¿Y si los Rusos tampoco nos quieren?

Por: Carlos Paladino

El informe de «The Lancet» que confirma un casi 92% de eficacia en la vacuna rusa SputniK V, le otorga mayor crédito a la señora Cristina Kirchner, para meternos de pies a cabeza y en cuerpo y alma, en países cuyo sistema político está atado a una figura de gobierno autocrático; el poder reflejado en un Partido Único, que hace y deshace sin guardar respeto por la institucionalidad. Por lo general,son frecuentes en las naciones con régimen comunista. Citamos a la vicepresidente porque nos aturde la sensación de que, el señor Alberto Fernändez, nunca adhirió a esta idea; pero, su pacto de gobernabilidad con Cristina, no le da margen para enarbolar una férrea oposición. Es un plan a la medida de la vicepresidente, ya que en el mundo de libertad plena, no encaja. Después de todo y, para beneplácito del peronismo de añeja estirpe, la señora condice con cierta afirmación de Juan Perón, creador de la doctrina y del Partido. Ya en el exilio, en plena Guerra Fría y, ante el despliegue del marxismo, Perón manifestaba: «La revolución mundial va hacia formas socialistas; es legítimo asociarse a Rusia» El General marca el inicio de un nuevo estilo en el liderazgo político. Desterrado, también, abrió la puerta principal de entrada a la guerrilla argentina. 

Por cierto el éxito de la Sputnik V ha permitido que México la autorice, países como Serbia y Hungría convalidan el triunfo ruso, que podría extenderse y competir en la misma UE. «En cuanto un laboratorio registra una vacuna en la Agencia Europea de Medicamentos, ésta se estudia sin tener en cuenta su nacionalidad. Sólo necesitamos saber que es eficiente y la vacuna rusa se estudiará igual que las demás», dijo el vocero del Gobierno de Francia, Gabriel Attal. El mundo contagiable requiere y agradece la eficacia científica de Rusia. 

La nobleza de la vicepresidente radica en no ocultar su sentimiento mesiánico. Que la gente lo acepte de buen grado, se corresponde con otra discusión y que la oposición no lo advierta;… bueno, por si las moscas, siempre conviene dejar sin llave la puerta de Cristina.Entre  los invocadores del «que se rompa pero que no se doble», hallaremos ejemplos vivientes. La pretensión de involucrarnos en un mundo socialista, no es novedoso y ha ocasionado contratiempos que demoran la adquisición de las vacunas. Un gesto lo dio cuando apoyó al presidente Putín en la disputa por la posesión de Crimea, no bien observada por el mundo democrático, pero que a Cristina no le importó: «Crimea es de Rusia». Fue clara respecto a Cuba y a Fidel  – socialismo latinoamericano – ; es el  «último de los líderes modernos». Así. el gobierno, entonces, desde el inicio de la pandemia va acomodándose a los altibajos de esa situación. Puso en aprieto al Ministro Gollán cuando debió comunicar que iba a contratar quinientos médicos cubanos  -i se supone aspiración de Cristina – para colaborar en la lucha contra el contagio. Asimismo, colabora con la incertidumbre Ginés González García (el funcionario del que el presidente dijera; «menos mal que lo tenemos a Ginés). Cuando empezaba el rumor acerca de la pandemia dijo que para él, era más preocupante el dengue, que China, donde se originó el virus, «está lejos». Creemos en las intenciones del ministro de no querer alarmar, aunque, tal vez, debió considerar que el «bicho» no se trasladaba nadando o en barco. Al enterarse de que el presidente estaba negociando directamente con Pfizer, Ginés se enojó, por haberlo salteado en el trato de compraventa de las vacunas, que personalmente estaba conversando con su amigo Sigman. El laboratorio Pfizer quedó desestimado. Las primeras y pocas vacunas al fin llegaron, pero, no eso no impidió que el ministro, agrandado y eufórico dijera «Hoy es un hermoso día para los argentinos; es una verdadera epopeya hacer la campaña de vacunación más grande de la Argentina, con equidad e igualdad de derechos». Otro tanto el gobernador Kicillof; «Hoy es el principio del fin de la pandemia en la Argentina. Orgulloso de haber puesto el hombro» .

El espíritu triunfalista duró poco. Los retardos del laboratorio ruso en enviar las partidas comprometidas se hicieron notar. Vimos un avión detenido en vez de partir en un tercer vuelo a Moscú a buscar unas 400 mil dosis de la vacuna Sputnik V; Rusia seguía demorando la entrega, por ser muy grande la demanda. Por culpa de Rusia, no se podrá disponer de las 5 millones de dosis que el gobierno había prometido contar en el mes de enero.  Mientras tanto, ese lindero país, pequeño y con pocos recursos (en comparación), está vacunando a 140 mil chilenos por día.

Los gobernantes y la justicia han estado más preocupados en borrar los antecedentes en las causas de la señora Cristina Kirchner y sus amigos, que de estar abocados a una negociación seria por vacunas contra el Covid. La cuestión es tumbar el prestigio de cualquier juez o fiscal que osare investigarlos. Los acusados deben salir libres y limpios de por vida de todo deshonor y, el país entero, pedirles disculpas. Cristina Kirchner merece ser reivindicada; si atendemos a las redes sociales tiene atenuantes a favor «Esa verdadera pandemia económica y social que representó el último ciclo neoliberal del gobierno macrista se sumó este año, de manera imprevisible, la pandemia del coronavirus» 

La líder indiscutida del peronismo actual incurre en arrastrarnos a un sistema de Partido Único, no republicano, porque en uno neoliberal y democrático no encontrará cobijo a la suma de delitos cometidos.  Esto, claro, más allá del protagonismo mesiánico que se le conoce. No importaron las dudas que desató la falta de una certificación científica (como la respalda ahora), tampoco importaron los recelos que surgían en países que decían:  «Sabemos que en Rusia muchos médicos se niegan a aceptarla. El presidente ruso hasta ahora no se ha vacunado  con la vacuna rusa y las encuestas de opinión reflejan bastante desconfianza en Rusia respecto a Sputnik V».  Nosotros teníamos que esperar y comprarle a Rusia, aún a riesgo de toda la población. No se desconfiaba de Rusia, por ser Rusia, ni dudaba de la capacidad científica rusa; le faltaban los avales requeridos que aseguren sus beneficios. Ahora, al parecer, está todo bien y haremos cola para vacunarnos. De fallarnos Rusia iremos a China, otro sitio adonde el republicanismo es sólo una palabra.

Nos cabe un interrogante: ¿por qué si somos tan incondicionales con la Rusa de Putín, no nos priorizan en esta contingencia? Eso es lo que hacen los países hermanados por la doctrina. Cuando Moscú se topa con un aliado dogmático – como ha ocurrido – inmediatamente va en su auxilio. ¿Por qué Rusia ante tanta obsecuencia falló y no cumple con Argentina….le interesamos a Rusia y al bloque comunista?

No hay que tirar por la ventana, el hecho de que no tengamos la plata suficiente para comprar las vacunas o que la señora Cristina de Kirchner no sea creíble para el gobierno del presidente Putín. ¿Por qué no?.

De todas formas, bienvenida la vacuna Sputnik V

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