#17A Una carta a la Diputada Schwindt: «no subestime a sus vecinos»

Una lectora respondió los dichos de la Legisladora del Frente de Todos.


Fotos: Luis Molina

Estimada Diputada Nacional Liliana, respeto su derecho a expresarse y lo considero saludable, pero por favor no subestime a sus vecinos, habla de muertes en la ciudad, sin mencionar lo que sucede a nivel país, los casi 4000 presos soltados impunemente, menciona autos de alta gama en forma despectiva, realizando una generalización y estigmatización, aún utilizando el tipo de vehículos que desprecia; habla de gente que no reclama por lo colectivo y por los derechos de los más vulnerables, le recuerdo que justamente hoy en día somos la clase media empobrecida, (empleados, comerciantes, profesionales, independientes, etc.), la que sufre las consecuencias, los que a través de nuestros ingresos diezmados por las interminables crisis, seguimos aportando, poniendo el hombro, pagando impuestos para que la dirigencia política siga su trencito inalterable, con chicanas y bravuconadas incluidas en nombre del bien común; por supuesto ajenos totalmente a la realidad de la gente, percibiendo todos los meses salarios de 6 dígitos, sin contar asesores, empleados y viáticos. Pero sin embargo siguen fomentando y abriendo brechas en un país saqueado, devastado que hoy más que nunca necesita recuperar su identidad y sus valores, reivindicando la historia y afianzando la cultura del trabajo de nuestros inmigrantes. Se atreven con su relato a corrernos por izquierda cuando viven como burgueses despreciando lo que ostentan con total hipocresía.

Detesto las generalizaciones, por lo que deseo aclarar, que a lo largo de mis años he conocido innumerables dirigentes probos, estadistas, visionarios y honestos, con férreos valores y apasionados por la política, que una vez finalizada su gestión, regresaron al llano como llegaron, algunos hasta empobrecidos, volviendo a trabajar en sus actividades personales; por ello, para completar la idea es justo mencionar que también conozco familias enteras que dese el 83 «viven de la política», cambiando de partido según la conveniencia, dejando los ideales y banderas de lado por integrar una lista, parece una ironía pero casi nadie resiste un archivo.

Como todos sabemos la política es una profesión, sería absurdo estar en contra de ella, ya que bien entendida es la única herramienta capaz de solucionar los problemas y mejorar la calidad de vida de la personas; lo malo son las formas que toma el poder, confrontación, opresión, abuso, impunidad y ambición desmedida de los hombres, obviamente reflejo de la sociedad en que vivimos. Diputada con todo respeto la invito a reflexionar sobre sus palabras, humildemente le ruego que no nos discrimine por pensar diferente «Ustedes están a cargo como oficialistas son responsables» tienen en sus manos el destino de 44,49 millones de almas expectantes y esperanzadas, muchos se animan a decir lo que no quieren. Sería bueno saber que opina usted de otros temas más allá del «Tarifazo», como los innumerables decretos de necesidad y urgencia, la reforma Judicial, la liberación de delincuentes y de los «llamados presos políticos», la apertura de los casinos en plena pandemia, las interminables colas de Abuelos para cobrar, la aprobación de la Ley Cristobal López, del derecho a la propiedad privada, del cepo, de la cantidad alarmante de pymes y comercios que cierran todos los días aumentando la pobreza, en síntesis que opina de la corrupción porque es imposible negarla, venga de donde venga.

Lamentablemente sin educación, sin respeto por el prójimo y las instituciones, no existe un país viable, ojalá nuestros dirigentes sean capaces de ver el bosque, dejando los egoísmos e individualidades de lado, para forjar un país inclusivo real (no con lenguaje inclusivo) donde los derechos humanos sean de la población que hoy vive tras las rejas y con miedo, con acceso a la cultura, educación y al trabajo, con la dignidad que significa parea una familia ganarse el sustento diario, que los planes de necesidad y urgencia sean breves no duren 3 o 4 generaciones.

Somos una sociedad demasiado sumisa, pero todo tiene un límite. Pensemos juntas Liliana ¿no le parece posible que el 17A haya sido el reflejo del cansancio a la imporvisación, el hastío de ser los ciudadanos el último orejón del tarro?, digamos la «Rebelión de los mansos» contra la opresión del poder indiscriminado.


Agradezco a En Linea la posibilidad de expresarme libremente.

Virginia Massini

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