Estudiantes perdió con Villa Mitre en Monte Hermoso
Con una producción que fue creciendo, el tricolor venció a Estudiantes de Olavarría, por 107 a 86.
Villa Mitre pudo disfrutar a pleno de Monte Hermoso, donde venció a Estudiantes de Olavarría, 107 a 86, por la Conferencia Sur de la Liga Argentina.
Claro que para el tricolor no resultó sencillo el inicio, le costó meterse en juego, le faltaba ritmo, atrás y adelante.
En defensa lo padeció porque Estudiantes supo ocupar los espacios en la pintura; sacó ventajas ahí.
Y, a la vez, en la medida que el tricolor escurrió su defensa, surgieron los tiros a distancia, con Arese mostrando su mano caliente (4-5 en triples en el primer cuarto).
La Villa, en ataque fue encontrando tiros confiables, aunque careció de efectividad y rebote ofensivo. Acaso, necesitaba generar puntos a partir de ofensivas más rápidas.
A partir de ahì, Harina empezó a meterla y Pennacchiotti lastimó adentro, entonces otra fluidez tuvo el juego tricolor, cerrando el primer cuarto 21-20.
A corregir: el 5-10 en triples que había estampado la visita obligaba a abrir más la defensa, sin descuidar, claro, el juego interior.
Estirándose atrás, punteando los lanzamientos, y transformando cada recupero en contraataque, Villa Mitre logró liberarse, ganar en confianza, sentirse cómodo y, al mismo tiempo, local en el balneario.
Harina fue una pesadilla con su tiro a pie firme, Heinrich metió 3-5 en dobles, Pennacchiotti 3-3, Bellozas trajo energía del banco y, así, la Villa sacó sacó 10.
En un primer tiempo de mucho goleo, Estudiantes respondió con tiros más forzados, pero efectivos al fin: 3-3 de Pato Rodríguez, Brocal rompiendo (3-3 en t2) y Owens empujando adentro.
Primer tiempo 52-44. Entretenido para los que habían elegido cerrar la sombrilla y llegarse al Poli.
En el comienzo del complemento, hubo una similitud: los dos aros estuvieron abiertos.
Villa Mitre se apoyó en José Gutiérrez (2-2 en triples) y el Bataraz en Marina (2-4 en triples).
No obstante, el tricolor supo generar más juego a partir de este recurso, encontrando respuestas de Amigo, Harina y Bellozas.
En 4m40 sacó 12. Y, manteniendo el ritmo, estiró a 18 (80-62) a falta de 40 segundos para el cierre del cuarto, ya a esta altura, mostrando todo su poderío, algo que estaba necesitando.
La Villa entró al último 80 a 65. ¡Muchos puntos! Era cuestión de administrar el juego y no disminuir la intensidad. El partido estaba en sus manos.
Cada vez más Estudiantes sintió la ausencia de su base natural Jeremías Sandrini (lesionado).
No podía generar juego, sus ofensivas eran lentas y todo esto le jugaba a favor del tricolor, que respondía corriendo de la mano de Gutiérrez abriendo la cancha, atacando el cesto con Bellozas y floreándose colectivamente ante su gente.
Fue, en definitiva, un buen cierre de viernes, para pasar el fin de semana en Monte y esperar que el domingo vuelva a salir el sol ante Rocamora. (Cronica y fotos La Nueva).
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