Ingeniera de la FIO propuso su investigación como idea emprendedora y resultó electa entre más de 150
Para obtener su título de Licenciada en Tecnología de los Alimentos, Rocío Sartori buscó un fin productivo para la cáscara de soja: la fabricación de películas biodegradables que reemplacen el uso de plástico en la conservación de alimentos. La graduada de la Facultad de Ingeniería avanzó en su investigación luego de observar los grandes volúmenes existentes de este subproducto, que en la actualidad es mayormente desechado.
Recientemente su trabajo fue seleccionado entre más de 150 de todo el país en el certamen “Vos lo hacés” edición universitaria, del programa BAEmprende y ahora contará con una mentoría personalizada para que su prototipo de producto adquiera forma de un modelo de negocios.
“Poder producir envases a partir de cáscaras de soja es brindarle a la industria una alternativa a sus residuos. En vez de desecharla se podría contribuir al medio ambiente, generar otro valor agregado y cerrar el ciclo de producción”, explicó la joven oriunda de Carlos Casares. “Este escenario supondría usar menos plástico y contaminar menos”, que egresó el año pasado de la unidad académica de la UNICEN, luego de hacer su carrera de base en el Instituto Superior Experimental de Tecnología Alimentaria (ISETA).
Actualmente Sartori trabaja en el laboratorio de una cerealera de su ciudad de origen, donde la acompañan y alientan a emprender nuevos desafíos. Cuando se enteró del certamen, destinado a estudiantes o graduados/as recientes, aplicó a la categoría de “Idea” sin imaginar que pasaría a la etapa de preselección junto a otros 12 semifinalistas, entre más de 150 propuestas de todo el país. La otra categoría de la convocatoria es “Implementá tu idea”. ¿La diferencia? Esta opción está destinada a prototipos en proceso de desarrollo de modelo de negocios o una idea brevemente desarrollada.
Finalmente, en vivo ante un jurado especializado en gestión empresarial, sobre el escenario del Consejo Profesional de Ciencias Económicas en Capital Federal explicó su innovación y su desarrollo fue elegido junto a otros cinco. Inmediatamente, a Rocío se le asignó una mentora y durante los próximos tres meses se formará en emprendedorismo, negocios y estudios de factibilidad para conocer si es posible que su investigación salte del laboratorio al sistema productivo. Además participará del programa Naves Training de la Universidad Austral para asistir a seminarios sobre liderazgo, oratoria y financiamiento emprendedor.
Se viene una etapa de mucha investigación -reconoce la joven que por el momento seguirá desarrollando profesionalmente en el ámbito privado-. “Primero vamos a analizar el mercado, ventajas, desventajas, costos y examinar otros trabajos científicos, nacionales e internacionales”, contó. “En mi tesis yo logré obtener las películas con buenos resultados, pero hay cuestiones que van por encima de eso, como la factibilidad económica”, admitió. Sin embargo, la tecnóloga en alimentos confesó que se anotó sin mucha expectativa: “lo hice porque me parecía que era una oportunidad para observar qué ocurría con la temática, ya que el año pasado tuvo muchísima repercusión”. Ahora va a disfrutar el camino que se le abrió: “voy a atravesar estas nuevas experiencias de seminarios y cursos, que contribuyen a mi formación y si se puede hacer algo con esto, espectacular”, concluyó Sartori.
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