Cristina y el intendente de Azul inauguraron en tres minutos una obra que costó más de 50 años

No estuvo el intendente José Eseverri, ningún miembro de su gabinete concurrió a la inauguración por videoconferencia. No se mencionó la inversión millonaria que significó, ni la importancia estratégica, ni las personas e instituciones que la pelearon por medio siglo, ni siquiera a quienes desde el 2005 (no en 2004 como dijo Inza), con la firma de un acuerdo en Casa de Gobierno, sellaron el destino final de, quizás, la obra más importante que realice en años el Estado Nacional en nuestra ciudad.

El intendente de Azul utilizó los dos minutos que le asignó la presidenta para reverenciarle lealtad política y la presidenta le dijo en dos oportunidades que “vayan a comer tortas fritas”.

A las 17:03 tras un rápido pie del locutor de la TV Pública, Cristina dio paso a Inza con un “déle, déle intendente así se van rápido de ahí. Cuéntenos que están haciendo”.

A las 17:04 el intendente de Azul contestó con un “buenos días presidenta Cristina” y agregó: “Acá desde Azul la estamos saludando desde nuestro partido, acá junto a la ruta Néstor Kirchner que usted está inaugurando, conectando la ruta 3 con la ruta 226, conectando dos distritos importantes de la provincia de Buenos Aires como son Azul y Olavarría”.

Siguió, “queremos agradecerle desde Azul la posibilidad que usted nos ha brindado de participar de este acto, de acompañarla y de inaugurar juntos esta maravillosa obra. Realmente quiero hacer una referencia a la visión que tuvo Néstor Kirchner cuando por aquel año 2004 decidió estratégicamente desarrollar las comunicaciones para permitir un enlace que mejore las comunicaciones entre Este y Oeste del país, mejorando el transporte entre Azul, Olavarría, Bolívar, Chillar y 16 de Julio. Para nosotros es un honor poder acompañarla, tenemos que reconocer lo importante que es esto dentro del modelo que usted encarna, nosotros somos parte de él, tenemos todo el deseo de acompañarla y que nuestro distrito esté embarcado en este camino de logros para el distrito de Azul para poder seguir inaugurando obras de esta envergadura en esta zona”.

Tras esos conceptos de Inza la Presidenta lo interrumpió: “Muy bien intendente gracias y yo les recomiendo que vayan a casa a comer tortas fritas y vean por televisión con esa lluvia, además viene muy bien porque van a sembrar buen trigo si tienen el suelo húmedo. Yo quiero darle un gran abrazo a todos los habitantes de Azul que están con usted inaugurando esta obra que “él” prometió oportunamente y que hoy estamos inaugurando. Muchas gracias Azul y también muchas gracias Olavarría que esto los conecta directamente”.

Con esa última frase quedó en claro que otra vez los libretistas de las videoconferencias de Cristina fallaron como con el bochornoso “Antonio” de Cementos Avellaneda. Para el resto del país que observó esta inauguración le quedó la impresión de que entre Olavarría y Azul no había comunicación por ruta.

Cabe destacar que los dirigentes políticos olavarrienses que asistieron al acto no fueron mencionados públicamente, ni tampoco aparecieron en cámara en la TV Pública que sumó imágenes de la ruta durante el contacto.

En el breve diálogo no se mencionó la estratégica conexión entre las zonas del centro y sur bonaerense hacia el puerto de Quequén, y tampoco se detallaron los montos invertidos en la construcción ni la historia de la obra, planificada en la década del 60.