Medalla Milagrosa y Catalina Labouré
Hoy 27 de noviembre celebramos el día de la Virgen de la Medalla Milagrosa.
María se le apareció a Santa Catalina Labouré, quien ingresó a los 24 años en la Compañía Vicentinas en París. Al tercer mes dentro de la orden, se aparece la Virgen en la capilla del convento mostrándole el modelo de una medalla que debe acuñar en su honor prometiendo que a través de esa medalla seguirá derramando sus gracias a todos los que piden con confianza. Fallece en París el 31 de diciembre de 1876. Su funeral fue uno de los más visitados por la feligresía. Canonizada en 1947, su fiesta se celebra el 28 de noviembre.
María le prometió a santa Catalina que todo aquel que llevase colgando la medalla con verdadera devoción, recibirá infinitas gracias, Durante la epidemia de cólera (1832) que causó la muerte de 20.000 personas en París, se empezaron a distribuir las primeras medallas, a las que se atribuyeron numerosas curaciones, lo que derivó a su vez en una gran cantidad de conversiones, recibiendo el nombre de Medalla Milagrosa por parte de los ciudadanos.
La Medalla encierra un profundo simbolismo que representa el amor y la protección inquebrantables de la Virgen María. Los rayos de luz que brotan de sus manos simbolizan las gracias y los milagros concedidos. Entre otros símbolos que tiene la medalla, están los rayos de las manos de María Santísima, dividido en 2 grupos. Los rayos son las gracias que Ella va derramando sobre la humanidad. Los largos son los que entregó y los cortos los que faltan pedir y quiere conceder. Llevar esta Medalla es una expresión de fe y confianza en la protección de la Virgen María, es un recordatorio diario de la presencia y el amor de María
(*) Abel Galzerano catequista de Banfield, consagrado a la Virgen.