El experimento Chileno

experimento

Santiago de Chile se debate entre el crecimiento económico y los elevados niveles de desigualdad.


Carlos Verucchi / En Línea Noticias ([email protected])

 

El liberalismo económico, en su primera versión, resultó herido de muerte con la crisis del año 29 iniciada en los Estados Unidos y extendida rápidamente a todo el mundo. La desocupación alcanzó niveles de 25 a 30 % en los países más desarrollados y sumió en la miseria a millones de personas. En el año 1932 Roosevelt asumió la presidencia de los Estados Unidos y puso en marcha el New Deal o nuevo trato económico contradiciendo las reglas más elementales de los postulados liberales. Su doctrina, intervencionista y con gran participación del estado, sacó a los Estados Unidos de la Gran Depresión y se consolidó por muchas décadas, no sólo en su país sino en muchos otros países del mundo.
Los economistas, en su gran mayoría, desechan definitivamente el dogma liberal. Sólo unos pocos investigadores, en la Universidad de Chicago, se mantuvieron fieles a los postulados liberales y pacientemente, durante décadas, desarrollaron teorías y modelos matemáticos que les permitieran demostrar y reflotar la doctrina del libre mercado.
En la década del 70, Milton Friedman, unos de los mentores de lo que luego se llamaría neoliberalismo ―para diferenciarlo del anterior― consideró que las ideas desarrolladas por su equipo de economistas estaban listas para ser puestas en práctica.

 

En el año 70, Salvador Allende asumió como presidente de Chile convirtiéndose de ese modo en el primer presidente socialista elegido democráticamente en todo el mundo. Tres años después la economía chilena, asediada por los sectores de la sociedad que se habían visto perjudicados por las reformas introducidas por Allende, presentaba severos signos de deterioro. Pinochet, con la complicidad de los Estados Unidos tomó el poder e inició una prolongada dictadura. Después de intentar sin éxito varias soluciones a los problemas económicos, el dictador recibió una propuesta de un grupo de economistas de la Universidad Católica ―todos ellos con postgrados en Chicago bajo la dirección de Friedman y sus colaboradores― para terminar con años de recesión y altos niveles de inflación y desocupación. Se ponía así, en marcha, el experimento neoliberal en Chile.

 

Los mentores del neoliberalismo asumen que sus políticas ―libertad de precios, reducción drástica del gasto público, privatización de las empresas estatales, etc.―, sólo pueden aplicarse en una sociedad en estado de shock, es decir, en una sociedad al borde del abismo económico o bien bajo las rígidas políticas de una dictadura.

Los primeros años fueron realmente duros para los chilenos, quienes vieron desaparecer sus industrias incipientes. Los niveles de desocupación fueron elevadísimos y con un Estado totalmente ausente.

 

Después del año 82 la economía comenzó a crecer hasta alcanzar uno de los PIB por habitante más altos de América Latina.

 

El retorno a la democracia siguió un camino completamente diferente al de otros países de la región, Pinochet, lejos de ser juzgado, se instaló en su cargo de senador vitalicio ―bajo el amparo de una nueva constitución que él mismo había impulsado como presidente―. Los políticos de la democracia se vieron obligados a mantener el régimen económico de la dictadura y con el correr de los años empezaron a sentirse cómodos en él.

 

La actualidad presenta un país con una economía sólida, con un crecimiento sostenido pero con niveles de desigualdad muy altos.

 

Recientemente, los estudiantes se rebelaron contra las altas matrículas que están obligados a pagar y exigen educación gratuita, una educación a la que todos puedan acceder. Una alternativa que, lógicamente, Milton Friedman y sus Chicago boys no aprobarían bajo ningún punto de vista.

Comentarios
Cargando...