

También brindó su testimonio, Diego Bax, otro policía y testigo de parte, quien contó como el imputado, Juan Coria, «le salvó la vida a un hombre de apellido Brandan que se estaba ahorcando con una cable de televisión».

Manifestó que en su formación profesional «no hay adiestramiento ni protocolos» para este tipo de casos.

Más tarde se escuchó la palabra de la directora de la delegación local de la Escuela de Policía «Juan Vucetich», Karina Latapié, quien describió el entrenamiento policial y dio detalles de las actividades en el Centro de Reentrenamiento y el de Altos Estudios que funciona en el Cerro de la Villa Alfredo Fortabat.

Planteó que las capacitaciones a los futuros agentes están a cargo de policías y profesionales de diferentes disciplinas y señaló que desde el año 2010 existe una materia sobre el «abordaje de conflictos» aunque expresó que la instrucción «es muy general».

Consideró que no hay en Olavarría» gente idónea» para intervenir en este tipo de situaciones – en referencia al caso que es materia de juicio- y que ante este tipo de situaciones los efectivos deben comunicarse con un superior quien determina quien es el más calificado para intervenir.

Luego habló Julio Navarro, uno de los encargados de la formación policial en la Escuela de Loma Negra y explicó el procedimiento para la utilización del arma de fuego «en legítima defensa».

Detalló cómo debe proceder un policía y de qué manera debe efectuar un disparo ante una amenaza. Dijo que un policía tiene que disparar «debajo» de la persona que lo amenaza o «al tórax». Habló sobre la formación que reciben los policías y añadió que la capacitación como mediador «es voluntaria» y se realiza en La Plata con el Grupo Halcón.

Respecto a la formación a nivel local, opinó que se especializa en situaciones de «tipo civil».

Tras un cuarto intermedio brindaron testimonio otros tres testigos de la defensa.

Pablo Faure, instructor de la Escuela de Policía local manifestó que en casos de amenaza se recomienda «disparar al tórax». Explicó protocolos que se deben usar y las recomendaciones y sostuvo que no es conveniente usar «postas de gomas cuando te están apuntando».

En cambio, Jorge Valdés, instructor de tiro y custodia de negociadores del Grupo Halcón afirmó que en una situación de peligro «no se puede elegir a dónde tirar» y advirtió que en esos casos un buen tirador «de cada cinco tiros acierta tres».

Opinó que una persona con tendencia suicida «es más peligrosa que el que toma rehenes» porque «el suicida tiene la idea fija de la muerte» mientas que alguien que toma rehenes los utiliza como «instrumento para negociar».

Por último, declaró otro policía, Leandro González, quien recordó el trabajo conjunto que realizó con Juan Coria cuando pudieron evitar que una persona se quitara la vida.

Las audiencias se retomarán el próximo martes desde las 09:00 con los testimonios del ex Jefe de la Policía Distrital, Néstor Ordoqui y el de quien actualmente ocupa ese cargo, el Comisario Luis Albertario, quien en el momento de los hechos que se juzgan se desempeñaba como titular de la Comisaría Primera de Olavarría.

Más tarde se llevarán a cabo los alegatos y se definirá la fecha de lectura de la sentencia.

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