La universidad como herramienta de transformación
Libros / Carlos Verucchi / En Línea Noticias (Twitter: @carlos_verucchi)
Nuccio Ordine fue profesor de Literatura Italiana en la Universidad de Calabria. Acostumbraba, durante sus clases, leerles a sus estudiantes fragmentos de textos clásicos. Así, sus cursos fueron volviéndose muy populares y su aura de gran profesor traspasó las fronteras de Calabria y de Italia para alcanzar repercusión en todo el mundo.
A un año de su muerte, Editorial Acantilado ofrece en español “Clásicos para la vida”, un recorrido por aquellos textos que Ordine leía a sus estudiantes.
Antes de la presentación de estos fragmentos, que entre muchos otros autores y autoras corresponden a Shakespeare, Borges, Yourcenar, Pessoa y Flaubert, Ordine ofrece una introducción en la que manifiesta su decepción con el modo en que se educa hoy a los jóvenes.
La escuela, afirma, se ha vuelto completamente utilitaria al sistema y al mercado. La escuela se ocupa más de formar a futuros consumidores que a ciudadanos con ingenio y decisión para transformar la sociedad. La escuela inhibe toda capacidad creativa y por el contrario estimula la obediencia acrítica, la especialización y la adaptación a reglas funcionales al sistema.
Esta crítica la hace extensiva a la universidad. “Ninguna profesión puede ejercerse a conciencia si las habilidades técnicas que exige no se insertan dentro de una formación más amplia, capaz de orientar críticamente las decisiones y, sobre todo, de favorecer la construcción de una conciencia civil. Reducir el ser humano a una profesión constituye un gravísimo error: en cualquier persona hay algo esencial que va más allá de su actividad como médico, abogado o ingeniero”, asegura el autor italiano.
Un profesional sin una base sólida de aquello que antes se llamaba “cultura general” (expresión que ha caído en desuso), sin una visión humanista, ética, sin una clara conciencia de lo que significa la aceptación del otro, del distinto, del que lleva otro color de piel o piensa diferente, del que se viste de otra manera o se siente atraído por prácticas sexuales diferentes a las propias, será un profesional hueco y completamente nocivo para la sociedad. Aún siendo técnicamente brillante. La universidad, insiste Ordine, debe formar antes que nada ciudadanos con capacidad para transformar, para cambiar, y nunca meros aprendices que repitan rutinariamente un saber utilitario al sistema. La universidad debe formar hombres y mujeres con ganas de revelarse, de imponer en las empresas en la que trabajen nuevos paradigmas, capaces de derribar estructuras vetustas, de corregir comportamientos prejuiciosos y discriminadores.
En nuestro país, la Ley de educación superior (Ley 24.521/95) fue concebida en perfecta sintonía con estos conceptos. En su artículo 28 define las funciones básicas de toda universidad de la siguiente manera: “Formar y capacitar científicos, profesionales, docentes y técnicos, capaces de actuar con solidez profesional, responsabilidad, espíritu crítico y reflexivo, mentalidad creadora, sentido ético y sensibilidad social, atendiendo a las demandas individuales y a los requerimientos nacionales y regionales”.
Pareciera una definición redactada por el mismísimo Nuccio Ordine. Lástima que en general no se respeta. En muchas áreas del conocimiento, la universidad se centra exclusivamente en transmitir un saber afín a las necesidades o requerimientos del mercado. Los diseños curriculares de muchas carreras se elaboran tratando de atender las demandas de las empresas que contratarán algún día a los futuros profesionales. No se educa a profesionales para iniciar ninguna transformación sino para que sean útiles, efectivos y funcionales a las grandes empresas o a organismos públicos, para que se adapten lo más rápido posible a las modalidades que resultan efectivas para competir en el mercado, para tener éxito en el darwiniano sistema en el que estamos insertos.
“Clásicos para la vida” es un texto sumamente recomendable. Además de acompañarnos en un repaso por clásicos de todos los tiempos, ofrece una mirada más que interesante en relación a la sociedad actual y al rol que tiene la educación en su construcción.