Virgen de la Merced

(*) Colaboración   de   Silvina Lanzinetti,  Tandil.


            María una auténtica madre, un canal de gracia y gran intercesora. “De María aprendemos a entregarnos a la Voluntad de Dios en todas las cosas. De María aprendemos a confiar incluso cuando toda esperanza parece haberse ido ¡De María aprendemos a amar a Cristo su Hijo y al Hijo de Dios!”. (San  Juan  Pablo II).

             El 24 de septiembre   la celebramos bajo la advocación de la Virgen de  la Merced. El nombre alude a la misericordia de Dios con sus hijos, que nos ha dejado en la persona de la Virgen. “Merced” significa “misericordia”, “dádiva”,  “gracia”, y también “perdón”.

            Sus orígenes se remontan al siglo XIII, cuando la Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco para animarlo en la tarea   de liberar a los cristianos cautivos de los musulmanes,  le pide que funde una congregación para redimir cautivos.  Nolasco le preguntó: “¡Oh Virgen María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia! ¿Quién podrá creer que tú me  mandas?”. Y María respondió diciendo: “No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde una Orden de  ese tipo en honor mío”. Es  así  que  animado por la Virgen de la Merced, organiza en 1218 la “Orden Real y   Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos”, más conocida como Mercedarios.

            Los Mercedarios, aparte de los votos de pobreza, castidad y obediencia, hacían un cuarto voto, en el que se  comprometían a dedicar su vida a liberar esclavos. En 1265, la advocación a la “Virgen de la Merced” fue aprobada por la Santa Sede y en 1696, el Papa Inocencio XII   fijó el día 24 de septiembre como la fecha de su fiesta.

            Cuando los frailes mercedarios llegaron a América, introdujeron esta hermosa devoción: la Virgen de la  Merced (o, de las Mercedes) es celebrada por los devotos de República Dominicana, Perú, Ecuador, Argentina y  muchos otros países del continente. En nuestro país, es patrona del Ejército Argentino. Belgrano la designó como Generala del Ejercito de la Patria.

             “No desviemos la mirada ante los sufrimientos de los hermanos y hermanas privados de la libertad y de la dignidad, víctimas de las esclavitudes contemporáneas. Pidamos a la Virgen de la Merced que nos ayude a trabajar juntos para romper las cadenas y devolverles una vida digna”.( Papa  Francisco,2021 celebrando  esta  fiesta).

            (*) Colaboración   de   Silvina Lanzinetti,  Tandil.

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