Epifanía del Señor


Por: Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría.

En esta fiesta – solemnidad de la Epifanía-, la Iglesia celebra la manifestación (epifanía) de Cristo a las Naciones (gentiles) en las personas de los Reyes Magos.  El papa Francisco refiriéndose a este día nos invita a: “… seguir el ejemplo de los Magos, ellos tienen los ojos fijos en el cielo, pero los pies sobre la tierra y el corazón postrado en adoración”. (…) Emprenden un viaje en busca del Rey que ha nacido; son imagen de los pueblos en camino en busca de Dios. Tienen los ojos fijos en el cielo, levantan la cabeza para esperar una luz que ilumine el sentido de su vida. Necesitamos tener la mirada levantada hacia lo alto, para aprender a ver la realidad en el camino de la vida, para dejarnos acompañar de la amistad del Señor, de su amor que nos sostiene, de la luz de su Palabra que nos guía como estrella en la noche.

Los Magos también tienen los pies sobre la tierra. Se ponen en camino a Jerusalén y preguntan: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo» (Mt 2,2). (…) El don de la fe no nos es dado para quedarnos mirando el cielo (Hech 1,11), sino para avanzar por los senderos del mundo como testigos del Evangelio. (…) Los Magos buscan a Dios, el Dios grande, y encuentran un Niño. Esto es importante: encontrar a Dios en carne y hueso, en los rostros con los que nos cruzamos cada día, especialmente los de los más pobres. Llegan a Belén y, cuando vieron al Niño, «se postraron y lo adoraron» (Mt 2,11). Luego abrieron sus cofres y le ofrecieron dones. «Con sus ofrendas místicas predican los Magos al que adoran: con el oro, como rey; con el incienso, como Dios, y con la mirra, como hombre mortal» (S. Gregorio Magno). Jesús, un rey que vino a servirnos, un Dios que se hizo hombre. Reconozcamos a Jesús como nuestro Dios, como nuestro Señor, y adorémosle en cada Sagrario. No perdamos la valentía de ser buscadores de Dios, hombres de esperanza”.

¿Cuál es mi regalo para el Niño Dios?¡ Élmismo se ha hecho don por cada uno de nosotros, para que tengamos vida y permanezcamos unidos en Él! Empecemos por regalarle nuestro corazón con el deseo de que Él nos haga mejores personas. En este Año Jubilar prolonguemos el misterio de la Navidad – Dios con nosotros -:«Es Navidad cada vez que dejas que Dios ame a los demás a través de ti, es Navidad cada vez que sonríes a tu hermano y le ofreces la mano». (Madre Teresa de Calcuta).

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