Una martillera olavarriense condujo una tensa subasta en la que intervino “La Liga”

Una martillera olavarriense estuvo a cargo de una tensa subasta realizada días atrás en Tandil, que debió ser suspendida por un juez de la vecina ciudad, cuando al menos tres grupos enfrentados de la denominada “Liga de Compradores” intentaban quedarse con la propiedad en remate. 




Concretamente, unas 50 personas del Gran Buenos Aires llegaron en autos de alta gama hasta el Centro de Martilleros de Tandil con la intención de adquirir una casa con galpón ubicado en el partido de Morón.

En medio de un fuerte operativo policial, dos miembros de La Liga fueron desalojados en pleno remate, mientras que el ganador quedó como “postor remiso”, al no contar con el dinero suficiente para señar el inmueble que se encontraba en disputa. 

La profesional Liliana Guidoni relató su experiencia en el que fue su primer remate: “ellos provocan disturbios y apabullan a los verdaderos oferentes. A mi lo que llamó la atención el fuerte operativo policial que había, con policías uniformados y de civil, que fue dispuesto por el Juez Blanc, porque días atrás había sido agredido” explicó. 

La martillera avisó sobre la oferta de 250 mil pesos que figuraba en el expediente, lo que despertó la reacción de uno de los sujetos: “Había un oferta bajo sobre en el expediente que levanta la base. Entonces empiezo a preguntar y dos tipos empezaron a hablar y el juez los hizo callar y otra persona que se cambiaba de lugar y el juez los sacó. En general son personas contratadas por La Liga. Hasta que alguien ofrece 1000 pesos más y se hizo un silencio que era más fuerte que el bochinche” continuó.

“Bajé el martillo y entramos a la oficina para hacer el boleto y pagar las comisiones. Empieza a contar el dinero, pero no le alcanzaba para pagar en pesos. Tenía muchísimos dólares, fajos de 10 mil dólares, pero el expediente era en pesos. Entonces el juez le dice no tiene la plata para la compra, ¿Para qué la ofertó? Entonces sacó el celular y quería llamar a alguien para que le traiga la plata, pero al recinto no podía ingresar nadie” contó. 

“El juez lo hizo desalojar y el hombre empezó a los gritos. Y después me llaman a hacer la segunda vuelta pero el verdadero oferente se había ido” expresó Guidoni.

El aparente “comprador”, tendrá que hacerse cargo de los gastos que implicó el remate organizado. Sobre la prosecución de la subasta, ahora se deberá aguardar a que se dictamine una nueva fecha. 

Foto: El Eco de Tandil

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