Octubre Misionero
“Hay dos aspectos que, en la comunidad eclesial, caracterizan el mes de octubre: la oración del rosario y el compromiso en favor de las misiones. El día 7 se celebra la fiesta de la santísima Virgen del Rosario, y es como si, cada año, la Virgen nos invitara a redescubrir la belleza de esta oración, tan sencilla y tan profunda”. Así se expresaba el papa Benedicto XVI en octubre de 2006 invitándonos a “tener en nuestras manos el rosario” . Decía: “… el rosario es oración contemplativa y cristocéntrica, inseparable de la meditación de la sagrada Escritura. Es la oración del cristiano que avanza en la peregrinación de la fe, siguiendo a Jesús, precedido por María”.
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Octubre es también el mes misionero. La misión de la Iglesia es la continuación de la de Cristo: llevar a todos el amor de Dios, anunciándolo con las palabras y con el testimonio concreto de la caridad. El lema del mensaje del papa Francisco para la 97 jornada mundial de las misiones 2023 es: “Corazones fervientes, pies en camino” – los discípulos de Emaús – (Lc 24,13-35). Un párrafo del mensaje dice: “Hoy más que nunca la humanidad, herida por tantas injusticias, divisiones y guerras, necesita la Buena Noticia de la paz y de la salvación en Cristo. Por tanto, aprovecho esta ocasión para reiterar que «todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable» (ibíd., 14). Este es un objetivo esencial en el itinerario sinodal que la Iglesia está recorriendo con las palabras clave comunión, participación y misión. (…) Es un ponerse en camino, como los discípulos de Emaús, escuchando al Señor resucitado que siempre sale a nuestro encuentro para explicarnos el sentido de la Escrituras y partir para nosotros el Pan, y así poder llevar adelante, con la fuerza del Espíritu Santo, su misión en el mundo. Pongámonos de nuevo en camino también nosotros, iluminados por el encuentro con el Resucitado y animados por su Espíritu. Salgamos con los corazones fervientes, los ojos abiertos, los pies en camino, para encender otros corazones con la Palabra de Dios, abrir los ojos de otros a Jesús Eucaristía, e invitar a todos a caminar juntos por el camino de la paz y de la salvación que Dios, en Cristo, ha dado a la humanidad ”.
Octubre: rosario en las manos; corazón encendido; pies en camino para celebrar y compartir nuestra identidad de cristianos y marianos.
(*) Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría.
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