Kicillof analiza declarar la emergencia alimentaria y educativa en la provincia


Fuente: La Nación

Prolongará el perfil bajo que mantiene desde las PASO, no intervendrá en la discusión económica y no se mostrará como gobernador electo. Sin embargo, Axel Kicillof ya analiza medidas, con la mira puesta en el 10 de diciembre. La más urgente: declarar la emergencia alimentaria en la provincia de Buenos Aires.

El candidato del Frente de Todos lanzó la propuesta durante la campaña y, si se confirma su triunfo en octubre, la pondrá en marcha apenas asuma la gobernación, anticiparon a La Nacion dirigentes de su entorno. La medida, en la que trabajan los equipos técnicos, tiene varios componentes y apunta a paliar el impacto de la inflación en la canasta de alimentos. Fue ideada antes de la reducción del IVA anunciada por el gobierno nacional, que solo tiene vigencia hasta diciembre.

De acuerdo con lo que planteó el candidato antes de las PASO, la medida se dictaría de manera simultánea con otras tres emergencias: educativa, sanitaria y productiva. Son las áreas en las que la provincia de Buenos Aires atraviesa las peores carencias, según el diagnóstico de Kicillof y su equipo. El exministro de Economía también está decidido a avanzar con una regionalización administrativa para optimizar la gestión, adelantaron en su entorno.

La emergencia alimentaria incluirá, en primer lugar, un aumento del monto que destina hoy la provincia a los comedores escolares, en concepto de «asistencia alimentaria». Es de 27 pesos por chico por día, la quinta parte de lo que gasta la Ciudad de Buenos Aires, según los cálculos del Frente de Todos.

En segundo lugar, habrá un programa para contener el precio de los alimentos de la canasta básica, una suerte de Precios Cuidados bonaerense. Durante la campaña, Kicillof se interesó por dos experiencias municipales. Una de ellas, la de Hurlingham, donde el intendente Juan Zabaleta aplicó el plan Canasta Popular, a partir de un acuerdo con los mercados locales, para moderar el costo de 35 productos esenciales. Después del desbarajuste de esta semana, Zabaleta prepara un relanzamiento.

Otra experiencia que se analiza es la del municipio de Daireaux, gestionado por el peronista Alejandro Acerbo. El gobierno local se asoció con cooperativas de fabricación de alimentos, en las que los trabajadores elaboran mercadería para el consumo de sus familias y para la comercialización a precios populares en ferias montadas por el municipio. «Estamos analizando cuáles son las mejores herramientas», dijeron en el comando de la calle Piedras e Hipólito Yrigoyen, sede de las oficinas de Kicillof.

El equipo del candidato lo coordina Carlos Bianco, exsecretario de Relaciones Económicas de la Cancillería, jefe de campaña y dueño de Kicimóvil, el Renault Clio que se convirtió en emblema de la campaña del Frente de Todos en la provincia. El elenco estable de las recorridas lo completan su vocera, Jésica Rey, y su secretario privado, Nicolás Beltram, a cargo de la logística.

En un segundo círculo aparecen otros dirigentes que podrían ocupar cargos de relevancia a partir del 10 de diciembre. Augusto Costa, exsecretario de Comercio, se encarga de la relación con los empresarios. Javier Rodríguez, exfuncionario del Ministerio de Agricultura, de la relación con el sector rural. Agustina Vila, exjefa del gabinete de asesores de Kicillof en Economía, tiene a su cargo la coordinación con el Instituto Patria. Pablo Ceriani, exgerente de Aerolíneas Argentinas, el diálogo con los sindicatos. El exsecretario de Finanzas Pablo López es el responsable de la recaudación de campaña. Juan Cuattromo, exfuncionario del Banco Central, y Cristian Girard, expresidente de la Comisión Nacional de Valores, de las propuestas y el plan de gobierno. También tiene un papel activo Cecilia Nahón, exembajadora en los Estados Unidos.

Aunque no tiene como objetivo construir el «kicillofismo» en la Legislatura, el candidato ya tiene ahí dos dirigentes de confianza: la senadora Teresa García, que se encargó de la fiscalización, y el diputado Carlos «Cuto» Moreno. «No queremos hacer show ni rosca política. Queremos hacer un gobierno que sea recordado por la gestión», dicen cerca de Kicillof.

Si gana en octubre, otro de los objetivos inmediatos del exministro de Economía sería, en el marco de la emergencia educativa, la reparación de todas las escuelas de la provincia. Su idea es completar el trabajo el primer año de gobierno. En materia sanitaria, la mira está puesta en la inauguración de los cinco hospitales que fueron construidos durante la gestión de Cristina Kirchner y que la gobernadora María Eugenia Vidal resolvió no poner en funcionamiento. La emergencia productiva, en tanto, incluirá el lanzamiento de líneas de crédito subsidiadas para Pymes y pequeños productores.

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