El aporte francés a la industria cervecera

Las oportunidades que ofrece el intercambio estudiantil internacional son tan diversas como los estudiantes que hacen uso de ellas. Idiomas y dialectos que aprender, otras culturas, nuevas amistades, experiencias, saberes; todo es diferente y genera expectativa.

 Dispuesta a experimentar, Coline Marie Guen llegó desde Francia a la Facultad de Ingeniería de la UNICEN para hacer una pasantía de cuatro meses en el marco de sus estudios de ingeniería agroalimentaria.

Coline es una de las jóvenes de diferentes partes del mundo que este año realizaron en la FIO instancias de investigación, prácticas académicas y cursaron asignaturas de las carreras locales. A su vez, estudiantes de Ingeniería también viajaron a otros destinos para fortalecer su formación académica y vinculación social, a través del área de Relaciones Internacionales de la Facultad.
Además de compartir espacios y viajes con las estudiantes extranjeras, Coline viajó por ciudades de la Argentina, probó comidas típicas, y se interiorizó en la cultura nacional, mientras trabaja es una investigación sobre el uso de los residuos de cebada de la industria cervecera, para diversas industrias.

Ingénierie française

Oriunda de Brest, a 500 km de París, Coline Marie Guen estudia ingeniería agroalimentaria en Agrocampus Ouest, en la cuidad de Rennes. Como requisito para recibirse, debe hacer pasantías en el exterior y eligió la Facultad olavarriense como uno de los destinos en el marco del Programa Acuerdo–Convenio Interuniversitario de Movilidad. «Son obligatorias, para poder aprender el idioma y para conocer el trabajo de escuelas y empresas extranjeras», explicó la joven de 21 años, que debe estudiar un año y medio más para obtener su título.

Agrocampus Ouest es un Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias, Agroalimentarias,
Horticultura y Paisaje. La carrera de Ingeniería Alimentaria posee similitudes con la Licenciatura en Tecnología de los Alimentos de la FIO, lo que permitió el intercambio. Pero una vez de vuelta, Coline deberá elegir entre las tres especialidades: política y mercado; desarrollo y gestión; y estadística aplicada. «Yo entré para hacer investigación pero en el laboratorio soy muy ansiosa y hay que esperar mucho por los resultados», señaló Guen. «El año pasado también hice una pasantía en producción pero aún no sé bien que voy a hacer», agregó.

El nexo científico

La estudiante francesa realiza en la Facultad de Ingeniería una instancia de investigación bajo la tutela de los doctores Guillermo Manrique y Ramiro Carciochi, relacionada con la industria cervecera. «Estoy trabajando sobre los residuos de cebada de la industria cervecera. Queda mucha cebada luego de la producción que se puede reutilizar», explicó Coline en un español fluido que si bien estudió en la escuela, perfeccionó durante su estadía.

A través de esta investigación, en la Facultad se analizan cuáles son los métodos más eficaces para extraer antioxidantes de la cebada procesada. La joven explicó que «estamos intentando extraer los compuestos antioxidantes y hacer un tipo de polvo para que se pueda aplicar como complemento alimentario, en fármacos, empresas agroalimentarias o cosmética», indicó, y añadió: «Estamos viendo qué método es el que extrae mayor cantidad. Hay una extracción simple y otra con ultrasonido o microondas», dijo quien nunca antes había trabajado con el grano de la cebada.

Lejos de una Francia conmovida

Coline Guen ya estaba desde hacía semanas en nuestro país, cuando la noche del viernes 13 de noviembre una serie de ataques terroristas simultáneos en París, acabaron con la vida de más de cien personas. Si bien tiene una prima en la capital parisina, fue su madre quien la mantuvo informada. «Mi mamá, que vive lejos de París, me dijo que el ambiente estaba pesado, que había policías por la ciudad y que los eventos estaban prohibidos», contó en relación al estado de sitio impuesto por el presidente François Hollande.

«Incluso en la ciudad donde estudio, en mi escuela se realizaba la ceremonia de diplomas del último año pero decidieron no hacer fiesta», detalló. Expresó que no vive la situación con miedo,  coline2 porque no tiene dimensión de lo que ocurre: «Al principio veía la bandera de Francia por todos lados y noticias que no sabía si eran verdad, así que dejé de mirar», sostuvo. Con su familia se comunica por Facebook, Skype y Whatsapp, aplicación que su madre comenzó a utilizar para poder realizar llamadas vía 3G e Internet. «Es difícil planificar un horario con las horas de diferencia», agregó.
 coline3De Argentina, no sólo conoció la carne, «muy rica» y el mate, sino que paseó por otras ciudades. «Me gusta la manera de compartir el mate. Cuando le contaba a mi mamá que el mate se toma en la misma ‘taza’ y la misma bombilla le llamó mucho la atención», relató. Con el resto de las estudiantes extranjeras que ya volvieron a sus países de origen, viajó a Córdoba y Buenos Aires. También conoció Tandil, Necochea y planea viajar a la Patagonia.

«La gente es muy amigable, amorosa», expresó la futura ingeniera. De Brest dijo que extraña la comida, «porque hay muchos quesos diferentes, más variedad y el pescado», ya que es una ciudad costera, y por lo tanto, pesquera. «También extraño a mi familia, pero eso es normal, sé que voy a verla de nuevo», reflexionó Coline desde los laboratorios de la FIO.

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