Panorama: Las conversaciones en UxP ante un instancia clave para la interna entre AK y CFK
La hoja de ruta en la que confía el gobernador para un acuerdo con la expresidenta. Qué y quiénes negocian. Cómo se perfila al alianza bonaerense entre LLA y PRO y qué pasará con la UCR.
Por Andrés Lavaselli
El avance del año parece acelerar definiciones electorales en la política bonaerense. Mientras en Unión por la Patria hay conversaciones -muy dificultosas y de resultado incierto pero activas- para intentar un acercamiento entre Axel Kicillof y Cristina Kirchner que podría tener una primera expresión el jueves en la Legislatura, la rendición de Mauricio Macri ante sus propios coroneles habilitó un esquema de unidad entre La Libertad Avanza y PRO que pone en un lugar incómodo al radicalismo, inmerso en su propio laberinto interno.

La posibilidad de atemperar la pelea en el oficialismo está contemplada en una hoja de ruta que por estas horas sigue Kicillof. El plan consiste en alcanzar un primer entendimiento que permita suspender las PASO, lo que crearía las condiciones para una negociación, posterior, sobre la estrategia electoral integral. En la práctica, eso implica resolver la cuestión del desdoblamiento y la conformación de listas de unidad, un objetivo que todos los sectores reconocen como clave para asegurar la competitividad en las urnas, sobre todo si hay acuerdo LLA-PRO.
Kicillof habló con Massa jueves y viernes, luego de que el presidente de Diputados, Alexis Guerrera, confirmara una sesión el jueves próximo para tratar la suspensión de las PASO. La interlocución del gobernador con Cristina es mucho más compleja. De hecho, es indirecta: el exministro de Economía tercia. Pero se habilitaron otros dos canales: dos senadoras, una ultra K y otra que representa a Kicillof, y dos intendentes -uno de la tercera y otro de la primera sección- hacen de puente, llevando y trayecto propuestas y contrapropuestas.
En el kicillofismo son optimistas. En aquellas charlas, Massa habría prometido que sus diputados votarán favorablemente suspender las PASO. Kicillof también habría mantenido contactos con actores del oficialismo de la UCR. Sin embargo, no hay nada confirmado: altas fuentes del FR se limitaron a indicar a DIB que eso ocurrirá solo si hay un acuerdo integral encaminado. El camporismo, el otro sector importante del oficialismo en la cámara Baja, mantiene silencio. Solo indicaron que habrá sesión el jueves, pero ni siquiera dieron precisiones sobre si hay conversaciones o no.
La PASO quedó convertida en la clave del conflicto en UxP porque Kicillof ató su suspensión al desdoblamiento electoral, pieza clave a la vez de su intento de autonomización. Por eso, sin acuerdo cerrado, la semana que pasó Massa y Cristina ordenaron a sus legisladores no dar quórum a una sesión en Diputados en la que iba a tratarse la eliminación de las primaras. El kicillofismo respondió: hizo que sus legisladores bajaran al recinto -nació así el llamado Grupo de los 11, que responde al Gobernador- para mostrar la diferencia de criterios y presionar a sus rivales internos.
En ese escenario, la sesión del jueves funcionará también como test de la posibilidad de resiliencia en el peronismo. ¿Hay posibilidades de superar la foto de fractura del miércoles pasado, con todo el enojo larvado que contuvo? Al argumento de la necesidad de avanzar en un entendimiento para asegurar listas de unidad, un diputado agregó otro, en diálogo con DIB: “la mayoría de las segundas líneas estamos cansadas de la pelea de la cúpula y los ultras”. Sin embargo, nadie arriesga un pronóstico.
La duda central pasa por lo siguiente: ¿por qué aceptaria el Insituto Patria avanzar con la eliminación de las PASO si eso implica ceder la princioal carta de negociación a la hora de discutir el cronograma electoral? Es decir, con la primaria eliminada, Kicillof no tendría obstaculos para avanzar por decreto con el desdoblamiento.
De hecho, si no hay acuerdo, anida en un despacho una idea polémica. Acaso explosiva. Atar, en el proyecto de Ley PASO, la fecha de elección general en la provincia a la de las legislativas nacionales. Sería la muerte del proyecto de desdoblamiento y, seguramente, el quiebre definitivo en el oficialismo. Quienes lo impulsan, amagan con una advertencia: a la oposición podría convenirle, por el arrastre que supondría la participación de Milei en la campaña, más allá de que los diputados nacionales se votarán con boleta única y los legisladores provinciales y concejales, con lista partidaria.
Las otras internas
En la oposición, la novedad es la rendición de Macri ante sus coroneles Cristian Ritondo y Diego Santilli: el expresidente se repliega a la pelea con los libertarios en la ciudad de Buenos Aires y deja abierta la posibilidad de un acuerdo con La Libertad Avanza en la Provincia. El hecho de que Ritondo y Santilli hayan avanzado por su cuenta en una foto con Karina Milei, a cargo del armado electoral libertario, tres días antes de que Macri aceptara la posibilidad, da cuenta de hasta qué punto se trató de un paso que se dio más allá de su opinión.
En el entorno de Ritondo y Santilli advierten que ahora se abre un período de negociación respecto de las características que tendrá el acuerdo. Ambos dicen que deberán contemplarse las estructuras que comandan. Y admiten que José Luis Espert es el número puesto para encabezar la lista de diputados nacionales. Los libertarios solo imaginan que algunos PRO se sumen a una lista violeta, sin la creación de otra identidad. Pero quizá no sean primeras líneas: por caso es difícil, aunque no imposible, que Santilli, acepte ser tercero en una nómina.
Por ahora, no habrá rupturas con la estructura amarilla. Y, dato importante para el escenario bonaerense, tampoco modificaciones en la bancada de diputados de PRO, donde Santilli comanda un grupo relativamente novedosos. Sin embargo, en el partido amarillo advierten que la elección porteña del 18 de mayo será un mojón: el resultado para PRO -adverso o favorable- repercutirá en la Provincia, empoderando o desdibujando definitivamente a Macri. Solo en ese momento, la negociación por el esquema bonaerense entrará en su fase definitiva.
Para el radicalismo se abre una incógnita: el acuerdo LLA-PRO plantea desafíos nuevos. Al sector más alejado del mileísmo, proclive a construir una tercera vía, le quita socios potenciales. Y al más afín al Presidente, le suma competidores nuevos a la hora de pensar en un acoplamiento a una lista amarilla. Los radicales, de todos modos, están sumidos en su propio laberinto interno. Los sectores que lideran Maximiliano Abad y Martín Lousteau negocian en una mesa política integrada por cuatro dirigentes una salida política al conflicto abierto tras la elección de autoridades para el Comité Provincia. No es una cuestión menor: ese organismo partidario es clave a la hora de elegir autoridades partidarias. (DIB)