Del Zotto entrevista a Gogol: “Quemé mis últimos originales”

Las entrevistas se realizaron en la época de los entrevistados. El entrevistador, el escritor Guillermo Del Zotto, no revelará el secreto de viajar en el tiempo porque entrevistador que lo haga mal entrevistador será.

Nicolás Gogol permanece prácticamente postrado. Acaba de comenzar el año 1852 y todo indica que la segunda parte de “Almas muertas”, una de las posibles obras maestras de la literatura del futuro, no verá la luz.

A Gogol, a la hora de esta entrevista, lo envuelve un misterioso desgano que quizás sufrió desde siempre, a juzgar por una de las cartas a su madre donde dice: “recuerdo que no sentía nada intensamente. Todo lo miraba como si hubiese  sido creado exclusivamente para mi contemplación. No he amado a nadie en una forma especial, salvo a vos, y aún a vos os amé únicamente porque la misma naturaleza inspiraba tal sentimiento.»

-Usted tuvo una infancia acomodada. Es hijo de terratenientes. ¿Cómo pasó su adolescencia?

-Estudié en un colegio para nobles, en Niezin. Los primeros años de mi vida sucedieron en Ucrania. Era una ciudad provinciana, rica en tradiciones folklórica e inmersa en una atmósfera de paz. Muchos recuerdos e imágenes de allí permanecen en mis escritos.

-¿Cuándo llegó a San Petersburgo?

-En 1828 me trasladé con mis poemas para intentar darme a conocer como escritor. Pero fracasé. Gracias al mismísimo Pushkin, insistí. Ahora, con la prosa. Y así logré varias novelas y éxitos teatrales como El Inspector.

-¿Éxito o escándalo?

-Hubo muy divididas opiniones. Y no quiero recordar ese momento porque mi depresión y mi falta de confianza en mí mismo, me llevaron a huir al extranjero. Estuve varios años en Roma escribiendo para justificar mi obra.

-¿Qué sucederá con la segunda parte de “Almas muertas”?

-Acabó de quemar todo los originales, por profundas y nuevas posturas religiosas. A decir verdad, tengo muchas ganas de retirarme.

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