Las «alertas» de la muerte súbita en niños a tener en cuenta

Subita

Recomendaciones de profesionales del Hospital Italiano.


La presencia de síntomas como síncope (pérdida de conocimiento) o palpitaciones -en especial durante el ejercicio- así como la muerte súbita en familiares jóvenes representa un motivo de alarma que merece una consulta médica, asegura una especialista tras conocerse días atrás la noticia del fallecimiento de una nena de seis años en Pinamar por esta causa.
«La muerte súbita en niños y adolescentes es un evento relativamente poco común pero sumamente trágico en especial porque una gran parte es inesperado y ocurre en niños ‘aparentemente sanos’ en colegios o clubes mientras realizan alguna actividad deportiva.

 

Estas muertes tienen un efecto devastador para los familiares de la víctima, para la sociedad y la comunidad médica en general», aseguró la doctora Marianna Guerchicoff Lemcke, miembro del servicio de electrofisiología infantil del Hospital Italiano.

 

Datos recientes sugieren que la incidencia de muerte súbita en jóvenes y niños (rango de 1 a 35 años) varía entre el 0,46 y el 3,7 cada 100 mil individuos/año, aunque la experta detalló a Télam que ese dato varía de acuerdo a cómo se diseñen los estudios y los rangos de edad considerados.

 

Guerchicoff Lemcke explicó que «las causas de muerte súbita en niños y jóvenes ‘aparentemente sanos” más importantes son las cardíacas» y dentro de éstas es posible identificar «alteraciones estructurales como las miocardiopatías, de las cuales la miocardiopatía hipertrófica es la principal».

 

«Sin embargo, en casi un tercio de las muertes súbitas cardíacas luego de una exhaustiva autopsia médico-legal y toxicológica no es posible encontrar una causa y a éstas se las denomina muerte súbita cardíaca arrítmica, que tienen origen en enfermedades conocidas como ‘canalopatias’ porque están producidas por malfuncionamiento de los canales que regulan el pasaje de los iones en las células cardiacas que conforman el sistema eléctrico del corazón”, argumentó.

 

Las «canalopatías» más conocidas son el síndrome de QT largo, la taquicardia ventricular polimórfica catecolaminergica y el síndrome de Brugada. «Estas arritmias, así como la mayoría de las miocardiopatías vinculadas a la producción de muerte súbita en jóvenes suelen ser hereditarias y pueden ser transmitidas de padres a hijos sin importar el sexo y su primer y única manifestación en una familia puede ser la muerte súbita en una persona joven».

 

Por este motivo, la médica explicó que «el fallecimiento de un familiar cercano por ‘muerte súbita’ antes de los 40 años, así como la presencia de síntomas como sincope o palpitaciones representan motivos de alarma que merecen una consulta médica».

 

«Además de la consulta en lo casos antes mencionado, que constituirían una prevención primaria, existe una prevención secundaria que son todas aquellas medidas, procedimientos y políticas de emergencia que deben desencadenarse cuando sucede un evento fatal a fin de intentar revertirlo».

 

En este contexto, la especialista indicó que «todas las instituciones escolares y deportivas que reúnan una gran cantidad de alumnos, docentes y no docentes deberían contar con plan de emergencia por escrito, que además todos los miembros de dichas instituciones deben contar con entrenamiento en resucitación cardiopulmonar y con tareas especificas ante la emergencia».

 

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