Nora Cortiñas, la madre de todas las batallas


(*) Por Victoria Torino y Simón Schwab

El jueves a la tarde murió Nora Cortiñas, a sus 94 años, despedimos a una histórica y entrañable referente de Madres de Plaza de Mayo dejando un enorme legado de lucha por los Derechos Humanos. 

Pero Norita siempre estaba donde había que estar, y tal es así asi que desde nuestro lugar queremos recordar dos causas (no hubo lucha que no haya apoyado) por las que milió:: el aborto legal, siempre tenia un pañuelo verde en una de sus muñecas que dejaba lucir cada vez que alzaba el puño, y la lucha cannabica, donde declaro que “gracias a la planta puedo seguir caminando en las marchas”.

En su incansable lucha por la defensa de los derechos humanos, también formó parte en los debates al interior del movimiento feminista. Fue Norita una de las primeras madres que participó en los encuentros nacionales de mujeres, en llevar su pañuelo a la Marcha del Orgullo en 1993  y en respaldar la Ley de Aborto Seguro, Legal y Gratuito. Ellas empezaron un camino de buscar justicia por sus hijos e hijas y empezaron un camino de politizar sus maternidades. Hay un lazo natural con la reflexión de los feminismos. 

Entendió muy rápidamente que la lucha por los derechos humanos era dinámica, que no se acababa con el reclamo de verdad y justicia por los crímenes de la dictadura. Activista sensible, gran escuchadora de las nuevas generaciones, y con una gran capacidad de dejarse interpelar por los feminismos, que en las olas masivas de lucha por la legalización del aborto la encontraron encabezando esa hermosa marea de pañuelos verdes.

Norita metió en su mochila también la lucha por la planta, especialmente el acceso libre para el uso terapéutico. Tenía 88 años cuando comenzó a utilizar aceite para sobrellevar problemas en una de sus rodillas y en la espalda. 

La pudimos ver en la marcha mundial por la regulación de la marihuana realizada en noviembre de 2018 encabezando la caminata desde Plaza de Mayo hasta el Congreso, decía por ese entonces: “Estoy orgullosa porque es para la salud del pueblo” y hasta llegó a convertirse en socia honoraria de la organización “Acción Cannábica”. 

Su nombre estará asociado para siempre a una conducta solidaria, empática y a una fuerza inclaudicable. Norita es brújula, refugio, faro, la línea que traza un recorrido para seguir y, ojalá, imitar. Hoy la despedimos con el compromiso de seguir su legado.

(*) Presidenta de la Juventud Radical y Vicepresidente de la UCR Olavarría

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