“Cada emprendimiento con sello sustentable genera un impacto importante; hay que trabajar desde la base”
Una Red de Emprendimiento regional, un Censo Económico Industrial, estar en las mesas de trabajo y asumir la capacitación como un insumo de gestión. Esa es la agenda del Centro de Desarrollo Emprendedor e Innovación (CDEI), a cargo de la ingeniería Gabriela Hüls. El ambiente y las energías renovables también están presentes y en esta entrevista explica porqué.
Fuente: Polo de Ingeniería
“Se puede hacer uso de la tecnología para plantear cuestiones vinculadas con las energías renovables”, asegura la ingeniería industrial Gabriela Hüls, a cargo del Centro de Desarrollo Emprendedor e Innovación (CDEI) de la Facultad de Ingeniería desde fines de diciembre.
El organismo se dedica a la incubación de proyectos y el estímulo de nuevas ideas además de hacer asistencia técnica, consultoría, capacitaciones y asesoramiento para emprendimientos de diversos sectores.
“Tenemos objetivos estratégicos, de capacitación y asistencia, para dar salto de calidad en los emprendimientos”, asegura Gabriela Hüls mientras cursa un posgrado en Mejora Continua en la Universidad Nacional de General Sarmiento. Es docente de Ingeniería, con experiencia laboral en sistemas de gestión de calidad, auditorías, seguridad y ambiente, más asesoramiento de empresas industriales.
Uno de los primeros pasos que dio se vincula con un “relevamiento para tener información sobre necesidades que tienen los emprendedores, con un análisis en contexto, además del sustento técnico-económico y la profesionalización; hoy la necesidad es ésa”, asegura la ingeniera.
A escala regional
El CDEI es un referente regional para el fomento de la cultura emprendedora. Impulsa acciones conjuntas con el Municipio destinadas a empresas, emprendedores y grupos de investigación pero a la vez cuenta con el apoyo de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), el CICE UNICEN, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y entidades industriales de Olavarría.
“Buscamos conformar una Red de Emprendimiento que está en proceso de formación con Tandil, Necochea, Azul y Olavarría y más allá de lo operativo de la gestión, tenemos presente la cuestión del ambiente y las energías renovables. La idea es que se empiece a pensar que cada emprendimiento tiene que tener cuestiones sustentables”, enfatiza Hüls.
Diversos proyectos de impacto en el desarrollo regional, con generación de empleo y transferencia tecnológica nacieron o crecieron de la mano del CDEI. Con el soporte de talleres, conferencias, actividades prácticas, exposiciones, peñas y cursos. Lograron interactuar con diferentes sectores de la sociedad y movilizar múltiples iniciativas.
“Sabemos que las necesidades del emprendedor pasan por la seguridad económica pero intentamos hacer que piense en la viabilidad del proyecto a largo plazo. Si quieren usar algún recurso natural, ver cuál es el impacto para ir generando esa conciencia porque en cierta medida está la conciencia ambiental. Hay que visualizarla más y es cultural, claramente”, analiza la profesional.
Con esa impronta, el CDEI sostiene la incubación de proyectos, promueve nuevas ideas, brinda asistencia técnica, hace consultoría y capacitaciones, además de ofrecer asesoramiento para emprendimientos de diversos sectores.
Renovables en agenda
“Está muy en auge industria 4.0 vinculada a tecnología dentro de los procesos. Se habla de digitalización, de metodologías ágiles dentro de los procesos. Hay un gran desarrollo donde se puede hacer uso de la tecnología para plantear cuestiones de energías renovables”, aclara Gabriela Hüls.
Dentro de las industrias y organizaciones, “hay necesidades y emprendimientos de innovación, nuevas tecnologías, nuevos usos de recursos, normativas y requisitos legales que lo exigen. Muchas industrias tienen departamentos de Ambiente y certificaciones ISO 14000 y van yendo para el lado de las energías renovables y considerando los impactos de la producción”.
Justamente por eso, “lo importante es transmitir la profesionalización, qué reglamentación hay y generar la conciencia. Las tecnologías se pueden ir aplicando y es el desafío del CDEI: Salir de la facultad con el conocimiento desde la tecnología hasta los impactos que provoca”.
La coordinadora de este espacio que funciona en el campus universitario de Olavarría no duda que “cada emprendimiento con sello sustentable genera un impacto importante y tenemos que trabajar desde la base, hacer que las organizaciones que hagan algo se vean visualizadas”.
Qué quieren, qué darles
Dentro del abanico de emprendedores que llegan al CDEI “hay de todo un poco”, incluso se acercan “emprendimientos básicos, de elaboraciones de alimentos o generación textil, que vienen porque hay programa del Estado y quieren escalar en la producción o dar salto en su proceso”, destaca Hüls.
Ante esa diversidad de demandas, se proponen “saber qué quieren para saber qué darles. Hay una intención clara de trabajar sobre cuestiones ambientales. Tenemos un Centro de Tecnologías Ambientales y Energía (CTAE) integrado por los ingenieros Gabriel Blanco, Estela Santalla y Daniela Kessler. Estamos vinculándonos con el Municipio y el GIRO (Gestión Integral de Residuos de Olavarría). El punto es estar en las mesas de trabajo. Eso posibilita que instituciones y organizaciones puedan tener una mirada de tecnología académica que aporta, ahí está nuestro potencial. No quedarnos encerrados con el conocimiento sino salir”, pregona la profesional.
Es evidente que los emprendedores “están ávidos de cualquier capacitación. El CDEI hizo mucho camino con el ingeniero Marcos Lavandera (a cargo del programa de 2015 a 2020). Hay una Peña Emprendedora, ese contacto fluido genera atracción. Habernos visualizado en industrias, más el boca a boca y la experiencia de alguien que paso por acá influyen”.
Con una brújula
Un 30% de los emprendedores que llegan al CEDEI tiene entre 20 y 35 años, la mayoría con estudios secundarios o terciarios, no universitarios. “En la Universidad tenemos que hacer un trabajo interno de la cultura emprendedora, saber que una idea en torno de una tecnología puede ser una unidad de negocio. La cultura emprendedora tendría que ser una materia más. Ahora, como docentes, ¿podemos transmitir esa cultura emprendedora?”, se pregunta la ingeniera.
“No todo es color de rosa –advierte-. La idea es volver, insistir. Es una decisión de vida. El emprendedor asume un montón de riesgos que no tiene persona con un trabajo seguro. La calle y el contexto son claves. Hay que ser persistente y tener resistencia al fracaso”.
El acompañamiento del CEDEI no tiene costos para los emprendedores, sí para algunas industrias y organizaciones dado que “el conocimiento que puede transmitir un docente o alumno es gestado en la Universidad pública y debe ser valorado. En el colectivo de las organización lo que no se paga pareciera que no es tan bueno”, asume la referente.
Promueven capacitaciones con el Municipio y el INTI; también con el Colegio de Ingenieros y se proponen impulsar un Censo Económico Industrial junto a la Comuna. “Siempre faltan datos para decir ´vamos por acá´, es necesaria una brújula, saber qué tecnologías usan, cuáles son los procesos. El conocimiento es muy superficial, es necesario saber de qué se trata cada organización y cuál es su realidad”.
Sin pausas
El ecosistema de emprendedores se amplió a raíz de la pandemia y eso “lo visualizamos” aunque “del 100% que surgió debe quedar un 40%. Algunos fueron de emergencia y conozco gente en relación de dependencia que con esta crisis decidió independizarse”, evalúa la profesional.
En medio de ese contexto, registran “muchas mujeres emprendedoras. En esto del riego somos las que más nos animamos. Consultan por algunos programas que salieron del Estado a ver si encuadran para la compra de equipamiento o tener más capacidad productiva y cómo podían dar un salto en su proyecto”, destaca Hüls.
Se autodefine de bajo perfil pero abierta y dispuesta a asumir desafíos. Como el proyecto “24 horas de Innovación” que “lo vamos a adaptar y hacer con el Municipio en el segundo cuatrimestre”. Será “en burbujas y quizá no 24 horas pero con la misma misión: establecer la cultura de generar emprendimientos y agregarle el seguimiento para que no quede en foto y se pueda saber qué hicieron”, dice a modo de cierre y sin pausas, dejando en claro que ésa es su marca personal.
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