Casa Silvia te muestra cómo calefaccionar tu hogar
Una de las necesidades cotidianas de las personas es la calefacción. Esta necesidad suele generar interrogantes y dudas sobre cuál es la mejor manera de calefaccionar; la más segura, la que menor contaminación produce y la que permite ahorrar energía.
Una de las más seguras y que posibilita un buen uso del calor es la instalación del sistema de piso radiante con agua caliente. Sin embargo, plantea como dificultades el costo elevado de la colocación y la problemática de instalarla en una casa habitada.
Como opción más apropiada se presenta el piso radiante eléctrico, los radiadores eléctricos, las estufas eléctricas o a gas.
Está comprobado que para generar energía calórica es más eficaz emplear gas antes que electricidad; por lo tanto, el tiro balanceado es más conveniente que cualquier tipo de calefacción eléctrica, no sólo desde el punto de vista económico sino también desde la eficiencia.
En este artículo compartimos algunas ideas y sugerencias sobre calefacción del hogar.
Calefactores de tiro balanceado
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Es una de las mejores opciones por sus características. Tienen doble comunicación, dado que consumen oxígeno del exterior y también eliminan la combustión hacia afuera. Su instalación es aconsejada para diversos ambientes -inclusive en baños y en dormitorios-. Brindan un calor circundante que no origina dolor de cabeza ni sensación de falta de aire.
Para un ambiente de treinta metros cuadrados se requieren calefactores con una capacidad de 3000 a 4.500 calorías aproximadamente.
Un dato importante es el cuidado y la prevención, por lo que se recomienda revisar anualmente los aparatos con el propósito de comprobar que sus componentes de seguridad funcionen y efectuar una limpieza de quemadores.
Sistemas eléctricos
Un detalle que hay que tener en cuenta es que los sistemas eléctricos aumentan considerablemente el consumo económico que se refleja en la factura de electricidad. Así, una sugerencia es que si se opta por un aire acondicionado frío/calor es beneficioso seleccionar los que contienen una etiqueta que dice clase A, porque consumen menos energía que los B o C.
Este tipo de aire se considera una de las propuestas eléctricas más eficientes, pues poseen un termostato que verifica la temperatura del ambiente y una vez alcanzada la deseada deja de calentar.
Otra alternativa para calefaccionar es el uso de paneles eléctricos, que calientan por efecto Joule y luego irradian el ochenta y cinco por ciento de su calor. Consiste en una placa de cemento y celulosa que contiene una resistencia eléctrica y funciona por convección y calor infrarrojo.
Es un sistema de calefacción limpio que no genera olores ni residuos dado que no se produce combustión. Además, no utilizan líquidos, aceites, gases ni consumen oxígeno.
Su instalación es muy simple. Solo requiere de una toma eléctrica y se pueden ubicar en cualquier ambiente de la casa.
Para elegir el modelo ajustado para cada ambiente hay que considerar que para treinta y ocho metros cuadrados es aconsejable usar un panel de 450 Watts.
No hay que olvidar que existen las estufas eléctricas y caloventores de sencillo funcionamiento y que pueden trasladarse de una habitación a otra fácilmente. Son ideales para usar en espacios cerrados que no poseen buena ventilación. Producen calor seco y hay modelos que se adaptan a los distintos presupuestos. Generalmente son muy económicos.
Calefacción solar
Se caracteriza por su seguridad; por el bajo consumo de energía y por ser el sistema que menor contaminación produce.
Hay dos tipos de calefacción solar que se pueden instalar en una casa; a través de piso radiante o de radiadores a agua. El primero es más eficaz porque otorga un calor más uniforme y envolvente.
Según la ubicación geográfica por el nivel de insolación, la mejor alternativa es el sistema híbrido entre energía solar -termotanques solares- y piso radiante. En los días soleados -sin importar la temperatura exterior- el sistema calienta el agua y la transfiere a la caldera a gas. Los colectores solares se sitúan en el techo de una casa y también son aptos para edificios.
Uno de los lemas de la calefacción sería “Una calefacción para cada habitación”. Y por eso, compartimos sugerencias según los espacios a calefaccionar.
Baño y espacios pequeños
La mejor opción siempre será un peuqeño calefactor, aunque dependiendo de las medidas del baño y su ubicación será necesario considerar factores como el tiraje y restricciones impuestas por las ordenanzas municipales.
Otra propuesta válida es el secatoallas, pues además de calentar la toalla, genera la temperatura óptima en el baño.
Dormitorios y habitaciones medianas.
La selección de los aparatos depende en cierta medida del uso que se le otorgue al espacio.
Los emisores térmicos son ideales para el dormitorio pues requieren de un mínimo espacio, mantienen la temperatura constante y son silenciosos.
El radiador eléctrico permite concentrar el calor en el lugar en que se pretende tener una temperatura agradable -por ejemplo, la cama o el sofá-.
Salón y espacios amplios.
Demandan de equipos de aire acondicionado o climatizadores. Hay que recordar que el salón, living o living comedor es el lugar de la casa en el que generalmente estamos la mayor parte del tiempo. El aire acondicionado facilita delimitar el tiempo y la temperatura regulada para todo el lugar.
Los calefactores a gas son otra opción muy eficiente, aunque hay que considerar el tamaño de la sala o habitación, y la zona donde se encuentra la residencia, ya que en muchos casos un calefactor de gran tamaño puede significar un consumo muy alto.
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