El impacto urbano

Un fenómeno que afecta nuestras vidas.

Por: Arq. Jorge Hugo Figueroa.

(Tiempo de lectura estimado: 5:25 minutos)

¿Qué es el análisis del impacto urbano y como es regulado por las autoridades?

  Todos o casi todos los habitantes de una ciudad o de un pueblo hemos oído hablar de los llamados «análisis de impacto ambiental», es decir, en pocas palabras, «el modo en que determinada actividad afectará al medio ambiente».

  De los análisis de impacto urbano, por el contrario, nadie o casi nadie ha sentido hablar, sin embargo, desde tiempo inmemoriales, desde que se fundó la primer aldea y tal vez antes, determinados hechos han modificado nuestro estilo de vida, han separado familias, destruido poblaciones, generado migraciones, llevado al aumento de la población en lugares inhabitables y, por lo tanto, han aumentado las enfermedades que creíamos superadas, incluso, han aparecido nuevas.

  La instalación, digamos, de una industria, no sólo genera un impacto ambiental (el cual será analizado previamente para poder controlarlo o, llegado el caso, prohibir su instalación en determinado lugar). Ahora bien, dicha industria también generará un impacto urbano. Por ejemplo, si dicha industria no contara con un sector gastronómico y se hallara alejada de centros poblados, comenzará a verse rodeada por diversos remolques y vehículos que proveerán de alimentos y bebidas a quienes trabajen allí. En numerosas ocasiones, los mismos trabajadores verán más cómodo y económico radicarse lo más próximo posible a dichas fuentes laborales y así se irán desarrollando asentamientos que, en algún momento, requerirán de energía eléctrica, sobre todo.

La forma en que se  controla, entre otras herramientas, es la planificación urbana.

Maqueta esquemática urbana planteando reformas en un área de la ciudad de Olavarría sobre una imagen satelital impresa obtenida por googleearth.

  En diálogo con el arquitecto Diego Riva (mat. 20.206), actual coordinador del Instituto de Diseño e Innovación del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, ex asesor en el área de Ordenamiento territorial del Municipio de Tandil y actual responsable del área de la movilidad urbana del municipio del mismo partido.

Arquitecto Diego Riva. Mat. 20.206.

  Redactor: Diego, de qué modo se trabaja con el análisis del impacto urbano en Tandil:

  Arq. Riva: En cuanto al análisis de impacto urbano económico y social, al igual que en el partido de Olavarría, está contemplado dentro de una norma que es el plan de desarrollo los usos que se permiten en cada zona. Los usos que son predominantes están garantizados que se desarrollen, luego están los usos que son compatibles con el mismo ambiente, con lo cual pasan a ser complementarios, luego hay otros usos que son autorizables, que son los que dependerán de alguna condicionante que los autorice o no (por ejemplo, un gran supermercado en un área en donde ya existan gran cantidad de pequeños comercios que se verían en clara desventaja comercial), una estación de servicio, es decir, locales que puedan generar una grado de molestia importante. El grado de molestia ocasionada será la que no que quede regido por la norma 8.912. Es decir que, de ese modo se permitirá legislarlo, organizarlo y demás. Éste esquema es el que un poco controla la convivencia entre los vecinos, extrapolando sería comparable con reglamento de copropiedad.

  El arq. Riva nos dice que en otra época se utilizaba más la zonificación por usos, pero que ahora está bastante cuestionado y ahora se está avanzando en una mixtura de uso en donde se va regula por un análisis en donde convergen todos los tipos de impacto urbano (el ambiental, el social, el económico) y así se determina que se puede y que no hacer en cada lugar de la urbe. Igualmente se sigue arrastrando un poco la organización por zonas de usos, así que tiende a haber una convivencia entre ambos sistemas. En C.A.B.A. se está tendiendo mucho más a una organización morfológica o de mixtura de usos puesto que se supone que es mucho más sano para las ciudades.

Redactor: En Olavarría, con la puesta en función del nuevo sistema de estacionamientos en el área central, las personas que tienen que trabajar en dicho área, estacionan al otro lado del arroyo. Esa cantidad de vehículos generó una serie de molestias a los vecinos que no estaban acostumbrados a que le ocupen el frente de su casa. Sin embargo, con el tiempo algunos han podido sacar partido de dichos nuevos estacionamientos abriendo pequeños kioscos o polirubros que ofrezcan productos a quienes regresan del trabajo (además hubo incremento de actividades comerciales debido en gran medida al aumento de alquileres en la zona central).

Arq. Riva: En mi experiencia he podido comprobar que en todas las ciudades en que implementan un estacionamiento medido se genera un cinturón alrrededor. Es medio complejo poder determinar éstos efectos tan llenos de variables, cuál será el alcance. Supuestamente, lo que debe garantizarse en la zona donde hay estacionamiento medido es que haya circulación de vehículos (que no estén estacionados todo el día) y vía rápida en los accesos para vehículos de emergencia. También se debería ir tendiendo a tener sólo un carril para estacionar y así tener dos carriles libres para que los vehículos de emergencia puedan circular rápido.

Maqueta esquemática urbana planteando reformas en un área de la ciudad de Olavarría sobre una imagen satelital impresa obtenida por googleearth.

   Cuando no se aplica la norma, ya sea por zonas de usos o de mixtura de usos, suele ocurrir que donde una industria o asentamiento humano ha dejado terrenos estériles, altamente contaminados, relativamente «indeseables», de escaso valor inmobiliario, personas que no tienen donde vivir recurrirán de manera desesperada a instalarse allí puesto que es poco probable que los vayan a desalojar, naturalmente a costa de contraer graves enfermedades.

  Si seguimos esa línea de «acciones y reacciones» veremos que los diversos gobiernos deberán enfrentar necesidades cada vez más urgentes y diversas en cuanto a salud pública y consumos de energía necesarios para asistir a un sector de la población de bajo poder adquisitivo para que puedan acceder a la educación, a un trabajo digno, a una vivienda digna, etcétera. Como el costo de purificar el ambiente suele ser muy elevado y a la vez no suele haber una oferta inmobiliaria (y si la hubiera es demasiado alta para costearla) aparecerá un espiral viciado que lleva a los pobladores a un nivel de vida terrible, que no sólo termina con su pasado (las personas más ancianas) sino con su futuro (sus hijos).

  Para concluir, les daré un ejemplo, hace unos años con un grupo de colegas arquitectos planteamos la posibilidad de instalar en Olavarría una facultad de arquitectura y urbanismo, ¿pueden imaginar ustedes los cambios que ésto traería?. La gran mayoría de las facultades de arquitectura y urbanismo se encuentran instaladas en la costa atlántica (la última se abrió hace poco en la ciudad de Bahía Blanca), ¿cuánto se ahorraría una familia si sus hijos pudieran estudiar aquí en lugar de tener que mudarse a otra ciudad?. Todo ésto y mucho más es materia del análisis del llamado Impacto Urbano.

Arq. Jorge Hugo Figueroa.

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