San José
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María Teresa Pasos, Consagrada a la Virgen, Tandil.
El 19 de marzo de cada año celebramos la festividad de San José, fiesta introducida por el papa Sixto IV. Es patrono de la Iglesia Universal durante el pontificado del papa Pío IX. » José, a la vez que continúa protegiendo a la Iglesia, sigue amparando al Niño y a su Madre y nosotros también amando a la Iglesia, amamos al Niño y a su Madre” (PatrisCorde 5 papa Francisco). Es “… modelo de padre y esposo “Custodio del Redentor” (San Juan Pablo II).Patrono de las familias. Es un padre que con su vida nos refleja el amor a Dios y a su familia, un ejemplo para todos.
Es patrono de los trabajadores en particular de los carpinteros. Su trabajo estaba envuelto en el silencio como humilde carpintero (Mt.13, 55) al cual supo responder con fidelidad. Él nos enseña a hacer un trabajo justo, a ser agradecidos de este don del trabajo que dignifica a las personas que ponen al servicio de Dios los dones recibidos: “José acercó al trabajo humano el misterio de la Redención” (Redemtoriscustos IV). Mirándolo estamos invitados a imitarle y servir a Cristo por medio de nuestro trabajo. “…Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres” Col. 3, 23s).
La vida de San José fue de oración y silencio permaneciendo de este modo en diálogo con Dios. Es así como Dios le encomendó ser el padre adoptivo de Jesús y esposo de la Virgen “José, hijo de David, no temas tomar contigo a María, porque lo engendrado en Ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt. 1, 20-21). San José obediente y humilde, realizó lo mandado por el ángel y tomó a María con todo el misterio de la maternidad. Se abre así, en disponibilidad y entrega absoluta al designio de Dios que le pide el servicio de su paternidad “al haber hecho de su vida un sacrificio al misterio de la Encarnación y a la misión redentora que le está unida; al haber utilizado la autoridad legal para hacer de ella un don total de sí mismo, de su vida, de su trabajo; al haber convertido su vocación humana de amor doméstico en la oblación sobrehumana de toda capacidad en el amor puesto al servicio del Mesías nacido en su casa” (PatrisCorde 1, papa Francisco).Con su ejemplo de vida nos enseña a amar, orar, sufrir, trabajar y en todo actuar rectamente para dar gloria a Dios con nuestra vida día a día, a vivir con docilidad la voluntad del Padre. Y el silencio de José continúa puesto al servicio de la escucha; con confianza acudimos a su protección: “San José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida”.
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