Nuestra Señora de Guadalupe


La imagen de N. S. de Guadalupe tiene el manto azul salpicado de estrellas.  Es la «Tilma de Turquesa» con que se revestían los grandes señores, e indica la nobleza y la importancia del portador. Los rayos del sol circundan totalmente a la Guadalupana como para indicar que ella es su aurora. Esta joven doncella mexicana está embarazada de pocos meses, así lo indican el lazo negro que ajusta su cintura, el ligero abultamiento debajo de este. Su pie está apoyado sobre una luna negra, (símbolo del mal para los mexicanos) y el ángel que la sostiene con gesto severo, lleva abiertas sus alas de águila. Ella se presentó ante sus hijos como la Madre del Creador y conservador de todo el universo; que viene a su pueblo porque quiere acogerlos a todos, indios y españoles, con un mismo amor de Madre.

San Juan Pablo II nos enseñaba que, ante la actual cultura de la muerte, encontramos esperanza en la Virgen de Guadalupe, la gran abogada y defensora de la vida humana. Ella apareció embarazada. Los indios comprendieron que les visitaba la Madre de Dios. Tras la conversión, los indios cesaron de ofrecer sacrificios humanos que hasta entonces eran comunes. Por eso la Iglesia pide hoy día su intercesión para defender la vida contra el genocidio del aborto y otras amenazas contra los inocentes.

La cuarta visita del Papa a México coincidió con el 26 aniversario de la legalización del aborto en Estados Unidos, poniéndose así de relieve la gran batalla mundial por la dignidad de la vida humana.

«No matarás«: En sus años de Pontificado, el papa Francisco ha pronunciado palabras muy claras sobre la defensa de la vida, en primer lugar, de los no nacidos. La vida debe defenderse siempre porque está ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Cada vida humana, “es única e irrepetible, es un valor inestimable en sí misma. Esto – subrayó el Papa Francisco – siempre debe ser anunciado de nuevo, con la parresía – es decir todo sin callarse nada – de la palabra y el coraje de las acciones. Esto requiere solidaridad y amor fraternal para la gran familia humana y para cada uno de sus miembros”.

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