Economista traído por dirigentes del PRO a Olavarría, ahora critica a Macri
José Luis Espert estuvo en Olavarría durante la campaña electoral. Lo une lazo de amistad con el productor agropecuario local Adolfo Laborde. Para el economista había que eliminar el impuesto a la piedra en Olavarría. Ahora cuestiona a Macri. «Dos millonarios que no saben nada no pueden manejar la economía»
José Luis Espert estuvo en Olavarría durante la campaña electoral. Lo une a él un fuerte lazo de amistad con el productor y empresario local Adolfo Laborde. De hecho, en aquella campaña, Espert compartió un asado con Jorge Larreche y aseguró que había que eliminar el impuesto a la piedra en Olavarría. Ahora Espert cuestiona a Macri.
No hace muchas semanas atrás Adolfo Laborde, uno de los promotores económicos de la campaña de Ezequiel Galli en Olavarría, se mostró con Espert cuando éste presentó un libro en la Ciudad de Buenos Aires (foto que ilustra la nota).
Hace algunas horas Espert salió fuertemente a cuestionar al Gobierno Nacional.
En diálogo con el periodista Pablo Duggan, el economista José Luis Espert cargó contra la política económica del Gobierno, a la que consideró «inconsistente».
En ese marco, criticó la coordinación que llevan a cabo los ministros Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, «dos millonarios que saben hacer plata» pero que «de economía no entienden nada».
«La economía es una ciencia. No podés poner ocho ministerios de economía a ser coordinados por dos tipos que saben hacer plata y no entienden nada de economía. Acá tenés que tener unidad de mando. Tenés que tener mucha coordinación», añadió.
Sin embargo, Espert aseguró que el error de diagnóstico no es imputable únicamente a Lopetegui y Quintana, sino que «todos son parte del error de diagnóstico que se ha cometido».
Espert hizo una detallada descripción de la situación económica para exponer cuáles fueron, según su criterio, los errores del Gobierno. Así, se remontó al comienzo de la gestión de Cambiemos, y aun antes.
«Cuando estaba en el llano, en 2014 o 2015, los economistas de Macri hacían un diagnóstico bastante compartido por ellos, que era que acá no había que hacer ningún ajuste fiscal, y que con bajar la inflación la economía mágicamente despegaba, y comenzaba a crecer», algo que «Macri lo repetía hasta el cansancio».
Sin embargo, en su opinión, «si bien es un problema monetario, la inflación no se puede combatir sólo con política monetaria, porque el problema de la inflación es un problema de oferta monetaria, pero también es un problema de demanda monetaria».
Así, «la demanda de pesos, que es clave para explicar la inflación, depende de infinidad de cosas, entre ellas si es sustentable o no la situación fiscal por la que estás atravesando. Y acá el equipo de Macri decide que no hay que hacer ningún ajuste fiscal».
«Nosotros estamos con 8 puntos del producto de déficit fiscal, algo récord en la historia, que acá nadie quiere tocar por los condicionamientos políticos… La historia de siempre.
Y esto hace que la demanda de pesos no despegue porque la tasa de inflación es alta, entonces lo único que tenés para manejar la inflación es la oferta», dijo Espert y agregó que el presidente del Banco Central Federico Sturzenegger está sacrificando nivel de actividad para llegar a la meta de inflación del 12 al 17% este año, como consecuencia de la negativa a reducir el déficit por parte del Gobierno.
«Si la demanda de pesos no arranca porque la tasa de inflación esperada es alta, y la tasa de inflación esperada es alta porque la situación fiscal es muy delicada, entonces Sturzenegger te va a poner la tasa de interés a cualquier nivel con tal de chupar pesos», explicó.
Espert calificó de «extravagante» el nivel de la tasa de interés actual, alrededor del 25%: «Cuando vos esperás una tasa de inflación a la mitad, ¿quién va a producir así? Es una bicicleta financiera atroz». Para el economista, se trata de «la compulsión nuestra a hacer siempre lo mismo: ¿cuántas veces hemos tenido una bicicleta financiera atroz para bajar la inflación en el pasado? Mil. Bueno, otra vez hacemos lo mismo», dijo, y añadió que «esto ya lo probamos y no funcionó».
Para este año, Espert no descarta que «la economía despegue un cachitito, pero va a ser difícil que despegue en serio».
Para revertir la situación, el economista llamó a aplicar «mano dura en lo fiscal», pero se mostró escéptico al respecto. «Esta fue la discusión inicial, y los que pensábamos en este sentido nos puteaban en arameo, en todos los idiomas. Pero bueno, el Gobierno y la sociedad -no es que la sociedad es inocente- decidieron gradualismo.
Esto es gradualismo. Ahora todos lo quieren ahorcar a Sturzenegger, lo putean a Sturzenegger. Pero en su momento todos querían esto, en el gobierno y afuera del Gobierno», afirmó.
Para los niveles de déficit fiscal, y con el ajuste de tarifas en curso, Espert consideró más viable una meta de inflación de entre 25 y 30%, «que son 10 o 15 puntos menos que el año pasado». «Para este agujero fiscal, para las preferencias del Gobierno y las preferencias de la sociedad, no es consistente la meta de 12 a 17 de inflación»: «eso es para 3 puntos de déficit y sin ajuste de tarifas».
«Se han equivocado conceptualmente», sentenció Espert, y le consta que no es la primera vez que sucede. «Antes de ganar, los economistas de Cambiemos decían que el día que se unificara el mercado de cambios, la inflación no iba a saltar porque todo el aumento de precios que podría producirse por la devaluación ya estaba metido en los precios de septiembre-octubre de 2015. Así pasó lo que pasó», recordó.
También señaló «un error que es hijo de otro error de concepto, que es el de los bancos centrales independientes»: «No podés desenganchar a la política monetaria de la política fiscal», dijo, porque «estamos mandando a la economía a que no se recupere».
«La tasa de interés es tan alta, que nadie te invierte un mango y nadie te consume nada. ¿Por qué te creés que el Gobierno está rompiendo el chanchito con la obra pública? Aparte de ser algo necesario, están viendo que la economía no les arranca con esta tasa de interés, entonces salen a hacer mega obra pública por todos lados a ver si les arranca», analizó.
Por último, se permitió una ironía: ¿Qué hacés para que algo que siempre terminó mal tenga un final feliz? Le ponés buena onda».
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