Buen Pastor gratitud y oración
Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría.

Cada IV domingo de Pascua se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones teniendo presente a Jesús como el Buen Pastor haciéndose Cordero de Dios entregado para la salvación de todos.
Es una ocasión de profunda gratitud porque: “… para Jesús no somos masa ni multitud. Somos personas únicas, cada uno con la propia historia, cada uno con el propio valor, tanto como criatura como redimido por Cristo. Cada uno de nosotros puede decir: ¡Jesús me conoce! Solo Él sabe qué hay en nuestro corazón, las intenciones, los sentimientos más escondidos. Conoce nuestras fortalezas y nuestras debilidades, y está siempre listo para cuidar de nosotros, para sanar las llagas de nuestros errores con la abundancia de su gracia. En Él se realiza plenamente la imagen del pastor del pueblo de Dios delineada por los profetas: se preocupa por sus ovejas, las reúne, venda la que está herida, cura la que está enferma” (Papa Francisco).
Jesús nos salva convirtiéndonos, llamándonos a la amistad con Dios Padre. Nosotros muchas veces, somos esa “oveja perdida”, que Él busca cuando hemos aflojado en la escucha y en la práctica de su Palabra. Cuando hemos disminuido u olvidado, el tiempo para estar con Él, en la oración, en la adoración, en el trato con los hermanos. Pero a pesar de todo: “… Jesús nos sigue amando y preocupándose de nosotros, por eso nos envía personas para que nos ayuden a volver a Él, y así ser felices” (Papa Francisco).
El domingo del Buen Pastor nos presenta a Jesús que elige a quienes continuarán presentando su proyecto de amor a la humanidad. Esa elección que hizo de Pedro el Primer Vicario: “Sobre esta roca edificaré mi iglesia” (Mt 16:18) la prolonga en este hoy sobre la persona del papa Francisco. Que esta Jornada nos permita acrecentar una inmensa gratitud a Dios por cada elección de servicio en la Iglesia y un renovado interés personal de encuentro con el Buen Pastor abrazando lo que Él ha revelado con su vida y la Iglesia nos propone.
Los comentarios están cerrados.